Boyán asegura que la golpearon; viceministro dice que sólo hubo exceso

Agresión de una enfermera agrava el conflicto de salud en Bolivia. El Gobierno solicitó la intervención de la Fiscalía para que investigue el caso.

Boyán asegura que la golpearon; Pérez dice que sólo hubo exceso

Reacción. Gobierno solicitó la intervención de la Fiscalía para que investigue el caso.

image La Razón / La Paz



Visita. La enfermera Leonor Boyán en el Hospital del Tórax, junto con Yolanda Herrera, de DDHH.

Leonor Boyán, la enfermera internada en el Tórax, testimonió ayer que varios policías la golpearon con puños y rodilla, la arrastraron de los cabellos y la patearon el jueves cuando fue detenida. El Gobierno aseguró que no hubo ni tortura ni golpiza, sino “algún tipo de exceso”.

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El jueves, Boyán fue internada por un contingente policial en el Hospital de Clínicas y luego conducida a la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital del Tórax, según los galenos con un shock emocional e insuficiencia renal, luego de que participó en la manifestación de los médicos que derivó en un enfrentamiento con la Policía. Ella fue acusada de arrojar una piedra en contra del viceministro de Gobierno, Jorge Pérez, aunque éste contó que ella le confesó que la versión no es correcta.

Ayer se conoció el testimonio de la afectada. “Me resistí, hice fuerza y ahí me golpearon con las rodillas, con los puños. Yo sentí que me estaban forzando mucho, que me estaban golpeando. He sentido también que me patearon”, relató a los medios de comunicación en la madrugada de ayer. Dijo que fue detenida por un grupo de policías, que la forzó a ingresar primero a “un callejón” y luego a un “radiopatrullas” para ser conducida a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), de donde fue derivada al Hospital de Clínicas.

En la noche, Pérez convocó a los medios de comunicación para dar a conocer una versión oficial. Dijo que de acuerdo con el parte del médico forense, cuyo nombre señaló que no se acordaba, “ella no presenta lesiones por contusión directa ni en el tórax, ni en el abdomen, ni en la cabeza, ni en los miembros superiores ni inferiores”.

Indicó que en vista de este informe se puede concluir que Boyán “no sufrió ningún acto de tortura, no sufrió una golpiza, aunque sí hubo algún tipo de exceso”. Por esta razón, señaló que solicitó a la fiscal Betty Yañíquez el inicio de un proceso investigativo para determinar las circunstancias e identificar a los responsables si es que los hubiese.

De acuerdo con Boyán, el grupo de policías que la detuvo intentó tomarle una fotografía, pero ella se negó, y entonces fue golpeada. Indicó que ella tuvo que mentir y decirles que estaba embarazada para que dejen de maltratarla, pero cuando dejaron de hacerlo sintió fuertes dolores en la espalda y en el vientre. Relató que por esta razón los efectivos la levantaron en brazos, pero un oficial hizo que la suelten y cayó pesadamente al suelo. Y este uniformado la arrastró de los cabellos.

Según la versión del viceministro Pérez, los policías detuvieron a cuatro personas, tres hombres y una mujer, después de que esa autoridad recibió una pedrada en la cabeza. Éstos, señaló, fueron conducidos al Comando Departamental de la Policía, donde los uniformados intentaron tomarle una fotografía a Boyán, pero ésta se resistió y se habría arrojado al suelo.

Dijo que luego los uniformados la levantaron para introducirla a un radiopatrullas con destino a la FELCC. Allí, señaló, no ingresó a ninguna celda y se sentó en los pasillos, de donde luego fue conducida por los policías al Hospital de Clínicas.

Aseguró que, según el parte médico de ingreso de la paciente, ésta presentaba un estado de shock, pero no se debatía entre la vida ni la muerte, y presentaba dolores en los brazos y la rodilla. Pérez indicó que el forense descartó insuficiencia renal.

Esta autoridad informó que visitó a Boyán, la madrugada de ayer, y le anunció que se investigará si hubo agresiones, pero también si los médicos estaban faltando a la verdad.

