Parte la marcha y Evo le habla a las FFAA

Evo-Morales-militares La IX Marcha Indígena comenzó su andar, con un contingente inicial de 800 marchistas. En la misma jornada, la tierra tembló en Cochabamba y el presidente Evo Morales le habló a las Fuerzas Armadas.

Por demás sintomática resulta la acción mediática escogida por los asesores del presidente para el día 1 de la marcha. ¿Se busca cerrar filas y blindar el alineamiento político del sector castrense con el gobierno, ante el comienzo de la Segunda Batalla del TIPNIS? ¿Hay que conjurar el fantasma del “gasolinazo”, cuando los jefes del estamento armado le expresaron al mandatario su negativa a participar en la represión contra las protestas sociales?

Durante el acto realizado en el Colegio Militar del Ejército, el mandatario ascendió a 19 coroneles al grado de generales. Medida que quizás haya sido pensada para desactivar un posible clima de descontento entre la oficialidad media.



El mensaje del presidente a los militares fue claro: su función como gobernante es buscar nuevos espacios para las Fuerzas Armadas, para que “sirvan al pueblo”. Espacios de poder, claro está.

Desde su llegada al gobierno, Morales puso en práctica una receta chavista que consiste en prebendalizar al Alto Mando para que no entorpezca su proyecto hegemónico, de fuertes inclinaciones autoritarias.

Se habló de “bonos de lealtad” con financiamiento venezolano, el Ministerio de Defensa recibió la porción del león en el Presupuesto General del Estado (26%), se entregó a las FFAA la ejecución del Bono Juancito Pinto y se puso a un interventor militar al frente de la Prefectura de Pando.

Entre los proyectos en carpeta están la ampliación del Servicio Militar Obligatorio, la compra de aviones rusos y la entrega a los uniformados de grandes proyectos de obras públicas, incluyendo la construcción de carreteras (¿se desplazó a la OAS para que los militares ejecuten la vía Villa Tunari-San Ignacio de Moxos?).

En contrapartida, el Alto Mando cooperó con Evo en aplastar las resistencias regionales en Sucre (La Calancha) y Pando, aceptó la consigna guevarista de “Patria o Muerte” y participa en mitines del Movimiento Al Socialismo.

Todo indica que, ante la creciente ola de conflictividad y la disidencia de las ex bases sociales del evismo, hoy galvanizadas por la movilización del TIPNIS, el gobierno apuesta por redoblar el Pacto Cocalero-Militar, encaminándose -como en Venezuela- hacia un régimen pretoriano…

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