Normas de la mayoría de bancos centrales establecen autonomía; Bolivia va por el camino contrario

En algunos casos (Bolivia, Venezuela, Argentina), las normas fueron reformadas para que el gobierno tenga una mayor influencia, especialmente en cuanto al uso de las reservas internacionales.

Normas de la mayoría de bancos centrales establecen autonomía

En muchos casos, pese a las leyes, los gobiernos aprobaron reformas para tener un mayor campo de acción en cuanto al uso de reservas. El Banco Central de Brasil es el más autónomo, aunque no existe un marco legal específico que lo determine.

image Los Tiempos – 29/03/2012



La sede del Banco Central de Bolivia en la ciudad de La Paz. La Prensa Agencia

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Las leyes de una mayoría de los bancos centrales de la región establecen específicamente que éstos no dependen del gobierno, son autónomos.

En algunos casos (Bolivia, Venezuela, Argentina), sin embargo, las normas fueron reformadas o aprobaron otras para que el poder ejecutivo tenga una mayor influencia, especialmente en cuanto al uso de las reservas internacionales para fines fuera del marco legal, lo que no se permite en Chile, Brasil o Perú.

La Ley del Banco Central de Bolivia (BCB) vigente indica que el ente emisor es una institución de carácter “autárquico” que no ha sido respetado. El Gobierno actual, por ejemplo, ha aprobado leyes para disponer de los recursos de la entidad para sus empresas en calidad de créditos y está en marcha la creación de un fondo gubernamental que estará compuesto de 1.200 millones de dólares de las Reservas Internacionales Netas (RIN).

El ministro de Economía, Luis Arce, anunció recientemente que con la nueva ley del BCB éste ya no será autónomo, lo que le diferenciará de sus pares de la región.

Argentina y Venezuela son los países que han reformado las leyes de sus entes emisores para lograr controlar las reservas. La diferencia con la propuesta boliviana es que los marcos legales mantienen la característica de independencia de los bancos.

En el caso argentino, la pasada semana el Congreso aprobó cambios a la ley del banco central que establecen que además de controlar la inflación —su tradicional atribución— también la institución buscará la “estabilidad financiera” y el “desarrollo económico con equidad”. Además de eso, el oficialismo introdujo una modificación por la que el Gobierno puede disponer de más fondos de la entidad para financiar al Tesoro y pagar deuda.

En el caso venezolano, su banco central “no está subordinado a directrices del Poder Ejecutivo”, pero el presidente Hugo Chávez impulsó reformas para usar las reservas para la ejecución de proyectos públicos.

Brasil y otros casos

El caso del Banco Central de Brasil es particular. Aunque no existe una ley específica del banco ya que depende del Ministerio de Economía, su autonomía ha sido considerada de hecho y respetada.

El Banco Central de Reserva de Perú, según su Constitución, “tiene autonomía dentro del marco de su Ley Orgánica”. Esta característica del ejecutivo ha sido muy defendida en este país. Luego de ser elegido, el presidente Ollanta Humala aseguró que sobre todo respetaría la independencia del ente emisor.

Finalmente, el artículo 97 de la Constitución de Chile le confirió rango constitucional a la existencia de un banco central autónomo para lograr “estabilidad derivada de las políticas monetaria y cambiaria más independientes del ciclo político”.

La crisis impactó en entes

La crisis financiera obligó a los grandes bancos centrales a renunciar a parte de su independencia debido a que tuvieron que alinearse con las políticas de los gobiernos y salir al rescate de las economías.

Bancos tan prestigiosos como la Reserva Federal de los Estados Unidos o el Bundesbank de Alemania se han visto en situación de interdependencia con el poder ejecutivo para contener el colapso.

Por ejemplo, los gobiernos han hecho una práctica común presionar a los bancos centrales para que no suban las tasas de interés.

En 2010, el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, abogó por la independencia de los bancos centrales y dijo que es necesario que las entidades emisoras se desvinculen de la visión a corto plazo de los políticos para garantizar la estabilidad financiera.

“Las interferencias políticas en asuntos monetarios pueden generar indeseados ciclos de burbujas y conducir a una economía menos estable y a una mayor inflación”, indicó.

COORDINACIÓN

Las normas de los bancos centrales de la región aclaran que independencia, autonomía o autarquía no significan no coordinar con el gobierno central.

La cualidad de independientes, dicen expertos, está relacionada con que el ente se concentra en su objetivo primordial de estabilizar los precios y emitir moneda, asuntos que mal manejados o influenciados por los gobiernos podrían no ser efectivos y generar problemas.