Europa: de crisis financiera a existencial

Jorge V. Ordenes L.*Grecia está desesperada y hasta resignada a la costosísima dragmatización y por lo tanto a su salida del euro; España se engolfa en necesidades de miles de millones de euros para salvar bancos y pagar deudas impagables sin ayuda; Italia se desvela más o menos en las mismas; e Irlanda y Portugal tambalean. Entre tanto los gobiernos y bancos privados del grueso de Europa reclaman pago, reciben menos y cobran cada vez más por primas de nuevas ediciones de bonos hasta hacer prácticamente imposible nuevos créditos pese a los “cortes de pelo” y a una epidemia de reuniones cumbre y de otros rangos que hasta ahora han logrado poco. Pero quién tiene la culpa de que la UE se encuentre en este trance. Hoy podemos identificar a por lo menos cuatro culpables: (1) la Nueva democracia o derecha política griega y la izquierda conformada por PASOK que cada vez que pudieron, estando en el poder y cada uno por su lado, contrajeron créditos excesivos que gastaron sin considerar la necesidad de crecimiento y competitividad económicos y peor, ocultaron los crecientes déficits de modo que (2) el crédito privado continuó entrando desmedidamente al punto de que, según el economista M.E. El-Erian de PIMCO: “el ingente crédito privado descuidó sus propias responsabilidades de evaluar la cada vez más deteriorada capacidad de pago del gobierno griego.” (3) Una verdad incontrovertible es que el gobierno griego y los acreedores europeos se sentían protegidos por el afán y hasta ímpetu de integración de la UE basados en el euro. Recordemos que fueron Alemania y Francia los primeras en quebrantar las reglas de control de presupuestos nacionales cuando se lanzó el euro y, claro, los demás se sintieron con la libertad de emularlos y luego descarriarse hasta el límite de lo técnicamente aceptable incluso fraguando cifras por doquier. La falta de vigilancia y controles empeoró todo. (4) Los gobierno representados en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y secundados por un competente cuerpo técnico debieron haber tomado cartas en los asuntos monetarios y fiscales sobre todo cuando estos se desbocaron en varios países miembros del FMI y de la zona de euro. En este sentido todos los gobiernos de la UE tienen algo de culpa de la debacle actual.Pero ¡ojo! los que menos culpa tienen son los feligreses griegos o sea el pueblo que, a cambio del voto electoral, los políticos corruptos ofrecieron y extendieron dádivas del sector salud, jubilación, educación, etc. que la gente humilde aceptó porque el que más o el que menos, en cualquier país del mundo, hubiera aceptado. La verdad es que el intento de unión monetaria en base al euro de economías históricamente tan dispares como la alemana y la griega, sin una unión fiscal e incluso política (que recién ahora se mencionan y sopesan), estaba destinada a la crisis sobre la que el líder del partido verde alemán, Joschka Fischer, acaba de comentar: desafortunadamente la brigada de bomberos que intenta apagar el incendio griego está liderada por Alemania y su canciller Angela Merkel…“intenta apagarlo con gasolina o sea con la austeridad impuesta a los griegos que en tres años ha pasado de crisis europea financiera a una crisis existencial”. Si el euro se desbarata “también se desbaratará la Unión Europea (UE)… y causará su salida de la escena mundial”. Puede ser que Fischer exagere pero la complejidad de la crisis demanda acción concreta y menos revuelo.Todos sabemos que la UE todavía tiene la capacidad económica y técnica par generar crecimiento y salir de la crisis financiero-existencial que los agobia si extienden créditos supervisados del Banco de Inversiones, Fondo de Estabilización, Banco Central Europeo, FMI y acaso ediciones de bonos europeos. Lo que falta es empeño político y una Alemania… líder del cometido. Este es le momento de salvar a Europa y es paradójico que toque a “la perdedora” de la segunda guerra mundial tener que liderarlo. *Miembro de número de la Academia Boliviana de la Lengua