Desenlace incierto

Alianzas indígenas

Datos ejecutivos

Versionero político



Desenlace incierto

Despierta la oposición

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Represalias tributarias

Los pecados de Repsol

Nº 1223 – AÑO XXIII – [email protected]


Alianzas indígenas

Como creado por un mago muy oportuno, en Potosí surgió un tema que alimenta el debate del ambientalismo, tema en que el gobierno se declaró en contra.

Los indígenas de Mallku Cota no aceptan la presencia de una empresa minera que se propone explotar la riqueza de la zona contaminando el agua que ellos usan para la agricultura.

Con criterio político muy ágil, los dirigentes de la CIDOB incluyeron el caso del mencionado yacimiento minero entre sus exigencias para la IX marcha del TIPNIS.

El temor del gobierno es que si avanza la campaña ecologista, pronto se vea obligado a expulsar a la empresa coreana Kores, que está explotando el cobre de Corocoro.

Los “pacaajes” dicen que el método hidrometalúrgico que se usa en esa mina contamina las aguas de la zona y hace inútiles miles de hectáreas que eran dedicadas a la agricultura.

El ambientalismo se ha convertido en una pesadilla para el presidente Morales que comenzó abrazando la causa, hasta que se percató de que sus compañeros cocaleros son lo contrario de los ambientalistas.

Morales llegó a pronunciar la frase clave de este debate: “El ambientalismo es la nueva forma del colonialismo”.

Esta frase ayudó a Morales a abrir el corazón de Dilma Rousseff, ahora también empeñada en una guerra contra el ambientalismo, como que ha dado total impunidad a quienes quieran acabar con los bosques del Amazonas.

Sólo cuando Morales pronunció aquella frase fue que la señora Dilma aceptó hablar con él, perdonándole por haber “nacionalizado” las explotaciones de Petrobrás cuando ella era ministra del ramo en el gobierno de Lula da Silva.

En Brasil los movimientos ecologistas son mucho más débiles, proporcionalmente, que en Bolivia. Ahora Evo Morales está enfrentado a uno de los movimientos ambientalistas más imaginativos y más revoltosos de Sudamérica.

Datos ejecutivos

Petroleras: Según el CEDLA, una eventual nacionalización real de as empresas petroleras le costaría el Estado US$ 645MM, mucho más de lo que pagaron las capitalizadotas.

Subvención: El presidente Morales volvió a la carga en el tema de la posibilidad de aumentar el precio de los carburantes. Dijo que la subvención llega ahora a US$ 800MM.

Impuesto: El ministro de Economía dijo que está en preparación el impuesto adicional al sistema financiero, pero que el plazo vence a fin de año.

Urea: El gas boliviano servirá para dos plantas de urea en Brasil, a pesar de que el 2010 YPFB descartó la posibilidad de entregar gas a una empresa boliviana que tenía el equipo para producir urea en Warnes.

Jindal: La empresa hindú está esperando la decisión del gobierno para saber si se queda o se va del país.

Aerosur: El empresario norteamericano William Petty quiere invertir US$ 20MM para mantener en operaciones a la empresa Aerosur.

Flujo: Según la fundación Populi, el flujo de pasajeros y carga para el servicio aéreo en Bolivia creció en 11,2% por año desde 2006 hasta ahora.

Alimentos: Las importaciones de alimentos disminuyeron en 14% en valor pero más de 23% en peso durante el primer trimestre de este año en comparación con similar periodo del año pasado.

Arroz: Los productores de arroz reportaron pérdidas provocadas por la demora del gobierno en autorizar exportaciones.

Papa: El gobierno prohibió la importación de papa del Perú a pesar de que los controles fronterizos son casi inexistentes.

Argentina: El gobierno prohibió las importaciones de jamón crudo español, que el año pasado comprendieron 274 toneladas por un valor de US$ 1,7MM.

Lutitas: En marzo pasado, la producción de gas procedente de lutitas en EEUU fue de 27 billones de pies cúbicos, frente a 20 billones de hace un año y 12 billones de hace dos años.

Versionero político

• Un último pedido de Bs 5MM por parte del gobernador de Cochabamba para financiar la Asamblea de la OEA pone nerviosos a los diplomáticos.

• Cuando faltan tres semanas para la cita, hay muchos cabos sueltos en la organización de la asamblea.

