Secuestro Express en Venezuela: ¿política de Estado?

Auguste DupinDe acuerdo a cifras que manejan las empresas privadas de seguridad venezolanas, se practican diariamente no menos de diez casos de «Secuestro Express» tan sólo en la ciudad de Caracas. Es decir, alrededor de 3600 casos al año, en números conservadores.Cada operación dura unas seis o siete horas y resulta mucho más eficiente que un robo o un atraco, porque no solamente se exprimen los ahorros de la víctima, sino también los de sus familiares y amigos cercanos, que acuden con sus recursos a colaborar para lograr la liberación del rehén.La bolsa que obtienen los secuestradores varía en monto, pero podría estimarse una cifra conservadora promedio de 20 mil dólares por cada víctima. Estamos hablando de un «negocio» que maneja no menos de 70 millones de dólares al año, sin contar lo que se obtiene en otras ciudades importantes del país.La mayoría de las veces las víctimas no denuncian lo ocurrido, ya sea por temor a represalias, o por la sospecha, muy bien fundada, de que los secuestradores están vinculados a los cuerpos de seguridad. En los pocos casos que han sido resueltos, salen a relucir entre los secuestradores funcionarios activos o retirados de las policías del país.Cabe preguntarse si tanta impunidad es meramente ineficiencia o si se trata de una política de Estado. Difícil demostrarlo, pero lo fácilmente comprobable es la responsabilidad del gobierno en corromper el sistema policial y judicial. Si las autoridades exigen a los cuerpos de seguridad y a los jueces, que violen las leyes para perseguir y encarcelar a la disidencia, ¿Cómo pueden reclamarles luego que sean honestos? Si hoy un policía es obligado por sus jefes a fabricar pruebas falsas contra los opositores, es decir, a que cometa delitos en beneficio de la revolución ¿Cómo pedirle mañana que no robe o secuestre en beneficio propio?Pero además, según la lógica revolucionaria, es moralmente válido arrebatar los recursos de la «burguesía» para dárselos al «proletariado». Es lo que hacen todos los días los integrantes de las FARC cuando cobran vacuna, justificándola como un «impuesto revolucionario». O lo que hace el gobierno venezolano cuando confisca los bienes de los empresarios, sin pagarles la retribución que exige la ley.Si la clase media y alta venezolana es «apátrida» y «traidora» por no aceptar el modelo cubano que se impulsa desde el gobierno ¿Por qué no hostigarla, aterrorizarla y esquilmarla, hasta que se vaya del país o hasta aniquilar su voluntad de lucha?En la era actual, no se puede fusilar a los opositores, como lo hizo Fidel Castro en los inicios de su gobierno, pero se puede recurrir a otros mecanismos mas sutiles, como los es por ejemplo el Secuestro Express.