“Una casa dividida contra sí misma no puede prevalecer”*

Ismael Schabib Montero**

VICEALMIRANTE SCHABIB Tener un territorio diverso tiene sus ventajas, como la variedad del paisaje y la riqueza que puede atesorar esa diversidad. En la distancia y en el tiempo puede también crear culturas diferentes, una población aislada, dicen los entendidos, crea una sociedad muy conservadora aferrada a sus costumbres aunque estas no sean las mejores. Sin embargo una de las facilidades que ofrece el desarrollo de las comunicaciones mediante la electrónica y la construcción de infraestructura vial, es la integración. En la actualidad difícilmente pueden existir regiones aisladas.

Se le atribuye al poeta Goethe haber expresado “No temo por la división del pueblo alemán con el desarrollo de buenos ferrocarriles”.



En nuestro país existen departamentos a los que todavía cuesta llegar por una vía que no sea la aérea. Santa Cruz, región que se inscribía entre las olvidadas, es un ejemplo de cómo un departamento integrado a la vida nacional puede progresar. Se puede pensar que algunos departamentos fueron “olvidados” por insolidaridad del centralismo o por falta de Estado, por falta de capacidad, falta de poder económico de los gobiernos para atenderlos, en esa situación la gente afectada, resignada a su suerte, hacía lo que podía soportando la carencia de salud y educación, amén de los daños que causaba y causan las inundaciones, sequías y otros.

Es innegable que la familia boliviana estaba integrándose, hasta la llegada de este gobierno, al que se le ocurrió acentuar nuestras diferencias, relegando al mestizo que es mayoría, exigiendo, que se hablen obligatoriamente idiomas en vías de extinción, aunque podamos tener un punto de encuentro en el castellano, descubrió la existencia de más de treinta naciones que habitan en Bolivia, algo poco creíble, pero se puede aceptar la presencia de tres pueblos y de varias etnias muy pequeñas. Como se sabe, el Sr. Vicepresidente en una de sus obras*** sostiene que “A diferencia del resto de las identidades indígenas, la aymara ha creado desde décadas atrás élites culturales capaces de dar pie a estructuras discursivas con la fuerza de reinventar una historia autónoma…” según él, en la región donde habitan los aymaras, en el Departamento de La Paz, aprendió a “amar y matar”. Estas son expresiones de racismo puro que van en contra flecha con la bolivianidad.

Pero el Sr. Presidente también tiene lo suyo como disociador, durante la campaña electoral para gobernadores y alcaldes (2010) sostenía que sólo trabajaría con gobiernos regionales afines a su partido, discurso que parecía una forma de convencer y nada más, llevar agua a su molino, porque un presidente debe gobernar para todos, pero gente que por alguna razón ha conversado con él, le ha presentado iniciativas de desarrollo, afirma que, efectivamente proyectos que se podrían encarar en regiones donde gobiernan los opositores reciben el veto inmediato de su parte, castigando a todos los que viven en ellas, como indicador de “cero” democracia.

El Presidente del Perú, Ollanta Humala, en su primer discurso oficial, expresó: “Soy presidente de todos los peruanos, de los que votaron por mi y de los que no votaron por mí…” eso es elemental, la actitud del Sr. Evo Morales no tiene excusa, es una de las tantas razones para que el pueblo boliviano considere elegir el 2014 a un candidato que nos ofrezca la garantía que a pesar de cualquier diferencia, en esta patria diversa, gobernara Bolivia para los bolivianos, mantendrá la casa unida para que prevalezca.

* Abraham Lincoln, 1858

**Vicealmirante de la República de Bolivia

***Autonomías Regionales Indígenas y Estado Multicultural