• El gobierno tiene la intención de ceder en muchas cosas ante las exigencias sindicales sólo para garantizar tranquilidad en los días de la asamblea.

• El ministro Quintana está preocupado porque en el TIPNIS hay muy pocos indígenas que quieran recibir regalos.

• ENTEL celebró el aniversario de su nacionalización con una fiesta en el Radisson que costó US$ 100.000.

• William Petty, el comprador de Aerosur, está recibiendo ofertas para controlar también el LAB.

Desenlace incierto

Las heridas que ha recibido el gobierno de Evo Morales la semana pasada fueron tan grandes que en este momento resulta difícil predecir el desenlace de esta crisis.

Derrota dolorosa: La peor derrota del gobierno fue la derrota de los transportistas porque mostró a un pueblo paceño decidido a derrotar al principal aliado del masismo.

La derrota de los transportistas fue la demostración de que la principal ciudad del país no está dispuesta a doblegarse ante un “movimiento social” obediente y servil al gobierno.

La capitulación de los transportistas fue firmada por sus líderes, pero detrás de ellos estaba la voluntad del gobierno de reducir a un alcalde opositor.

Alcalde odiado: Todas las cartas del gobierno habían estado dirigidas a conseguir la capitulación del alcalde Luís Revilla, pero los paceños parecen tener otros planes, porque fueron capaces de repudiar a los transportistas para que se rindan.

Para Revilla, esto significa que podrá aplicar su plan de modernización del sistema de transporte de la ciudad sede de gobierno, pero para el balance general de la política boliviana es la peor derrota política del gobierno. Herida incurable: Ningún gobierno puede sobrevivir a una derrota en La Paz.

Barrios enteros decididos a expulsar a los transportistas fue la señal de que la reforma tenía el apoyo popular, aunque todos sabían que la repulsa estaba dirigida al esquema que maneja el gobierno.

Médicos indómitos: Los trabajadores de la salud pública se ocuparon de propinar la segunda derrota al gobierno, que había apostado, esta vez de manera desembozada, a doblegar a los médicos y sus aliados, que resultaron más grandes de lo que el gobierno calculaba.

La Central Obrera Boliviana (COB) fue el tercer frente donde se vio una derrota del gobierno, con una huelga general que cuestiona la asignación de recursos de una gestión que privilegia al sector informal e ilegal de la economía.

Pobres marchistas: Por último, la IX marcha de los pueblos indígenas de las tierras bajas, que rechaza un proyecto de ampliación de los cocales, esta vez en el parque TIPNIS, completó la desazón del gobierno.

Una pequeña marcha que avanza contra viento y marea hacia La Paz, ha hecho más aliados que los que pudo hacer el gobierno, pues ha conseguido el apoyo de los pueblos originarios del altiplano opuestos a proyectos que ponen en riesgo el medio ambiente.

Pachamamismo resucitado: El viceministro César Navarro dijo este fin de semana que detrás de la marcha del TIPNIS está ahora la causa para frenar el proyecto minero de Corocoro, en La Paz, donde opera una empresa coreana, el proyecto de Malku Cota, en Potosí, e incluso el de la explotación del hierro del Mutún, en Santa Cruz.

Clases medias: Las alianzas urbanas del gobierno fueron derrotadas, las clases medias le dieron un revés y los pueblos indígenas le dijeron no a su inclinación extractivista, contraria a la Pachamama.

Solamente los cocaleros del Chapare se mostraron leales al gobierno, con una marcha, muy disminuida, en Cochabamba.

La soledad del cocalero quedó patentizada la semana pasada. Y sigue siendo difícil predecir el desenlace.

Despierta la oposición

Todavía sin cabeza, la oposición política va despertando de la larga modorra en que estuvo sumida a raíz de los espectaculares triunfos electorales del gobierno de Morales.

Mediciones oportunas: Las encuestas muestran una dramática caída de la popularidad del presidente, caída que sólo una elección sería capaz de confirmar o descartar.

El gobernador de Beni, Ernesto Suárez, destituido de manera irregular, renunciará a su cargo en estos días, dando lugar a que se mida la aceptación del masismo en ese departamento mediante una elección popular.

Una tercera derrota: Sabe Suárez que su renuncia podría provocar la tercera derrota electoral consecutiva del gobierno en elecciones populares, después de Sucre y Quillacollo.

