Guabirá pierde en Montero ante Real Potosí

Cuando esperaba iniciar de la mejor manera la celebración del cincuentenario de la institución, que se creó el 14 de abril de 1962, Guabirá volvió a tropezar; esta vez cayó por 1-2 ante Real Potosí, y lo peor, jugando en la ‘Caldera’ de Montero, que otrora era temible para los visitantes. Fue la novena caída del rojo (la tercera en casa) y la hinchada no aguantó; así como hace cinco fechas pidió la cabeza del exentrenador Claudio Marrupe, por los malos resultados, ayer exigió la renuncia del presidente Gerardo Rosado. Sin embargo, más allá de esta visión, el mal momento pasa por el bajo rendimiento general del plantel, como se demostró ayer, porque el rojo no es aquel equipo compacto, que en base a presión, ganas y actitud se hacía respetar en su reducto.

Su problema son las desatenciones y mínimas desconcentraciones porque por uno de esos errores recibió el primer tanto, cuando el lila Víctor Hugo Angola (43’) aprovechó un error del argentino Jorge Díaz, que perdió el balón sin cuidar su espalda, el atacante escapó y con un remate rasante y cruzado abrió la cuenta. Hasta ese momento el rojo jugaba bien, había generado al menos cinco opciones claras de peligro, con Alexis Bravo, Ariel Aragón y Óscar Araúz, pero su pecado fue no saber convertir.

En el complemento, el DT Luis Cristaldo potenció su ataque con el ingreso del paraguayo Hugo Giménez, en lugar de Díaz; sólo en los primeros minutos se notó el peso ofensivo, más aún cuando, tras un centro del juvenil Delmer García, ‘Pony’ Araúz (50’) estrelló su remate en la base del palo derecho del arco de Henry Lapczyk, que daba la sensación que el rojo arrasaría, pero rápidamente la visita lo frenó.



Tras un tiro libre, Daner Pachi armó una jugada con Angola, éste asistió a Rosauro Rivero, que sacó un centro y Edgardo Brittes (9’), que ganó las espaldas a los zagueros, cabeceó y anotó el segundo. Cristaldo no hallaba explicación a la caída, generaba peligro, pero faltaba alguien que anote y se las jugó incluyendo en el ataque a José Padilla, en lugar de García, y cuando faltaba siete minutos para el final el ingresado logró el descuento. De ahí en más, Guabirá se volcó al ataque y pese a las ganas de sus jugadores no pudo cambiar su suerte, ante la bronca de su hinchada, que descargó su furia contra los jugadores.

Fuente: Unitel.

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