El Domingo de Ramos fue un día de fe y devoción bendecido por una Llovizna. El reloj marcaba las 8 de la mañana cuando las campanas de la Catedral repicaban anunciando el ingreso triunfal de Jesús. El cielo estaba completamente encapotado, y en ese ambiente inusitado, los feligreses llegaban en una masiva procesión agitando en sus manos las palmeras hasta el atrio de la Basílica Menor de San Lorenzo Mártir, donde otra multitud de devotos esperaba la solemne eucaristía. El Cardenal pide que seamos discípulos del Señor. Con un gesto cordial, lúcido, bromista como siempre, aunque un poco cansado, la máxima autoridad de la Iglesia Católica pidió escuchar al Señor y actuar con humildad durante la Semana Santa. “Pidamos a Dios que nos dé oídos de discípulos para escuchar al Maestro, para convertirnos en seguidores del Señor”, fueron sus primeras palabras. También pidió más humildad y sencillez “Allí donde se vocifera, donde se insulta, donde no se respeta la conciencia individual y colectiva, donde todo es desconfiar del prójimo, nos toca mirar a este extraordinario hijo de Dios en su humildad, en su sencillez”, dijo
Fuente: Red Uno, EL Día
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