Está en la expectativa nacional la posibilidad de que el gobernador de Tarija, Mario Cossío, también destituido de manera irregular por el gobierno, renuncie al cargo desde su exilio y lleve a otra derrota del masismo.

Enemigo ubicuo: La oposición sigue estando sin cabeza, lo que es providencial para algunos observadores agudos, pues impide al gobierno señalar a sus rivales para proponerse destruirlos con todos los medios que tiene a su alcance.

El gobierno quisiera mostrar que existe una oposición muy activa y eficiente, para responsabilizarla por todo lo que ocurre y que lleva a la necesidad de una nueva medición de las preferencias políticas en el país.

Golpes a ciegas: La semana pasada, el gobierno culpó de la marcha del TIPNIS y de la huelga de los médicos a la oposición, pero quizá sea una acusación excesiva, dada la estatura actual de la organización de los opositores.

Saben los marchitas indígenas que cuanto más se aproximen a la sede de gobierno crece su fuerza, mientras que los médicos han mostrado que no necesitan aliados políticos, porque las enfermeras y los estudiantes de cada una de las carreras hacen un ejército capaz de librar grandes batallas.

Ejército blanco: El error del gobierno en esta batalla contra los médicos fue no haber medido la amplia pirámide social que está debajo de esos profesionales. Que se movilicen miles de enfermeros, estudiantes de enfermería, médicos y estudiantes de medicina, así como los profesionales en ejercicio en todas las calles del país resultó una sorpresa para muchos, pero sobre todo para el gobierno.

Sutileza paceña: La peor derrota fue la que el gobierno sufrió en La Paz, por un mal cálculo. Creyó el gobierno que los transportistas iban a obligar a que la gente condene al alcalde y lo lleve a la renuncia, pero los paceños mostraron una sutileza política muy grande cuando decidieron despreciar a los transportistas sabiendo que de esa manera estaban despreciando al gobierno.

Revilla en la mira: En una lectura torpe de las cosas, el gobierno optó por no darse por aludido con esta derrota, pero todos los demás bolivianos entendieron de qué se trató esta nueva lección que dan los paceños.

Quizá el alcalde Revilla sea capaz de capitalizar este triunfo, pero no parece estar convencido de que puede aspirar a más. Este fin de semana dijo que no asistiría a la ceremonia preparada en Trinidad para la renuncia de Suárez, con lo cual demostró que su horno no está para bollos.

Represalias tributarias

Los médicos habrán ganado la batalla política al gobierno, obligándolo a retroceder en su propósito de aumentarles de seis a ocho las horas diarias de trabajo, pero el gobierno se ha vengado lanzando contra las clínicas privadas un escuadrón de inspectores del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN).

Comandos tributarios: En el curso de 24 horas, de un total de 316 consultorios médicos y clínicas, 107 fueron clausuradas y 114 se adhirieron a la cláusula de la convertibilidad, por la cual deberán pagar una multa equivalente a diez veces los montos evadidos. La recaudación de esta operación comando significó un ingreso de Bs 107.970, dijo Roberto Ugarte, director del SIN.

Se sabía que el SIN es una repartición controlada por el vicepresidente Álvaro García Linera, así como ENTEL y los medios de comunicación del Estado, además de la Aduana, pero lo que no se sabía es que era usada como arma de represalia política.

Objetivo errado: Si los médicos no hubieran hecho la huelga, cientos de consultorios y clínicas hubieran podido seguir evadiendo el pago de impuestos, pero esta vez la orden fue precisa: había que dar un golpe certero a los médicos, aunque sólo a los que tienen consultorios y clínicas. Los que hicieron la huelga eran los otros.

Evasores sobre ruedas: Los transportistas, que también estuvieron en huelga, no fueron molestados porque, como se sabe, ellos no pagan impuestos por las ganancias que tienen debido a un sistema de alianzas que mantienen con diferentes gobiernos.

Entre los evasores autorizados están los cooperativistas mineros, que son responsables de 40% de la extracción de recursos no renovables, y su exportación.

Aliados políticos: Otro sistema de alianzas políticas preserva a los cooperativistas mineros de tener que pagar impuestos, cuando el gobierno anuncia para el sector privado un sistema por el cual el pago será de más de 50% de las utilidades.

