La trágica muerte del profesional causó consternación en la población boliviana por las extrañas características del suceso. Este viernes se oficiará una misa en la parroquia San Agustín de La Paz, ubicada en la calle Mercado. Sus compañeros de trabajo de la ANF invitan a toda la comunidad participar de la ceremonia religiosa.
El periodista David niño de Guzmán (+). Foto: ANF
La Paz, 18 abr (ANF).- Este jueves se recuerda un año del fallecimiento del periodista David Niño de Guzmán quien se desempeñó como jefe de prensa de la Agencia de Noticias Fides (ANF). La trágica muerte del profesional causó consternación en la población boliviana por las extrañas características del suceso.
Este viernes, al cumplirse un año del fallecimiento del destacado periodista, se oficiará una misa en la parroquia San Agustín de La Paz, ubicada en la calle Mercado a las 9:30 horas. Sus compañeros de trabajo de la ANF invitan a toda la comunidad participar de la ceremonia religiosa.
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El cuerpo sin vida de Niño de Guzmán fue encontrado el 21 de abril de 2011 en una de las quebradas cercanas a la avenida René Zavaleta cerca del barrio paceño de Miraflores. Según las investigaciones, el periodista habría fallecido la madrugada del 19 a causa de la detonación de un artefacto explosivo.
La extraña muerte de Niño de Guzmán causó consternación en la población boliviana, instituciones nacionales de todo ámbito e incluso instituciones internacionales como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO) pidieron el esclarecimiento del caso.
El 8 de agosto de 2011, el fiscal asignado al caso, Sergio Céspedes presentó los resultados de las investigaciones e informó a la población que el proceso apunta a un suicidio.
El proceso de investigación priorizó la autopsia psicológica, un estudio que analizó los factores emocionales del periodista en los días previos al trágico 19 de abril. Además de las declaraciones de su entorno familiar y laboral del profesional, oriundo de la población potosina de Uncía.
En agosto, el fiscal asignado al caso, Sergio Céspedes, informó que luego de la evaluación de los resultados de toda la investigación “se ha determinado del análisis de todos los medios probatorios (que la muerte) se inclina más al suicidio”.
El Ministerio Público descartó que el caso se trate de un homicidio. En base a estudios en el lugar de los hechos, concluyó que Niño de Guzmán llegó sólo al lugar además informó que en la autopsia se evidenció que él “no tenía signos de violencia más que aquellos que le han provocado la explosión”.
La huella que dejó David
“Niño” nació un 30 de diciembre en Uncía, Potosí y estudió en la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca en Sucre. Como periodista David inició sus primeros pasos en la redacción del periódico La Razón, El Diario, Última Hora, Presencia y Cadena A en La Paz y trabajó en varias instituciones públicas antes de ocupar la jefatura de prensa de esta redacción de noticias de ANF.
Niño de Guzmán fue un apasionado del periodismo. “Un trabajo y oficio apasionante, vives la noticia y eres testigo de los hechos que caracterizan a Bolivia y el mundo, el periodismo hay que vivirlo día a día”, escribió en su perfil de la red social Facebook.
Justamente las redes sociales el canal para que los familiar, amigos y colegas le expresen póstumamente el gran aprecio y admiración que sentían por David. Justamente, la calidad humana y profesional de David derivó en que, por ejemplo, un reciente torneo de la Federación de Trabajadores de la Prensa de La Paz lleve su nombre.
Recién conocida la trágica noticia, el director de la ANF José Gramunt de Moragas, S.J., en un escrito destacaba las cualidades de Niño de Guzmán entre las que citó “el criterio prudente y mesurado” de sus notas periodísticas.
“En tan penosa circunstancia tengo el deber de resaltar las cualidades de nuestro amigo y colaborador David. Su carácter afable le ganó el aprecio de todo el personal de la Agencia, así como mi agradecimiento y afecto como fiel y eficiente colaborador. Su formación y su experiencia profesional le mereció el cargo de jefe de redacción”, señalaba Gramunt.
Rolando Flores, periodistas y “paisano” de David Niño de Guzmán relató “fue quizás la persona que sentía más orgullo por el terruño que lo vio nacer, Uncía en el norte de Potosí, al que la vez que podía escapaba para visitar a su mamá, pero también para abstraerse del diario y agitado vivir de un inquieto periodista”
“Y es que eras un bailarín. Lo testimonia tu "pandilla" de la Diablada de tu amada tierra natal, Uncía. Bailabas en las calles hasta sin disfraz. Y el que baila nunca está triste. Por lo que escriben decenas de tus amigos de Facebook, tu amabas la vida, a tu familia, tu profesión. Te disgustaba la violencia”, escribió el periodista Hernán Maldonado en su columna Tierra Lejana.