Primarias, ¿para acabar al MAS?


Iván Arias Durán

ivan-arias-duran Con el auspicio de la Fundación Pazos Kanki, asistí al seminario “La MUD venezolana y la política boliviana”. El evento, pa´ sorpresa, estuvo muy concurrido y me ha reforzado en las siguientes reflexiones.

Esto de las primarias, no solo debe ser planteado para la oposición sino para todo el sistema de partidos y agrupaciones políticas. En este sentido no es contra el MAS, sino que es una obligación del MAS, MSM, UN y otros asumir esta práctica como medio para cambiar la forma tradicional de hacer política. No se debe buscar resolver el problema de la oposición, sino resolver el problema del país. Es una causa nacional. No lo debemos hacer porque lo hicieron los venezolanos (ya lo hicieron los chilenos, uruguayos), lo hacemos porque es la única forma de modernizar y profundizar la práctica política y de construir democracia. El desafío es pasar de los partidos de casta y de los movimientos de masa que están a la cabeza de caudillos mesiánicos, al de partidos democráticos dirigidos por líderes emergentes de sus ciudadanos y ciudadanas a partir de los barrios, distritos, municipios, regiones, departamentos y así culminar en lo nacional.



Ciudadanizar al político y politizar al ciudadan@ porque la democracia tiene dueño y esos dueños son los ciudadanos. Debemos convencernos que la política permite cambiar las cosas, permite cambiar el mundo; la política no como fuente de problemas, sino como fuente de soluciones. De esa manera no se trata de matar la política, sino, a partir de lo que tenemos, construir una nueva forma de hacer política. Los ciudadan@s echan la culpa de todos sus males a los políticos como un medio de salvar su corresponsabilidad pero también porque estos no salen de sus entrañas a través de medios democráticos. Por ello esta revolución democrática no es para salvar a la oposición de sus fracasos sino para cambiar a la sociedad y para que el poder se acerque a ésta. La movilidad social tiene que reflejarse en la movilidad política.

En ese sentido esta construcción democrática no es para tumbar al actual gobierno. Las primarias son un medio, lo importante es la unidad. La unidad de criterios, de visión país. La unidad no es antievo, sino contra la tradicional forma de enfrentar los problemas del país. La unidad no es entorno a alguien, sino alrededor de acuerdos. Es para acabar con ese maldito circulo vicioso en el que nos movemos los bolivianos: “muerto el rey, viva el rey” -“ahora nos toca”. Un círculo en el que la mentira y la angurria de poder llevan a prometer el cambio para que una vez arriba nada cambie. Los políticos no deben prometer a la gente que van lograr alcanzar todos sus objetivos, lo que tienen que garantizarles es que desde la política del poder les van a dar todas las oportunidades, las mismas oportunidades a todos los ciudadan@s para alcanzar sus objetivos.

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Tenemos que construir una alternativa de poder en la que el centro sea el ciudadan@ que entra a la política democrática y dejar aquella practica en la que políticos autoritarios usan al ciudadan@. El enemigo no es el MAS, los enemigos de siempre son el miedo, la exclusión, la pobreza, la inseguridad, la injusticia, la intolerancia, la desigualdad que solo serán combatidas cambiando la forma de hacer política. Por ello, uno de los principios que debe guiar este proceso es el perdón y la reconciliación porque no se puede excluir a nadie ante semejantes desafíos. La concertación siempre es mejor que la confrontación

Tenemos políticos autoritarios porque la sociedad está organizada a partir de métodos autoritarios. Esta revolución democratizadora no solo tiene que abarcar a los partidos políticos, también tiene que involucrar a las organizaciones sociales y sindicales donde el prebendalismo y el caudillismo están asentados como costras. En estas organizaciones se debe pasar del pongueaje político (movimientos sociales al servicio de un partido político) al sindicalismo democrático (movimientos sociales plurales y tolerantes).

De esta manera, este es un proceso que de iniciar hoy tomara muchos años y parafraseando a un político español tenemos que ser ambiciosos en nuestras aspiraciones y realistas en nuestras propuestas. Este desafío es como el amor. No hay reglas. Solo principios: confianza, respeto, tolerancia, perdón y entrega. No es ganar o perder, es ganar o aprender.