La senadora Carmen Eva González y el diputado Adrián Oliva ingresaron la tarde de este domingo en su quinto día de huelga de hambre y séptimo de vigilia en las Oficinas de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia (OACNUDH), solicitando que esta entidad interponga sus buenos oficios para que en Bolivia se debata una ley de Amnistía Política para los presos y perseguidos políticos del gobierno de Evo Morales, el retorno inmediato de los cientos de refugiados y exiliados políticos con todas las garantías de que no serán encarcelados y la conformación de una Comisión de la Verdad.
Desde el mismo día en que iniciaron su vigilia, el pasado martes por la noche, los legisladores denunciaron que fueron objeto de maltrato sicológico ya que todos sus movimientos son permanentemente filmados y monitoreados por cámaras de seguridad; no se les ha permitido la visita de sus colegas parlamentarios para conocer su estado de ánimo y salud; no se ha permitido el ingreso de un médico para que pueda verificar su estado, como tampoco el ingreso de sus cargadores de teléfonos celulares, así como otras restricciones amparadas en los protocolos internos de esa entidad.
Los dos primeros días de vigilia González y Oliva recibieron alimentación por parte de los funcionarios de los OACNUDH; sin embargo, desde el momento en que declararon su huelga de hambre dejaron de consumir cualquier tipo de alimentos, situación que puede ser corroborada por el médico de la institución que es el único que puede verificar el estado de salud de los asambleístas.
En esa oportunidad, asambleístas de Convergencia calificaron como desafortunado el accionar de la OACNUDH en Bolivia, que no solo no cumple con sus funciones, sino que ahora se convirtió en un centro de tortura psicológica, por la serie de limitaciones impuestas a los asambleístas, y la falta de respuesta a su pedido de intermediación, lo que derivo en la huelga de hambre.
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