Después de sufrir un asalto, Saúl quedó 25 días en coma

“Voy a hacer algo, ahora voy a vivir de verdad”, dice el joven. Luego de haber estado en una discoteca, el joven de 27 años fue asaltado. Tras dos meses de estar internado, médicos se sorprenden de su recuperación.

imagePágina Siete / La Paz, Bolivia

Saúl aparece en la sala de su casa con una sonrisa. Apoyado en un “burrito” camina despacio, pero no deja de estar erguido. “Estoy más delgado ¿no?”, bromea mientras se sienta para empezar la entrevista. Hace dos meses fue asaltado y estuvo en coma durante 25 días. Dejó el hospital y ahora se recupera y asegura que tiene más ganas de vivir que nunca.



¿Cómo se siente después de dos meses de haber salido de coma tras el atraco?

Me siento muy bien, me estoy rehabilitando, falta poco para que me recupere por completo. Ya es cuestión de tiempo y más que todo de fuerza de voluntad que me la da Dios todos los días.

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Es difícil tener que recordar lo que pasó, pero es necesario para que la gente sepa…

La madrugada del 4 de marzo fui asaltado. La noche antes asistí a una discoteca, cuando salí decidí caminar hasta mi casa y a tres cuadras me asaltaron. Los delincuentes me golpearon la cabeza con una botella. Aun así seguí caminando y quería llegar rápido a mi casa. En la calle me había visto el cuñado de mi papá y me llevó hasta mi casa.

¿Sufrió algún otro daño en su cuerpo?

Sólo sentí el golpe en la cabeza, pero no estaba sangrando, sólo me sentía muy mareado. Cuando me atacaron vi que eran tres muchachos, me imagino que eran polillas que estaban bebiendo y seguramente me vieron con cara de que tenía dinero.

¿Le robaron algo o sólo le golpearon y se fueron?

Me robaron mi flash memory y me dejaron la billetera porque no tenía ni un solo peso.

¿Cómo se enteraron sus papás de lo sucedido?

El cuñado de mi papá me llevó a la casa de él (su padre). Me empezaron a hablar y yo no entendía nada porque seguía mareado. Después me puse mal y no me acuerdo nada más. Mis papás me llevaron al hospital y entré en estado de coma.

¿Qué efectos dejó en su organismo el golpe que le dieron en la cabeza?

Afectó al hemisferio izquierdo de mi cuerpo y a mi capacidad motriz. Estoy en tratamiento y fisioterapia constantes. Ahora los músculos de mi hombro izquierdo se apoyan en la clavícula y me duele, entonces tengo que estar con un poco de reposo. Ahora me puedo parar, pero me cuesta tener equilibrio, por eso me hago ayudar con mi familia o con elburrito”.

¿Estuvo completamente inconsciente durante el tiempo que estuvo en coma?

Sentía como si estuviera soñando, veía los rostros de algunas personas conocidas pero nada más. No sentía nada más. Tenía un tubo a través del cual respiraba, incluso en el estómago me pusieron un tubo para que pueda ser más fácil respirar.

Después de haber vivido este pasaje amargo en su vida, ¿cómo se siente ahora?

Es como volver a nacer. Siento que es una segunda oportunidad que pocos tenemos. Tal vez Dios quiere que haga algo en esta vida y por eso no me fui y voy a hacer algo, ahora voy a vivir de verdad.

¿Qué ha significado para su familia todo lo sucedido?

Mis padres han sufrido mucho por lo que pasó, pero han estado conmigo siempre, al igual que mis hermanos. Nuestra unión se ha fortalecido. Mis amigos de colegio, de la universidad se han esforzado para hacer fiestas, rifas, colectas y tocaron música por mí, y eso no sé cómo agradecer. Yo llevo y llevaré todo eso en el corazón.

Por los comentarios de las personas cercanas, su recuperación ha sido muy rápida. ¿Qué le dijeron los médicos al respecto?

