La Revolución de 1952. A 60 años del hito que marcó la historia de Bolivia en el siglo XX


Sirenas sonaban en el centro de la ciudad y las radioemisoras perifoneaban la victoria de los milicianos mientras algunas balas aún cruzaban las calles de Villa Victoria.

En ese contexto, triunfaba la Revolución Nacional de 1952 iniciada un 9 de abril, gracias a la alianza de clases entre obreros, campesinos, burgueses y políticos que se agruparon en el movimientismo con una visión nacionalista. Era la culminación de un proceso que comenzó después de la derrota de la Guerra del Chaco que vio surgir una generación que juraba no iba a permitir otra humillación a la Patria.

“Para nosotros, la Guerra del Chaco ha significado el derrumbe de conceptos y reputaciones consagrados, de acuerdo a los cuales y bajo cuya dirección había vivido Bolivia hasta entonces”, recordaba Víctor Paz.



El socialismo de Estado y el sexenio, fueron etapas que sólo reafirmaron y maduraron las ideas de jóvenes intelectuales que un 7 de junio de 1942 conformaron al Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) a partir de un periódico llamado “La Calle”.

Carlos Montenegro, Augusto Céspedez, Germán Monroy Block, Nazario Pardo Valle, Armando Arce, Víctor Paz Estenssoro y José Cuadros Quiroga conformaban este “grupo Busch” al que luego se unieron Walter Guevara y Hernán Siles Zuazo.

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Seis décadas han pasado, desde aquel 9 de abril cuando este grupo logró unir a las corrientes proletarias de entonces y junto a trabajadores y mineros derrocaron al superestado y depusieron a los barones del estaño, dando a Bolivia un salto cualitativo para superar el feudalismo capitalista de la época. Grandes transformaciones se dieron en los doce años de la Revolución, aunque como cualquier proceso de cambio, éste fue transformando su origen hacia una corriente ideológica opuesta.

El programa del MNR fue redactado por José Cuadros Quiroga, pero no faltó la oposición de los partidos tradicionales que calificó a los estatutos nacionalistas de ese partido como “pro nazis”. Pese a aquella guerra política, los “rosados” llegaron al 6 por ciento de los votos en su primera aspiración eleccionaria en 1947, logrando curules en la Cámara de Diputados, uno de estos reservado para Paz Estenssoro, quien ya había sido electo nueve años antes.

En 1951, tras la fugaz alianza con Razón de Patria (Radepa) y el gobierno de Gualberto Villaroel, el MNR llegó a obtener el 43 por ciento de la votación en el país ganando los comicios generales. La jugada de la “rosca minera” fue anular las elecciones y delegar el poder a Hugo Ballivián en el denominado “mamertazo”.

En palabras de Paz Estenssoro, “el mamertazo fue un burdo desconocimiento de la voluntad popular que reflejaba, también, el escaso o ningún sentido democrático de quien gobernaba el país en el tiempo de la plutocracia minera”.

La indignación de la población rebasó los cálculos de un sistema que ya había recurrido a la represión como forma de detener el inminente cambio de estructuras. Las masacres en centros mineros durante el sexenio marcaron a Ichilo, Cinti, Catavi y Siglo XX, generando rechazo total al poder político y la alianza con los empresarios mineros Simón I. Patiño, Mauricio Hoschild y Carlos Víctor Aramayo que exportaban junto al Banco Minero más de cien millones de dólares para 1949, sin dejar beneficios para el país.

Todos estos antecedentes confluyeron en la búsqueda de un partido político que logre superar el estado decadente. El MNR encarnó aquella aspiración y en abril de aquel 1952, desde El Alto hasta Villa Victoria los combatientes van superando a las guarniciones del Ejército con una férrea alianza entre civiles y mineros, destacando el dirigente Juan Lechín Oquendo.

El 11 de abril, la resistencia militar es vencida en Milluni ante un saldo de 500 muertos y cientos de heridos. Luego, el pacto era firmado: “En la población de Laja, a horas 13.30 del día 11 de abril de 1952, reunidos el general Torrez Ortiz, jefe del Estado Mayor de las FFAA y el Dr. Hernán Siles Zuazo, jefe de la Revolución acordaron en aras de la pacificación dar fin a las hostilidades a partir de este momento”, cita el histórico documento.

El 9 de abril significó el triunfo de un proceso social verificada en la Revolución Nacional de 1952 y fue el hecho que marcó un antes y un después en la historia de la Bolivia del siglo XX.

