La troika conformada por la senadora Gabriela Montaño (MAS) y las ministras Nardi Suxo y Claudia Peña acaba de abrir un nuevo frente de batalla del oficialismo, esta vez contra las redes sociales.
Con la excusa de una información no confirmada que circula por Facebook, respecto a la supuesta paternidad del presidente Evo Morales de las dos hijas de Patricia Ballivián (gerente general del Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas o SEDEM), se vislumbra una arremetida contra uno de los principales foros ciudadanos del momento.
Y es que las redes sociales se han convertido de un tiempo a esta parte en una amplia plataforma de ciberactivismo democrático, desde donde se analizan y denuncian los rasgos autoritarios del régimen cocalero.
Es comprensible, entonces, la preocupación surgida en el partido de gobierno, que tal vez acaricie la idea de judicializar a los ciudadanos que vierten opiniones libremente por Facebook, Twitter y otras redes.
La censura a Internet es pan de cada día en varios países aliados del gobierno evista, como Irán y Cuba. Y la intención de imponer una “regulación” gubernamental sobre el ciberespacio ya asomó tiempo atrás, cuando la Ley del Régimen Electoral incluyó restricciones -que finalmente no pudieron ser aplicadas- para los comicios judiciales.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Al mismo tiempo, esta polémica le viene como anillo al dedo a la Sra. Ballivián, para victimizarse y crear una cortina de humo sobre un asunto mucho más escabroso, como su participación en la firma de contratos con la OAS para la construcción de la carretera por el TIPNIS…