Bolivia, bajo la amenaza de la desaceleración de Brasil y Argentina


Advertencia. La desaceleración económica en Argentina y Brasil impactará en la economía boliviana. Analistas dicen que se registrará una drástica reducción de los ingresos de divisas al Tesoro General de la Nación, mientras que el Gobierno minimiza los efectos.

image Los Tiempos – 10/06/2012

HIDROCARBUROS Un campo de producción de gas natural. Las exportaciones a Brasil y Argentina pueden verse afectadas por la caída de precios del crudo. Foto El De­ber.



La desaceleración económica de Brasil y Argentina, los principales socios comerciales de Bolivia, y la crisis financiera en Europa que persiste, impactarán en la economía nacional, dicen expertos en comercio internacional en contraposición a la posición del Gobierno que minimiza los efectos.

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El analista Julio Alvarado explica del total de las exportaciones efectuadas en 2011 a Brasil y Argentina, que suman 4.031 millones de dólares, el 95 por ciento, es decir, 3.833 millones de dólares, corresponden a la venta de gas natural. “El estancamiento de las economías de Brasil y Argentina impactará severamente en la economía boliviana y se traducirá en una disminución drástica de las compras de gas por parte de estos países”, dice.

Agrega que a nivel internacional el precio del petróleo, que sirve de base para el cálculo del precio del gas boliviano que se vende a Argentina y Brasil, disminuyó de 120 dólares por barril a 100 dólares, de julio de 2011 a junio de 2012. “Si esta tendencia se mantiene en los próximos meses, los ingresos del país sentirán un impacto negativo”, señala.

El experto en comercio exterior Gary Rodríguez dice que el Gobierno cree que la desaceleración económica en los vecinos no afectarán el crecimiento económico nacional, previsto en 5,5 por ciento para este año, porque tiene una “caja” con regalías e impuestos que genera la actividad minera e hidrocarburífera, además de las Reservas Internacionales Netas que superan los 12 mil millones de dólares, para financiar sus gastos y cualquier eventualidad económico financiera interna y externa.

Advierte, sin embargo, que “si los precios de las materias primas que exportamos caen, disminuirán las divisas y los impuestos internamente; habrá menor capacidad de gasto de parte del Estado, el Gobierno, las gobernaciones, los municipios y las universidades, que se verán afectadas así mismo en su gasto corriente y de inversión.

Menos ingresos

Alvarado explica que una eventual reducción de los volúmenes que gas que Bolivia exporta a Brasil y Argentina, disminuirá los ingresos del Tesoro General de la Nación (TGN), así como los presupuestos de las gobernaciones, municipios y universidades, a través del IDH y “el Gobierno se vería obligado a utilizar los recursos de las reservas internacionales, con el fin de reactivar la economía nacional”.

Ambos analistas coinciden en que Bolivia no está preparada para encarar una eventual recesión internacional, disminución de divisas o devaluación de monedas de países vecinos, debido a que el golpe vendrá por el lado de las importaciones y el contrabando que se incrementará peligrosamente en perjuicio de la producción boliviana que empezará a perder mercado con la consecuencia de reducción de empleos.

La estabilidad y crecimiento de la economía nacional es tan impredecible, que depende básicamente del precio que las exportaciones de materia prima, en este caso gas, petróleo y minerales, puedan obtener en el mercado internacional. En este contexto, el comportamiento de las economías de Brasil y Argentina también es clave, explican los analistas Gary Rodríguez y Julio Gastón Alvarado.

PIDEN CAMBIAR POLÍTICA CAMBIARIA

“Un tipo de cambio como el de nuestro país, cuando Brasil y Argentina devalúan su moneda va a ocasionar, y ya se está viendo eso en las fronteras con ambos países, una presión para que los productos de esos países ingresen en mayor cantidad hacia nuestros mercados, restándole espacios a la producción nacional”, dice Gary Rodríguez.

Agrega que si no se modifica la política cambiara en Bolivia, “corremos el riesgo de que los productos de los países vecinos se abaraten y que las exportaciones nacionales se restrinjan”.

SE PREVÉ UNA DISMINUCIÓN DE REMESAS

La devaluación del peso argentino y la dificultad de comprar dólares en ese país, incrementaron la importación de productos argentinos debido a su bajo precio en bolivianos, lo que a su vez está dificultando las exportaciones nacionales a ese país, dice el analista Julio Gastón Alvarado.

Explica que los trabajadores bolivianos en ese país confrontan dificultades para comprar dólares, que con seguridad disminuirán las remesas a sus familiares en Bolivia, que el año pasado sumaron 134 millones de dólares.