El 9 de abril de 1952 cumple seis décadas

Del “grupo Busch” y el ¡Gloria a Villaroel!, pasando por el ejercicio del poder y el ocaso de una era, el MNR gobernó durante doce años al país. El nacionalismo revolucionario se transformó hacia la dependencia externa y un mal cálculo de reelección dio fin al proceso iniciado en 1952.

1. No es posible entender el origen del MNR sin su afinidad con los presidentes German Busch y Gualberto Villaroel. Confiaron en el primero, abandonaron al segundo y terminaron vitoreando glorias para ambos después de la Revolución.

2. El estadista en formación: Paz Estenssoro, diputado desde 1938 era conocido como el “Honorable cifras” por su forma de discursar manejando datos para defenderse de sus detractores..

3. Villa Victoria, emblemática zona de la ciudad de La Paz donde se produjo una masacre, una guerra y una revolución a puro balazo.

4. Los milicianos o combatientes, armados y listos para ofrendar sus vidas contra la resistencia o el superestado.

5. Tres líderes de la Revolución del 52 en la testera del poder. Paz Estenssoro, Presidente; Siles Zuazo, Vicepresidente; Lechín Oquendo, Ministro de Minería.

6. El líder movimientista, en el trono popular, en la silla de mando llevada por la alianza de clases con mineros, obreros y campesinos.

7. Paz Estenssoro y John F. Kennedy hablando de la Alianza para el Progreso el 22 de octubre de 1963. El trigésimo quinto presidente de EEUU sería asesinado en Dallas exactamente un mes después de esta histórica toma.

8. Paz – Barrientos: el piloto de aviación por orden del capitán Walter Lehm trasladó desde Argentina al jefe del MNR para su ingreso triunfal desde la ciudad de El Alto en 1952. Doce años después, Paz designaba a Barrientos como candidato a la Vicepresidencia, ganaban la elección y a los tres meses del mando, el militar derrocaba a su mentor.

Protagonistas del 52

imageVÍCTOR PAZ ESTENSSORO

Nació en Tarija el 2 de octubre de 1907. Abogado de profesión, fue presidente de Bolivia en cuatro ocasiones: el 15 de abril de 1952, el 6 de agosto de 1960, el 6 de agosto de 1964 y el 6 de agosto de 1985.

A su primer régimen se le atribuyen las medidas de transformación más importantes del siglo XX para el país como la nacionalización de las minas, la reforma agraria, el voto universal, la reforma educativa. En su segundo mandato integró al oriente e impulsó su desarrollo agrícola y estableció una relación crediticia dependiente de EEUU con la Alianza para el Progreso.

En 1971 se alió al entonces coronel Hugo Banzer y su “enemigo”, el jefe de Falange Socialista Boliviana (FBS) Mario Gutiérrez, con quienes se dio el golpe militar que sostuvo un régimen militar de ocho años.

En la década de los ochenta enfrentó la hiperinflación con la dictación del Decreto Supremo 21060, vigente hasta hoy. El costo social fue la relocalización o despido masivo de los trabajadores de las minas que migraron a las ciudades capitales e intermedias constituyendo al sector gremial y cocalero años después.

Retirado de la vida pública, delegó el mando del “partido rosado” a Gonzalo Sánchez de Lozada y pasó sus últimos años en Tarija donde falleció el 7 de junio de 2001.

HERNÁN SILES ZUAZO

Nació en La Paz el 19 de marzo de 1913. Abogado de profesión, encabezó la Revolución de 1952 en la Sede de Gobierno junto a Adrián Barrenechea Tórrez, fue vicepresidente de ese periodo y luego accedió a la primera magistratura el 6 de agosto de 1956.

Introdujo medidas económicas como el Plan Eder o el Código Davenport de Petróleo que iniciaron el giro de las medidas de carácter social del 52.

Enfrentó diversos focos de sedición y en su gobierno se dio muerte al líder opositor Oscar Únzaga de la Vega. Posteriormente, pasó a ser Embajador en Uruguay.

Al ocaso del periodo de la Revolución se alejó del partido y formó la corriente del MNR – I (de Izquierda) y fue el primer impulsor de la demanda de inconstitucionalidad para la segunda reelección de Paz.

Participó en otros comicios, pero fue en 1980 que ganó la presidencia con la Unidad Democrática Popular (UDP), pero el golpe militar de Luis García Meza postergó el ascenso al poder. Tras el retorno a la democracia, Siles Zuazo juramentó a su segundo mandato constitucional el 10 de octubre de 1982, pero no pudo concluir el periodo dada la aguda crisis económica e hiperinflación que le obligaron a acortar el mando en 1985.

Se fue del país para radicar en Uruguay donde falleció el 6 de agosto de 1996.

