Coca y “narcos” ponen en riesgo fauna y flora del Parque Carrasco; peligran 4.000 especies


El Parque Nacional Carrasco, una de las reservas naturales más importantes de Bolivia, está en riesgo; es avasallada por cultivos de coca para el narcotráfico. Peligran más de 4.000 especies.

image Opinión, Cochabamba

Hay coca secando en varios sectores del Parque. Foto R. RODRÍGUEZ



El Parque Nacional Carrasco, una de las reservas naturales más importantes del país, está en riesgo. Cocaleros han derribado árboles en una zona de al menos 500 hectáreas con el fin de habilitar espacios para el cultivo de plantaciones de coca, muchos de ellos para alimentar el narcotráfico. El Parque Nacional Carrasco abarca una gran variedad de ecosistemas que albergan al menos 4.000 especies de flora y fauna. Más de 3.000 especies de plantas superiores, 382 especies de fauna registradas y al menos 700 especies de aves endémicas se verán afectadas por los efectos del cultivo de coca para narcotráfico si no es frenado ahora.

La existencia de los cultivos de coca ilegal en el Parque fue confirmada por el ministro de Gobierno Carlos Romero. “En muchos casos son asentamientos eventuales con el objetivo de producir coca, no para satisfacer la cultura, sino para fomentar el narcotráfico, dar producto para la actividad ilegal”, declaró luego de constatar la información en un sobrevuelo realizado el pasado 29 de mayo, del que participó OPINIÓN. La autoridad añadió que es inadmisible que hayan cocales en un Parque Nacional y ordenó el inicio de procesos legales en contra de los responsables de los asentamientos y plantaciones.

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El Parque Nacional Carrasco, según información obtenida en la página web del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), fue creado el 11 de octubre de 1991, tiene una extensión de 622 mil hectáreas, está ubicado al sur del municipio de Chimoré (Cochabamba) y se constituye en uno de los ecosistemas más importantes de Sudamérica.

Este Parque se caracteriza por su ubérrima vegetación, bosques tropicales, una elevada pluviosidad, y sus ríos que cruzan a través de una masa verde que se pierde en el horizonte del observador. Sin embargo, sus bosques tropicales, que trepan por colinas hasta alcanzar una altura de 4.700 metros sobre el nivel del mar, están siendo talados por "campesinos e indígenas, a título de no tener tierra", según explicó el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, quien remarcó que están prohibidos los nuevos asentamientos en los parques nacionales, la tala de árboles y más aún para el cultivo de coca ilegal. Sin embargo, el desmonte es una realidad. El viceministro recordó que el año 2007 en el sector de Pampa Amarilla, el Gobierno nacional procedió a erradicar los cultivos ilegales de coca, pero después de tres años la gente retornó. En esta comunidad, hace cinco años los pobladores no eran más de 150 personas, y ahora el número se ha cuadruplicado. Se ubican en las laderas de las colinas, cerca de los ríos, y lugares que son de difícil acceso para las fuerzas combinadas de militares y policías que tienen la misión de erradicar los cocales. Cáceres calculó en al menos 600 las hectáreas de cultivos de coca en zonas prohibidas.

Gobierno inicia erradicación de coca y retiro de avasalladores

El Gobierno nacional comenzó el pasado 29 de mayo el Plan Coca Cero en ésta y otras reservas naturales del país.

Para llevar adelante el desalojo de los asentamientos ilegales, la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) ha instalado tres campamentos con 600 policías y militares, en el Parque Nacional Carrasco, que se dedicarán también a la erradicación de las plantaciones de coca, confirmó el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres.

La gente arguye que no tiene fuentes de trabajo ni tierras, señaló Cáceres.

Sin embargo, añadió, que estas personas no aceptan tierras en otros departamentos, "porque seguramente querrán estar dentro de la ciudad o en alguna colonia donde haya todos los servicios".

Por su parte, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, recordó que los parques nacionales representan el 20 por ciento del territorio nacional y concentran la mayor riqueza de recursos naturales, especialmente en materia forestal.

Aclaró, sin embargo, que no es incompatible la existencia de comunidades locales en la gestión de un parque, "pero bajo un criterio de desarrollo sostenible".

Romero sostuvo que quienes se dedican a impulsar asentamientos o cultivos de coca han incurrido en una figura de ilegalidad y no hay nada que hablar ni negociar con ellos.

