Bolivia “rasguña” los cielos

Guillermo Capobianco Ribera

CAPOBIANCO OK La prensa especializada estima que en este momento, en Bolivia, se construyen aproximadamente 1.000 edificios de entre diez y doce pisos promedio, en las áreas céntricas de las ciudades del “Eje” La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

Un ochenta por ciento corresponde al crecimiento de la ciudad de Santa Cruz que dio un cuarto de conversión a la matriz de su desarrollo urbanístico que fue dominantemente horizontal para asumir la “vanguardia” del crecimiento urbano vertical.



Bolivia en esta fase “rasguña” los cielos.

Ahora que la Europa de los 27 se estremece con la crisis del déficit fiscal, la deuda “soberana”, los rescates financieros y el desempleo, es bueno recordar que América Latina y el viejo Continente empezaron casi juntos la tarea de la reconstrucción después de la Guerra y la del desarrollo económico y social después del triunfo de la Revolución en Cuba.

La señal de “largada” se la hizo con dineros de Estados Unidos; el Plan Marshall- unos 100.000 millones de dólares de la época – para la reconstrucción del Continente Europeo y mucho menos, tal vez la mitad, para impulsar a los países “subdesarrollados” de América Latina, para “salvarles” del peligro comunista.

La “operación” en Europa fue exitosa por los resultados de su proceso de integración, al punto de haber logrado incluso la creación de una moneda común -el euro- y la expansión de su economía.

Sin embargo algo se hizo mal: “vivieron desde el inicio” decía un importante funcionario del Gobierno Departamental de Santa Cruz con un lujo exagerado, como en un hotel de 5 estrellas.

En América del Sur la excepción -aunque no parezca- fue la Bolivia Republicana y Democrática en Revolución y en proceso de integración; Bolivia, el país de la diversificación económica y de la conquista de soberanía territorial mediante la “marcha hacia el oriente” y el desplazamiento masivo espontáneo y planificado de miles de ciudadanos del país andino hacia el oriente productivo.

País productivo-agroindustrial y exportador básicamente de alimentos que acompañó hasta ahora la producción y exportación de gas natural y de minerales.

“Guabirá” es el símbolo de la primera fase de la Revolución Nacional con una producción de excelencia; mercados en el exterior y su estructura accionaría corporativa de productores cañeros, trabajadores fabriles y empresarios industriales.

Hasta ahora el Ingenio Azucarero Guabirá ha sido lo más avanzado que tuvo el país en materia de “unidad productiva” de carácter social, que sólo será superado por el Mega Proyecto Sucro-Alcolero “AGUAÍ” en proceso actual de instalación, para producir desde este año 100 millones de litros de alcohol desde una superficie cultivable de 300.000 Hc con una inversión de 100 millones de dólares, propiedad corporativa de un grupo empresarial liderizado por el empresario cruceño Pily Roda.

Con la garantía del propio emprendimiento, el financiamiento corresponde a la Bolsa Boliviana de Valores, sin compromiso alguno con los entes tradicionales de financiamiento.

Es una paradoja, pero al parecer, medio siglo después, desde el centro de Sudamérica, Bolivia será proveedora privilegiada de alimentos a la Unión Europea estremecida hoy por la crisis económica y el desempleo.