WALTER GUEVARA ARCE

Nació en Cochabamba el 11 de marzo de 1912. Abogado de profesión estudió también Sociología y Economía, fue diplomático, legislador y Ministro de Relaciones Exteriores.

Partícipe del MNR luego de su fundación, fue ideólogo de la Tesis de Ayopaya en 1946 donde destaca el programa nacionalista del partido.

Sin embargo, terminó fundando su propia sigla con el Partido Revolucionario Auténtico (PRA) que representó una línea opuesta a Paz Estenssoro, pero sin mayor trascendencia hasta 1964.

En la siguiente década, Guevara llegó al Senado del Congreso Nacional representando al departamento de Oruro y ante el estancamiento parlamentario para designar al nuevo presidente en 1979, fue elegido por sucesión como primer mandatario un 8 de agosto.

Su logro más importante en el corto tiempo que duró su mandato, fue desarrollar la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en La Paz, donde los representantes internacionales firmaron la declaratoria por la cual se respaldó el tema marítimo boliviano. El 1 de noviembre de 1979 a pocas horas de la clausura del evento, se produjo el golpe de Estado del general Alberto Natusch.

Fue diplomático en esa década y se reintegró al MNR en 1989. Se retiró de la vida pública y murió un 20 de junio de 1996.

JUAN LECHÍN OQUENDO

Nacido en La Paz, el 18 de mayo de 1914, minero perforista en Catavi y Uncía, fue el líder popular de la Revolución de 1952, combatiendo y tomando regimientos en los centro mineros.

Fue secretario general de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb) desde 1944 a 1987, paralelamente ejerció la secretaría ejecutiva de la Central Obrera Boliviana (COB) que fundó en 1952. En el primer gobierno de Paz Estenssoro fue Ministro de Minería y Petróleo, y en el segundo mandato del jefe del MNR ejerció la Vicepresidencia de la República entre 1960 y 1964.

Su tendencia social le enfrentó con grupos dentro del partido e incluso con Paz en 1964 al formar el Partido Revolucionario de Izquierda Nacional (PRIN) que apoyó el golpe de René Barrientos. Tanto Siles como Lechín, tuvieron que exiliarse con el fin de la Revolución. Retornó al país en 1971 siendo electo presidente de la Asamblea Popular del golpista de izquierda Juan José Torres.

Dedicado al sindicalismo fue el principal líder de la clase obrera contra los gobiernos de la década de los años ochenta. La COB cobró un peso determinante para las políticas económicas en el país.

En 1987 dejó la dirigencia para retirarse a escribir sus memorias. Falleció en La Paz el 27 de agosto de 2001.

MNR: luces, pragmatismo y sombras

imageEl Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) enarboló el proceso revolucionario de 1952, tomó las riendas del Estado y produjo los cambios más esperados por las clases populares; sin embargo, luego pasaron a una crisis de desgaste cayendo en el giro del proceso que terminó en 1985 con la relocalización de las minas.

El MNR introdujo en pleno a Bolivia el sistema neoliberal con tintes capitalistas y en el nuevo siglo tuvo que asumir el peso histórico de las acciones represivas que concluyeron con “octubre negro”.

Víctor Paz Estenssoro se caracterizó por hacer de la política un arte, el arte de lo posible. Su pragmatismo le permitió ser caudillo de la Revolución; mantenerse en el poder modificando la CPE; aliarse con corrientes opuestas y dictar un decreto que, pese a su impopularidad, no manchó su imagen de estadista boliviano.

“El país se nos muere”, sentenció Paz y aplicó el DS 21060.

Las sombras, sin embargo, sumieron a esta partido en una crisis de la cual parece no salir. El segundo gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada fue efímero y trágico. La protesta social rebasó al Estado y haciendo uso del aparato represivo, el mandatario no midió consecuencias, mismas que ya fueron advertidas en febrero de 2003.

“No voy a renunciar”, decía Sánchez de Lozada, haciendo oídos sordos ante un panorama insostenible y que pudo haberse evitado.

La masacre de octubre puso fin a una era de hacer política en el país, dio pie para que se asuma una nueva Constitución y se ingrese en la fase del denominado “proceso de cambio”. El costo para el MNR fue demasiado alto, porque después de su fundación, la elección de 2009 careció de su participación.

Hoy, los movimientistas no tienen representación en la Asamblea Legislativa y sólo algunas fracciones conservan cupos de poder en el oriente y sur del país. Después de 60 años de la Revolución, el balance de luces y sombras es analizado por la población.

EL DIARIO (Informe especial: Iván Rodríguez Rada)


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