Definitivamente, aquí hay narco-gato encerrado. Por un lado, el ex jefe del Centro de Inteligencia del Ministerio de Gobierno, general René Sanabria, denuncia desde su celda en Miami que el ex titular de esa cartera ministerial, Sacha Llorenti, tendría en su poder una lista con nombres de funcionarios públicos vinculados al narcotráfico. Por su parte, Llorenti contesta que “no fue él, fue teté”, y pide que le pregunten por el informe-lista al actual ministro de gobierno, Carlos Romero.Mientras la papa caliente va de mano en mano, sin que nadie revele la identidad de los narco-burócratas, la cosa se complica aún más cuando legisladores de oposición recuerdan que enviaron información similar al presidente Morales el año pasado, sin que éste se pronuncie ni actúe sobre el caso.Y la cereza de la torta: desde Estados Unidos, el periodista de la cadena Univisión, Gerardo Reyes, advierte a los bolivianos que el país va camino a convertirse en un narco-Estado.Por supuesto, el régimen cocalero ensaya todas las variantes posibles de la negación y la distracción. Estamos esperando el momento en que atribuya todo -una vez más- a una siniestra conjura imperialista.Evidentemente, este desbarajuste es la consecuencia lógica y necesaria de la llegada al poder de un proyecto político estructuralmente vinculado a la producción de coca-para-cocaína en El Chapare.Si camina como gato, maúlla como gato y pertenece al gobierno, con seguridad que es un narco-gato…[email protected]