Datos oficiales confirman a François Hollande como ganador de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, consiguiendo un 27.5 % de los votos. En segundo puesto, Nicolas Sarkozy, habría conseguido un 26,6 %. Quedan dos semanas de campaña, antes del voto de la segunda y decisiva vuelta el 6 de mayo próximo.
Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional (FN, extrema derecha), habría quedado en tercer puesto, con el 19,9% de los votos. Se trata de un gran aldabonazo. Su padre, Jean-Marie Le Pen, consiguió el 17 % de los votos, en la primera vuelta de las presidenciales del 2002, cuando el líder extremista eliminó al candidato socialista de la época, Lionel Jospin. La candidata de la extrema derecha ha conseguido el mejor resultado de la historia de su partido. Su voz pudiera ser decisiva para la elección del próximo presidente de Francia.
Las estimaciones de los medios de comunicación dan a François Bayrou, candidato centrista, entre el 9 % y 10 %. El centrista es un gran derrotado. Eva Joly, ecologista, habría hundido el movimiento ecologista, con el 2 % de los votos. Los otros cuatro candidatos solo habrían conseguido resultados apenas significativos.
La participación habría sido en torno al 80 % de un cuerpo electoral de 45 millones de electores. Movilización alta que parece sugerir la polarización inmediata, izquierda / derecha, derecha e izquierda, con la que comienza la campaña de la segunda vuelta, inmediatamente.
La victoria anunciada de François Hollande le permite comenzar la segunda vuelta en buena posición. Sin embargo, el candidato socialista solo podrá ganar si cuenta con una parte significativa del voto de la extrema derecha, la fuerza “arbitral” de la segunda vuelta. Los electores de Marine Le Pen pueden dar la victoria a Hollande o Sarkozy.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
En segundo puesto, Nicolas Sarkozy no ha perdido la segunda vuelta. Y todavía tiene muchas posibilidades de ganar, si consigue salvar tres obstáculos.
Marine Le Pen no es «propietaria» de sus electores. Históricamente, su padre, Jean Marie Le Pen, facilitó grandes victorias socialistas. En esta ocasión, Sarkozy debe conseguir el voto masivo de los electores centristas y los electores de extrema derecha. Ese el objetivo estratégico de la campaña de la segunda vuelta.
ABC – Madrid