Empresa universitaria de Bolivia exporta semillas forrajeras a 21 países

Emprendimiento. Desde su creación, la empresa universitaria Semillas Forrajeras Sociedad Anónima comercializó alrededor de 14 mil toneladas de semillas forrajeras de alta calidad.

imageLos Tiempos – 15/04/2012

Cargas de semillas forrajeras para exportación en los almacenes de la empresa SEFO-SAM, en el municipio de Tiquipaya. –



Son aproximadamente 75 toneladas de semillas forrajeras certificadas para altiplano, valles y trópico, con un valor aproximado de 150 mil dólares, que el año pasado salieron de las instalaciones de la empresa universitaria cochabambina Semillas Forrajeras Sociedad Anónima (SEFO-SAM) con destino a 21 países de América Latina, Norteamérica y Europa.

Entre enero y la pasada semana, SEFO-SAM ya concretó la exportación de aproximadamente 40 toneladas de semillas forrajeras por un valor aproximado de 160 mil dólares, es decir, 10 mil dólares más que los 12 meses de la gestión anterior, debido al incremento de hectáreas cultivadas, el buen comportamiento climático y la disponibilidad de mano de obra para la cosecha, dice Gastón Sauma, gerente general de la empresa.

“Si todo marcha como hasta ahora, estimamos que a diciembre de este año habremos exportado algo más de 80 toneladas de semillas, por un valor aproximado a 250 mil dólares, en beneficio de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) y aproximadamente 1.500 familias de pequeños productores que conforman la sociedad anónima mixta SEFO-SAM”, explica.

Destinos

Suma señala que en los últimos siete años y tres meses, SEFO-SAM llegó a exportar un promedio anual de 70 toneladas de semillas forrajeras por un valor acumulado en siete gestiones de 1,4 millones de dólares a 21 países de los continentes americano y europeo: Alemania, Argentina, Belice, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, España, Guatemala, Holanda, Honduras, Italia, Kingstown, Mauritius, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Santo Domingo y EEUU.

“Por mandato de la carta constitutiva, SEFO-SAM no puede exportar más del 10 por ciento de su producción anual. También está establecido que el 90 por ciento de la producción debe cubrir los requerimiento del país que son exigencias por desastres naturales de gobernaciones, municipios, asociaciones de productores lecheros, empresas comercializadoras y productores”, dice Sauma.

Creación

La empresa SEFO-SAM fue constituida hace 40 años entre la UMSS, que tiene el 51 por ciento de acciones, la Cooperación Suiza en Desarrollo (Cosude) que tiene el 1 por ciento “honorífico” de acciones y los pequeños productores semillaristas distribuidos en los departamentos de Cochabamba, Santa Cruz, Tarija, Chuquisaca y Potosí, que tienen el 48 por ciento de acciones, destaca el rector de San Simón, Lucio Gonzales.

A la fecha, las 1.500 familias productoras cuentan con 516 hectáreas cultivadas, que producen al año 770 toneladas de semillas forrajeras de alta calidad para valles, altiplano, trópico y sub trópico, de las cuales 339 hectáreas están dedicadas a la producción de 672 toneladas de semillas de cereales; 110 hectáreas a 50 toneladas de semillas de leguminosas y 80 hectáreas a 48 toneladas de semillas de gramíneas.

SEFO-SAM produce actualmente más de 40 especies diferentes de semillas de cereales (avena, cebada, maíz, arveja, sorgo forrajero); de leguminosas (alfalfa; maní forrajero; macuna negra, verde, ceniza y enana; frejol de puerco; trébol rojo y blanco; arveja forrajera y arvejón del norte) y gramíneas (pasto ovillo; rye grass italiano e inglés; pasto llorón, mulato II; grama negra y cebadilla).

Hay pocos productores de semillas en Cochabamba

En los últimos 10 años, la cantidad de familias campesinas del departamento de Cochabamba dedicadas a la siembra y producción de semillas forrajeras como socias de la empresa SEFO-SAM se redujo drásticamente de 400 pequeños productores a solamente 80, según estadísticas de la compañía.