"Una sola planta de coca en un Parque Nacional es cultivo excedentario e ilegal y el mismo está destinado al narcotráfico", dijo.

La reserva natural alberga más de 4.000 especies

El Parque Nacional Carrasco abarca una gran variedad de ecosistemas que incluyen la Pradera Altoandina Húmeda, con lagunas glaciales, bofedales y turberas, el Páramo Yungueño, el Bosque Nublado de Ceja de Yungas (Perhúmedo), el Bosque Húmedo y muy Húmedo Montano de Yungas, el Bosque Pluvioso Subandino (Perhúmedo), el Bosque muy Húmedo Pedemontano de transición a basal y manchones de cardonales de Puya raimodii, nueva especie registrada para el área en el borde sur (Karayani).

El área se caracteriza por su elevada diversidad biológica, se estiman más de 3.000 especies de plantas superiores, de las cuales 614 fueron registradas.  Se tienen registradas 382 especies de fauna, incluyendo 51 especies de mamíferos superiores.  Entre la fauna de mayor importancia están: el jucumari u oso de anteojos (Tremarctos ornatus), la taruca o venado andino (Hippocamelus antisensis), el jaguar (Panthera onca), el gato andino o titi (Felis jacobita), el guácharo (Steatornis caripensis) y un gran número de aves amenazadas como: Asthenes heterura, Terenura sharpei, Lepthastenura andicola, Morphnus guianensis, Catamenia homochroa, Idiopsar brachyurus y Tangara ruficervix.

Además se encuentran especies de aves endémicas. Se estima la existencia de más de 700 especies de aves de las cuales 247 están registradas.

Los cultivos de coca erosionan los suelos y contaminan

John Zambrana / Presidente de Focomade

En el Parque Nacional Carrasco ha habido desde hace tiempo avasallamientos de colonizadores que han ido ampliando sus cultivos de coca.

Quienes cultivan coca, primero deforestan parte del bosque, lo que implica la pérdida de biodiversidad de uno de los pulmones más importantes de Bolivia y el mundo. Los bosques son los purificadores de toda la contaminación.

La tala de árboles y la pérdida de la cobertura boscosa afecta también a los ríos.

Los cultivos de coca afectan a los bosques del Parque Nacional Carrasco, porque son plantas bastante esquilmantes, que con el tiempo lo que hacen es erosionar los suelos. Después del cultivo de coca ningún otro producto, ni siquiera el bosque, puede regenerarse en poco tiempo.

La coca va erosionando los suelos y con el tiempo hay procesos de desertificación. Eso se puede ver en las zonas donde se ha cultivado durante mucho tiempo la coca, principalmente en el Chapare. Lo mismo está sucediendo en el Parque Carrasco, donde se puede ver que hay áreas desérticas sin nada de vegetación a raíz del cultivo de coca y los agroquímicos que se utilizan para combatir algunas enfermedades, lo que provoca un daño a la naturaleza y al suelo.

En el cultivo de la coca se utilizan químicos, principalmente los ácidos, que son contaminantes, y cuando se encuentra una poza de maceración o fábrica de coca, se procede a quemar los precursores, lo que provoca mayor contaminación de los suelos y ríos.

Las plantas de coca extraen, además, todos los nutrientes del suelo, en poco tiempo.

Quienes cultivan la coca no realizan las labores propias de la agricultura, como la remoción de tierra y el aporcamiento; lo único que hacen es cultivar la coca, por lo que hay procesos de compactación del suelo.

Equipamiento

Grupos de comunarios se dedican a instalar improvisadas viviendas a una distancia de 200 o 300 metros de los cultivos de coca, donde guardan los precursores, alimentos, utensilios de cocina, garrafas y colchones.

Pozas de maceración

En varios sectores del Parque Nacional Carrasco se han encontrado también pozas de maceración, donde se fabrica droga, según un informe del comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta, Williams Kalimán.

Plantas de coca

En esta reserva natural existen cultivos antiguos, que tienen una antigüedad de hasta cinco años y otros más recientes, de dos meses.

Los cultivadores de coca han instalado también parcelas de almácigos de cinco por tres metros, que sirven para habilitar cinco hectáreas de plantas de coca.