‘Es un gran teatro’

VERSIÓN

De acuerdo con la página digital Oxígenobolivia.com, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, calificó este incidente de “un gran teatro”, porque la enfermera internada Leonor Boyán “ha mentido, dijo que estaba embarazada, pero resulta que no, todo es un gran teatro”.

Las lesiones musculares afectaron al riñón

Leonor Boyán tiene una lesión renal aguda que, según el informe médico del Instituto Nacional del Tórax, se ha producido como consecuencia de múltiples lesiones musculares.

Éstas llevaron a la necrosis de los músculos, es decir, a su muerte, lo que provocó que liberen una sustancia llamada mioglobina que se filtró en el riñón de la paciente, y que a su vez dañó ese órgano.

La creatinina, una sustancia excretada por el riñón e indicadora de su estado, se ha duplicado en la paciente, lo cual ha disminuido la función renal entre el 25 y 50%.

La lesión de Boyán es, según los médicos, habitual en personas que han estado en derrumbes.  Pero las causas que ocasionaron las lesiones serán determinadas por un informe forense.

El jefe de la Unidad de Urgencias del Hospital de Clínicas, Óscar Romero, explicó que la enfermera está recibiendo un tratamiento para evitar que pierda el riñón, algo que podría ocurrir si es que no recibe el tratamiento adecuado.

Indicó además que Boyán fue internada en la Unidad de Terapia Intensiva de este centro por la insuficiencia respiratoria que presentaba a su llegada al área de Emergencias del hospital.

Romero relató que alrededor de seis policías acompañaban a la enfermera, además de algunos compañeros suyos, pero que no había familiares. “Ellos (los policías) me dijeron que estaba en calidad de detenida, que ya estaba detenida en la FELCC y que se sintió mal”. El jefe de Urgencias dijo que les solicitó que abandonen el lugar. 

El director nacional de la FELCC, Jorge Toro, señaló el viernes a La Razón que Boyán “ni está detenida, ni arrestada”.

‘Me han arrastrado de los cabellos’

“Muchos uniformados me agarraron atrás. ‘¿Qué ha pasado, por qué me están agarrando?¿Por qué me alejan?’ y no me dieron ninguna explicación. Me arrastraron, me empujaron y me metieron en una especie de callejoncito. Y ahí me arrojaron al piso”, relató Leonor Boyán sobre cómo fue detenida, golpeada e introducida a un radiopatrullas.

“¿Por qué me van a sacar una foto?, yo no soy delincuente, no he hecho nada malo”.

“Me resistí, hice fuerza y ahí me golpearon con las rodillas, con los puños. Yo sentí que me estaban forzando mucho, que me estaban golpeando. He sentido también que me pateaban”.

“Yo les tuve que mentir, por necesidad, por no recibir más agresión. Les dije que estoy embarazada. ‘No me hagan por favor’, ahí recién me soltaron”.

“Pero me empezó a doler el vientre bajo, la espalda, y eso fue aumentando”.

“Dos policías me estaban llevando alzada, y a lo así entró un uniformado, no sé su grado, pero era un alto, entró prepotente, abusivo. Y dijo, ‘¿todavía la van a sacar en brazos? Perra y mierda’, así disparates me ha gritado”.

“Me agarró de los pelos, me bajó de los brazos y caí con fuerza al piso, y me arrastró hacia afuera de los cabellos. Y luego a empujones me ha metido a la patrulla”.

Agresión de una enfermera agrava el conflicto de salud

A 49 días de conflicto y 38 de huelga de hambre.

La salud de Leonor Boyán es delicada. Las Naciones Unidas, el Defensor del Pueblo y Derechos Humanos piden una rígida investigación.

EL DÍA, 13 de Mayo, 2012

Mientras los salubristas y el gobierno mantienen firme sus posiciones que evitan llegar a un encuentro y solución definitiva, la agresión de parte de  los efectivos policiales a la enfermera Leonor Boyán, sucedido  la semana pasada en la ciudad de La Paz, pone más tensa la situación del conflicto de salud que ya lleva  49 días de paro y 29 de huelga de hambre. Este hecho ha repercutido en las instancias humanitarias del país y el mundo.