El gerente general de SEFO-SAM, Gastón Sauma, dice que entre las razones de esa drástica reducción están los cambios climáticos (granizos, heladas, sequía), que el último decenio afectaron la producción agrícola; la urbanización de extensas áreas agrícolas en los valles bajo y central de Cochabamba; la fuga de mano de obra al trópico y el alquiler de áreas agrícolas a terceras personas poco interesadas en la producción agrícola.

A la fecha, Cochabamba produce semillas forrajeras de cereales, leguminosas y gramíneas en parcelas dispersas localizadas en Totora, Tiraque, Falsuri, Pairumani, Cliza y Punata, que en conjunto representan apenas 16 hectáreas, que llegan a producir alrededor de tres toneladas año.

Sauma señala que “la producción de semillas forrajeras en Cochabamba es de tipo artesanal, casi no se utiliza mecanización agrícola, solamente existe apoyo en la provisión de semilla básica, herramientas de labranza como arado para buey, machetes, carretillas, picotas, rastrillos y uso de trilladoras estacionarias en la cosecha”.

EMPRESA

10 AÑOS DE AUTOGESTIÓN

J SEFO-SAM es una empresa autogestionaria desde hace 10 años y cuenta a la fecha con un plantel de 15 personas, entre administrativos y trabajadores.

En Cochabamba administra una planta de procesamiento y almacenaje en Tiquipaya, donde además cuenta con un laboratorio especializado en el control de calidad de la semilla y maquinaría agrícola para apoyar cosechas de sus socios.

En Santa Cruz y Tarija administra centros de acopio equipados y galpones para almacenaje y secado de semillas.

ANÁLISIS

“SEFO, un banco de biodiversidad muy importante”

Rodrigo Paniagua, director del Consejo de Competitividad de Cochabamba

En un entorno económico y productivo agrícola, caracterizado por la alta calidad e innovación para mantener activa la participación de cualquier organismo en los mercados locales, nacionales e internacionales, es que se puede identificar a SEFO-SAM, que es una empresa del tipo mixta, que ha sabido articularse de forma estratégica y sostenible, contando con la participación de la Universidad de San Simón de Cochabamba, de la agencia suiza Cosude y principalmente más de mil familias productoras de semilla forrajera.

Esta empresa es considerada un ejemplo de articulación productiva que está logrando resultados económicos y organizacionales muy valorados por diversas instituciones porque se ha inducido e incluido dentro del trabajo de las familias productoras a la innovación productiva, logrando abastecer con la oferta de semilla a diversas entidades regionales y nacionales, y hasta logrando crecientes niveles de exportación por los excedentes que se han generado en los últimos 10 años.

La diversidad de la oferta que tiene SEFO, que representa por lo menos 40 variedades de semilla forrajera para distintos pisos ecológicos, es un banco de biodiversidad muy importante para los bolivianos, dado que no sólo mostramos al mundo nuestros productos, sino que además se está resguardando las variedades para la futura alimentación de los bolivianos.

Este resultado ha sido tomado como ejemplo a seguir por distintas instituciones relacionadas al ámbito de desarrollo agrícola, que buscan reproducir con las respectivas condicionantes y características, una organización económica que vincule a instituciones de investigación y productores dentro de un solo ente. Aunque los resultados alcanzados no han tenido la magnitud de SEFO, se espera que para los siguientes años nuevas alianzas se puedan consolidar (aprendamos de SEFO que luchó varios años para obtener los actuales resultados), sobre todo aprovechando la normativa boliviana que dirige su atención al área agrícola y de seguridad alimentaria, en el marco de la economía plural.

La empresa no solamente se ha ocupado de la producción, sino que además ha desarrollado diversas actividades de apoyo a las zonas o comunidades con las que trabaja, generando directa e indirectamente mejoras.