Animadores latinos para una princesa escocesa

ValienteEs la primera vez que el personaje central de una película de Pixar es mujer: una heroína desafiante y contestataria. Es también el debut de este estudio de animación en el relato de época, con una historia de la Escocia medieval.

El filme "Brave" ("Valiente" o "Indomable", en español) fue también la oportunidad para que una treintena de animadores y creativos latinos coincidieran en un proyecto -el número 13 desde "Toy Story" en 1995- del estudio californiano.

Desde el diseño de personajes a los vestuarios digitales, desde los sets a los efectos y, sobre todo, la animación, muchos de quienes dieron vida a la pelirroja Mérida dieron en América Latina o España sus primeros pasos en películas de dibujos.



"Es cierto que hay muchos latinos que han coincidido. No hubo una decisión consciente pero ocurrió así y nos dimos cuenta de que era muy útil porque, por ejemplo, muchos estaban especialmente capacitados para hacer animaciones de animales, que son muchas. El oso, sobre todo", dijo a BBC Mundo la productora Katherine Sarafian.

El oso se vuelve pieza clave de una historia en la que la adolescente Mérida se rebela contra la voluntad de su madre de casarla por la fuerza. La princesa acude a una bruja para desafiar el mandato y, hechizo mediante, descubre que la reina –a la que la actriz Emma Thompson puso la voz- ha transmutado en bestia peluda por su culpa.

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"Uno de los grandes aportes que hicimos tiene que ver con lograr la emotividad. Esta es una historia de emociones y tenían que ser reales. Aportamos, creo, el humor y el corazón que requerían los personajes", señaló el animador argentino Ramiro López Dau a BBC Mundo.

Ramiro López Dau, animador argentinoAl detalle

Nacido en Buenos Aires y mudado luego a Madrid, López Dau es uno de los responsables de la animación de humanos en la película de Pixar, donde trabaja desde hace tres años.

Una tarea en la que también participó el español Juan Carlos Navarro mientras que otros, como el puertorriqueño Edgar Rodríguez, se encargaron de los atuendos de los personajes o de los escenarios, como es el caso de Iñigo Quilez: cada subdisciplina aporta a construir de la nada un mundo que debe verse "ante todo, creíble", según repiten los artistas.

"La tarea de un animador es dar vida a una persona que no existe pero debe verse tan verosímil como si fuera del mundo real. Hacemos como de actores: movemos las caras, las expresiones y acciones del personaje", relató López Dau, que se encargó de Mérida y su padre, el rey Fergus.

La filosofía por la que el estudio Pixar es conocido se basa en esa búsqueda de la perfección a través de los pequeños detalles, tal como la promociona su director creativo, John Lasseter.

Pero, además, "Brave" debía responder a otras presiones comerciales. Por una parte, no quiere romper la racha de películas que se posicionan como la más vista en el fin de semana del estreno, como lo hicieron los otros 12 títulos de la compañía.

Sobre todo, deberá servir para remontar el rojo financiero generado por "John Carter", la producción de ciencia ficción estrenada este año por el estudio Disney –del que Pixar es subsidiario desde 2006- que tuvo pésimo desempeño de público y crítica, y dejó un balance negativo de unos US$200 millones.

El director Mark Andrews, responsable de "Brave" tras la salida de la primera directora, Brenda Chapman, ha estado involucrado en la fallida "Carter" como coguionista. Ahora, toma su revancha… con arco y flecha.

Clases de arquería

Además de princesa, Mérida es una consumada arquera, que cuando quiere tomarse un recreo de las opresivas paredes del castillo se escapa al bosque para lanzar una flecha o dos. También es un torneo de arquería el que definirá quién de los pretendientes consigue su mano.

Para dar vida a tiradores expertos, los animadores debieron pasar a la acción. Aprendieron lucha de espadas, pasaron horas montando a caballo y participaron en clases semanales de arco y flecha.

"Bastante temprano en el proceso nos llevaron a tomar clases. Eso ayudó a conseguir precisión en detalles tales como cómo tensar el arco, cómo poner el codo, cómo poner la flecha para que salga un buen tiro. Aunque también hizo que me dieran ganas de aprender un nuevo deporte", bromeó López Dau.

La otra dosis de realismo la fueron a buscar a Escocia: a los bosques y castillos que son escenarios de la película, donde tomaron fotografías de referencia e incluso trajeron plantas reales como muestra.

"Una vez que tuvimos la información del lugar, tratamos de ponerle nuestro estilo. Quisimos ponerle el máximo detalle y hacerlo parecer vivo y tridimensional pero no exactamente real, sino más artístico", explicó a BBC Mundo Iñigo Quilez, responsable de la vegetación.

Según relata, agregaron una iluminación distinta para dar vida a los bosques sin contrastes de las tierras altas escocesas.

"Yo vengo del norte de España que es muy húmedo y lluvioso, lleno de bosques oscuros. Al mirar las fotos de referencia me resultaba todo muy familiar, así que eso ayudó", indicó Quilez, de 33 años.

Multinacional

¿Qué aportaron los latinos a la historia? Animadores y diseñadores coinciden en que, en un ambiente multinacional como el del estudio que los emplea, el bagaje cultural de cada artista suma riqueza al producto final.

Como ocurrió en la saga "Cars", dice López Dau, donde a los creadores se les encargó dar vida a carros de carreras de sus países de origen.

"Nosotros hacemos que muevan mucho más las manos, hacemos gesticular más (a los personajes)", ejemplificó el argentino.

"También hay espacio para que uno aporte lo que trae de sus experiencias anteriores. Yo, por ejemplo, soy ingeniero y en mi tiempo libre me dedicaba a usar los conocimientos de matemáticas para crear imágenes y sonido. Y en esta película hice eso, que no es común pero me dejaron probarlo y funcionó: todo lo que es verde realmente está hecho con matemáticas, no con software de imágenes", indicó Quilez.

Fuente: BBC