Tipnis. Indígenas, entre ellos decenas de mujeres, realizan el sacrificio de caminar desde la Amazonia hasta La Paz para defender un parque ecológico en el centro de Bolivia, pues el Gobierno de Evo Morales pretende construir una carretera en ese lugar.
Impedirán que la marcha acampe en Yolosa
60 efectivos policiales llegaron a Yolosita para dar seguridad a la marcha.
La Razón / Paulo Cuiza
La Central Agraria Campesina de Coroico anunció que no permitirá que la IX marcha indígena pase la noche “en la jurisdicción municipal de Coroico”. En los hechos, esto significa negarles acampar en Yolosita y en Yolosa. Los marchistas denuncian que se trata de discriminación.
La decisión fue asumida el 9 de junio en un ampliado, informó el secretario ejecutivo de la Central Agraria Campesina de Trabajadores de Coroico, Emilio Mamani. Ratificó que no permitirán que los marchistas duerman en esas dos localidades. La resolución de los campesinos dice que “se rechaza categóricamente el ingreso a la población de Coroico debiendo transitar sin pernoctar por territorio de jurisdicción municipal”.
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Como “las bases” decidieron esto, no se garantiza la seguridad de los marchistas, declaró Mamani. Ayer al menos 60 policías llegaron a Yolosita, a 6 kilómetros del puente Santa Bárbara, lugar en que ahora descansa la columna. El coronel Wilge Mendoza, del Comando Departamental de La Paz, explicó que su misión es dar resguardo a la movilización.
En Santa Bárbara instalaron sus carpas y almorzaron. En la tarde, una reunión definió seguir avanzando en el trabajo de las 13 mesas de la IX marcha sobre temas como autonomías, ley electoral, deslinde jurisdiccional y otros. Los caminantes no definieron si saldrán el domingo o lunes hacia otro punto del camino en su avanzada hacia La Paz.
La IX marcha salió el 27 de abril de Trinidad rumbo a La Paz. Los indígenas se oponen a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos por el medio del TIPNIS.
Discriminación. La presidenta del Comité de Movilización de la marcha, Bertha Bejarano, calificó como discriminación el anuncio de la Central Campesina de Coroico. “Nosotros tenemos todo el derecho de acampar en cualquier población”, reclamó.
Según la resolución emitida por los campesinos de la provincia Nor Yungas, rechazan la novena marcha por carecer de “legitimidad y por estar dirigida y manipulada por Organizaciones No Gubernamentales (ONG)”.
“La marcha llegará a La Paz”, expresó Bejarano. Al lugar llegó el diputado Pedro Nuni, quien en horas de la tarde explicó que la IX marcha cuenta con el respaldo de la sociedad y organizaciones paceñas. “Nos han dicho que si el Gobierno no atiende nuestras demandas los vecinos van a cortar los accesos a la ciudad y se van a cerrar los mercados”, dijo.
En una reunión efectuada el jueves por la noche, la Asamblea de la Paceñidad, declaró el “respaldo moral y material a la IX marcha”, disponiendo que desde La Paz se ayude a la movilización.
Indígenas marchistas afirman que conseguirán su propósito
La IX marcha comienza el ascenso a la Cumbre.
TIPNIS. Los originarios demandan respeto a la Ley 180, aprobada por el presidente Evo Morales, que protege el parque nacional Isiboro Sécure.
Página Siete, Agencias / La Paz
Los indígenas marchistas avanzan hacia la ciudad de La Paz. Foto AFP.
Indígenas, entre ellos decenas de mujeres, realizan el sacrificio de caminar desde la Amazonia hasta La Paz para defender un parque ecológico en el centro del país y dejar el hábitat en herencia a sus hijos, pues el Gobierno de Evo Morales pretende construir una carretera en ese lugar.
“Aquí me tiene luchando por mi territorio. Prefiero morir en la marcha, quiero que tenga una historia, que yo he luchado dejándole algo a mis hijos”, cuenta Dora Zita, de unos 35 años y de la tribu Moxos de la Amazonia, mostrando sus rodillas hinchadas resultado de la larga caminata, que ya cubrió unos 500 kilómetros, más de dos tercios de su distancia total hasta La Paz.
De tamaño más bien pequeña, vistiendo una blusa verde adornada con lentejuelas, Zita explica lo importante que es para ella el TIPNIS, ya que allí peregrinaron sus suegros en busca de lugares sagrados, allí conoció a su esposo y allí nacieron sus hijos.
“Pase lo que pase, me voy a quedar (en la marcha)”, dice ella, tras resaltar el temple que caracteriza a las mujeres indígenas. Entre hombres, mujeres y niños son unos 400 los indígenas que integran la marcha.
Partieron de Trinidad, a unos 130 metros de altitud y capital del departamento del Beni, el 27 de abril con la meta de caminar un total de 600 kilómetros hasta La Paz. Sin embargo, aún les falta el tramo más duro, el ascenso por una carretera de hasta 4.000 metros de altura en la cordillera oriental de los Andes, para luego descender a La Paz a 3.600 metros de altitud a fines de mes.
Los nativos provienen de la calurosa Amazonia y el frío clima del altiplano les está afectando. Sufren de infecciones estomacales y respiratorias por la falta de acceso a agua potable y por los cambios climatológicos, particularmente por las lluvias.
Las mujeres se encargan de preparar la comida, bastante mermada, tras los días de caminata que se acerca a La Paz. El humo de los braseros se alza en uno de los extremos del improvisado campamento.
Ruti Carranza, indígena yuracaré, relata que sólo tiene harina para preparar 70 panes, aunque destaca que esas piezas contienen el sabor propio de su comunidad. La marcha llegó ayer a la localidad de Santa Bárbara.
Esta es la segunda marcha de iguales características que realizan los indígenas con la misma demanda: que no se construya una carretera de un total de 300 kilómetros, que partirá por la mitad el parque ecológico TIPNIS y que Morales pretende construir contra viento y marea.
Cuando la anterior marcha llegó a La Paz, bañada por un multitudinario recibimiento de los habitantes, Morales aprobó una ley para vetar la vía, pero semanas después el mismo oficialismo organizó otra caminata de colonos afines para pedir la vía.
Ello dio paso a que el Gobierno apruebe una ley en la Asamblea Legislativa, que lo controla a su gusto, para convocar a una consulta con los habitantes del TIPNIS, pero los dirigentes denuncian que el proceso está precedido de regalos que realiza el mismo Morales y de obras civiles de varias entidades estatales.
La dirigencia indígena ha pedido entablar un diálogo con el Gobierno. El Órgano Ejecutivo ha aceptado, pero ha objetado el liderazgo de los nativos.(AFP).
Prefiero morir en la marcha, quiero que tenga una historia, que yo luché dejándole algo a mis hijos.
Dora Zita, marchista
La distancia recorrida por la IX marcha
Marcha. La IX marcha indígena en defensa del TIPNIS cumplió ayer el día 50 y según sus dirigentes puede llegar a la ciudad de La Paz hasta el 26 de junio.
Punto de partida. La columna de marchistas partió de Trinidad, Beni, el 27 de abril.
Distancia. Los indígenas que rechazan la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos por el medio del TIPNIS recorrió hasta ayer 506 de los 600 kilómetros entre Trinidad y La Paz.
Vigilia. Indígenas instalaron una vigilia en La Paz.