Ellos están sorprendidos también y me dicen que me tengo que recuperar pronto. Después de este tratamiento tengo que hacer hidroterapia para que mi hombro vuelva a su estado normal. Por ahora le tengo que enseñar a mi brazo izquierdo a sujetar los objetos, a tener fuerza, a cortar pan, entre otras cosas, y lo estoy ejercitando.

¿Qué es lo que le impulsó a seguir adelante cuando todo parecía perdido?

Lo que dicen los boxeadores: “sin dolor no se gana”. A veces para ganar hay que sufrir porque el camino fácil no te lleva a nada bueno. Mi fuerza de voluntad y mis deseos de seguir viviendo han hecho que me recupere rápido y me sienta bien ahora.

¿Y ahora cuál es la razón que tiene?

Quiero dejar testimonio de lo que me pasó y que uno puede salir adelante con voluntad. La gente no se debe rendir ni caerse porque rendirse es como no creer en sí mismo. Yo creo en mí mismo y en Dios, y a él le debo estar sentado aquí ahora.

¿Qué piensa de las personas que le hicieron daño?

No les deseo nada malo. Quisiera que cambien, que sepan lo que una familia ha sufrido por su violencia y que se den cuenta de que robar o matar no son los caminos que se deben recorrer en esta vida. Hay que esforzarse para ganarse la vida, aunque sea limpiando las cloacas.

¿Ha presentado la denuncia a la Policía?

No, después del asalto ya no quise saber nada más. Saliendo de esta pesadilla lo único que quería era descansar. He decidido olvidarme por completo.

¿Qué les dice a los jóvenes para que no pasen por lo que usted y su familia atravesaron?

Una persona, para divertirse, no tiene necesidad de beber. Hay que estar conscientes de que hay que llegar a la casa, que tienes un padre o una madre que está esperando por ti y se preocupa.

¿Qué tiene planeado hacer una vez que se recupere por completo?

Yo le ayudo a mi mamá en su restaurante y pienso seguir haciéndolo, y luego empezar a hacer mi tesis para graduarme de una vez de la universidad. Ésas son las cosas más importantes. Además, quiero que toda la gente que me ayudó en todo este tiempo sepa que en mí tienen un amigo en quien confiar.

Su madre dejó de trabajar para cuidarlo día y noche

La madre de Saúl, Isabel Alcalá, tuvo que dejar su trabajo para dedicarse a su hijo las 24 horas del día. Asegura que no está arrepentida porque es testigo de la recuperación del joven, a quien consideró siempre su mano derecha porque le ayudaba en la administración de su restaurante.

“He dejado mi trabajo porque no puedo confiar en otra persona, no es lo mismo. Que haya dejado de trabajar no importa porque estaré con él día y noche hasta que esté recuperado”, afirma la mujer, quien permanece al lado de Saúl y lo atiende.

Cuenta que durante estos dos meses su familia sufrió mucho. “Mi hijo Ronald ha sufrido mucho, al igual que sus otros hermanos. No sabíamos qué hacer. Nos levantábamos a las tres de la madrugada esperando que ya sea hora de ir al hospital”, explica Alcalá mientras sus ojos se tornan llorosos.

Asevera que es inmenso el dolor que causaron los agresores a su familia. “Al ver a mi hijo confirmo que tiene una fuerza de voluntad increíble, un espíritu luchador. Los médicos me decían que haga que mi hijo viva porque quería vivir”, relata.

Isabel Alcalá cuenta que mientras pasaban los días, las personas que estaban en terapia intensiva o en estado de coma lograban salir a sala, pero Saúl continuaba ahí. “No dedico este dolor a nadie”, asegura.

“¿Quién nos va a devolver el tiempo perdido? Es un proceso que tiene que haber para que esté totalmente restablecido, pero aun así él tenía derecho a seguir su vida con normalidad”, manifiesta la madre de Saúl.

Saúl Alcalá, de 27 años, fue asaltado el 4 marzo y estuvo 25 días en estado de coma. Su familia informa que gastó al menos 4.000 bolivianos diariamente para su recuperación.