La ONU se pronuncia. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia expresó su preocupación por las consecuencias de las protestas sociales sobre el derecho a la salud y el acceso de la población boliviana a los servicios, informaron el sábado fuentes de ese organismo.

"La protesta impulsada durante más de 40 días por los trabajadores del sector salud, sumada a las otras demandas de los otros actores sociales, está causando un impacto significativo y preocupante sobre el derecho a la salud y el acceso a los servicios de la población boliviana", remarca un comunicado de prensa de la ONU.

Insta a los protagonistas de las protestas a "respetar el marco normativo internacional y nacional", evitando todo tipo de conducta susceptible de afectar la vida, integridad y salud de las personas, incluyendo la de ellos mismos

Defensoría y DDHH. La Defensoría del Pueblo tomó conocimiento de la presunta agresión física que habría recibido la enfermera Leonor Boyán, por parte de efectivos policiales después de ser detenida por supuesta agresión al viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez el pasado jueves cuando intentó persuadir a los estudiantes universitarios y trabajadores en salud que estaban en inmediaciones del Ministerio de Salud exigiendo la abrogación del Decreto 1126.  Boyán fue detenida ese mismo día por fuerzas del orden del Ministerio de Gobierno, lo que habría derivado en una agresión con signos de tortura.

La presidente de la Asamblea de los Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Yolanda Herrera, informó la mañana de este sábado que la enfermera Leonor Boyán le confirmó que fue víctima de vejámenes y malos tratos por parte de efectivos policiales. "Queremos condenar cualquier hecho que haya sucedido y que haya vulnerado los derechos humanos. Hemos tomado conocimiento de voz de la propia víctima que ella habría surgido golpes, ella nos confesó que tiene dolores a pesar de los calmantes", afirmó la represente de Derechos Humanos.

Para Gregorio Lanza, Jefe Nacional de Conflictos de la Defensoría del Pueblo, se debe investigar de dónde partió la orden y si los agresores fueron efectivos policiales o agentes del Ministerio de Gobierno. “Se trataría de una gravísima violación de los derechos humanos" precisó a la agencia Erbol.

Piden no agrandar el problema. En contacto con los medios de comunicación, la enfermera Boyán, hospitalizada en el Instituto Nacional del Tórax de La Paz, señaló ayer en medio de lágrimas y dolor, que la madrugada de ayer fue visitado por el viceministro de Gobierno,  Jorge Pérez y un fiscal, quienes le habrían pedido no hacer grande el problema. Ella solo atinó a decir que solo decía la verdad. “Me dijeron que no haga problemas, pero aquí nadie está mintiendo”, dijo la afectada llorando.

En ese tono narró que ese día fue sometida por uniformados y agentes de inteligencia. "Me trataron muy mal. Estaba como unas dos horas con los dolores retorciéndome, luego me trajeron al hospital de Clínicas porque les dije que quiero ir al médico, luego me internaron”, relató la víctima.

Dijo además que tuvo que invocar que estaba embarazada para que dejaran de golpearla y agredirla. Ella, según los médicos que lo atienden, aún se encuentra en terapia con un cuadro psíquico de estrés postraumático, que se produce por una situación severa y que físicamente está bajo el diagnóstico de insuficiencia renal aguda secundaria.

Repudio generalizado. En Santa Cruz, a tiempo de celebrar el Día Internacional de la Enfermera, los trabajadores y profesionales en salud repudiaron la acción del Gobierno. Anunciaron radicalizar acciones desde mañana. 

"Nosotros pensamos que este Gobierno era del pueblo. Ahora nos paga así, agrediéndonos como lo han hecho con nuestra compañera y colega".

Leonor Flores

Presidente del Colegio de Enfermeras  Santa Cruz

"Este Gobierno se ha ensañado con la compañera Boyán. Ahora sí estamos con la firme decisión de defender y no le tenemos miedo a sus acciones".

Robert Hurtado

Dirigente

"Si se confirma que fue una agresión, sería muy grave. Estaríamos retornando a la época de las dictaduras. Se debe investigar a fondo el problema".

Gueider Salas

Presidente del Colegio Médico Santa Cruz.