Ayuda a entender la magnitud de esta evasión la declaración hecha por el ministro de Economía y Finanzas, Luís Arce Catacora, quien dijo: "en los últimos seis años, el TGN comenzó a depender menos de los ingresos tributarios mineros y de hidrocarburos, para elevar sus ingresos con el cobro de otros tributos, producto del aporte de los bolivianos a través del consumo interno".

Mano blanda: Respecto de los hidrocarburos lo que se sabe es que la política tributaria está en retroceso, conforme avanza el deseo del gobierno de incentivar las inversiones del sector. El año pasado la devolución de “costos recuperables” a las petroleras fue por US$ 760MM, comparado con US$ 806MM invertidos.

Mano más blanda: El ex ministro de minería José Pimentel dijo que el año 2010, la empresa San Cristóbal pagó US$ 30MM de impuestos a pesar de haber tenido exportaciones por más de US$ 3.000MM.

Según Arce Catacora, al mismo tiempo que disminuye la dependencia del fisco de los impuestos al sector minero y petrolero, aumenta la recaudación tributaria aplicada al consumo interno.

Lo sagrado: Otro gigantesco sector evasor de impuestos es el de los cocaleros. Pero eso es recinto sagrado para las autoridades tributarias.

Los pecados de Repsol

Carlos Abrl Suárez y Gustavo Búster enumeraron algunos de los pecados cometidos por Repsol, la empresa que fue despojada de YPF en Argentina y que está consolando.

Repsol compró YPF, la mayor empresa argentina durante décadas, en 1997 mediante una operación viciada de irregularidades que hoy olvidan los defensores de la "seguridad jurídica". Hija de una ingeniería jurídica aportada por la consultora de Henry Kissinger y de los cabildeos de los más importantes personeros del PSOE y del PP, Repsol cayó en su propia trampa.

Durante su gestión privilegió la rentabilidad de la compañía a expensas de la inversión en exploración y de las reservas. Hay estudios que demuestran cómo los beneficios generados por YPF financiaron la expansión de Repsol en otras partes, con la pretensión de ser una transnacional que buscaba sentarse a la mesa de los grandes jugadores del negocio petrolero mundial. En la estrecha mirada de la financiarización la cosa funcionó: pagó por YPF una bicoca y la ordeñó hasta extenuarla. Mientras mantuvo el control de YPF se calcula que Repsol tuvo beneficios netos por más de 16.000 millones de dólares y repartió dividendos por 13.246 millones.

Ya en el primer año del gobierno de Néstor Kirchner los números eran alarmantes, las inversiones de YPF y del resto de las petroleras habían caído más del 50 por ciento con respecto al comienzo del Siglo, que por cierto no eran muy saludables en tiempos del desplome del gobierno de Fernando de la Rúa. Sin embargo, la verdadera historia del vaciamiento se la llevarán a la tumba Alfonso Cortina y Antonio Brufau.

Entre los múltiples interrogantes está el motivo por el que YPF-Repsol pasó de distribuir 430 millones de dólares por año a los 1.419 millones de promedio anual pagados entre 2003 y 2010. Algunas de las respuestas las tiene el propio gobierno argentino que acordó con los directivos de la compañía la estrategia general y cuyos representantes en el directorio de Repsol-YPF aprobaron sin objeción todos los balances.

El gobierno argentino salió fortalecido políticamente de esta operación, con una iniciativa que supo convertir la necesidad en una virtud. Oxígeno necesario en momentos de una caída de la imagen a pocos meses del triunfo electoral, por acusaciones de corrupción que involucran al vicepresidente, Amado Boudou, la catástrofe ferroviaria de febrero último, que precipitó la renuncia del secretario de Transporte, y una ola de huelgas y conflictos sociales.

La Argentina enfrenta una grave crisis energética, que paradójicamente se profundiza con el crecimiento del PBI de los últimos años, pasando en una década del autoabastecimiento en petróleo y gas a desembolsar más de 9.000 millones de dólares en 2011 por importación de hidrocarburos, con números en aumento para este año.

Sin embargo, el gran impacto simbólico de la recuperación de YPF no alcanza para explicar los interrogantes sobre el futuro de la empresa y salir del déficit de la balanza energética. En primer lugar pocos ponen en duda que durante la administración Kirchner existió una luz verde para que las compañías petroleras exportaran sin limitaciones, con libre disponibilidad del uso de las divisas, sin ser auditadas por el Estado ni obligadas a realizar inversiones.