Radio noticias. Comparó ese caso con la rebelión policial que enfrentó el 30 de septiembre de 2010.
Quito, Ecuador: El presidente de Ecuador, Rafael Correa, confió en que el amotinamiento policial que estalló el jueves en Bolivia por reclamos salariales no sea una maniobra inducida para derrocar a su homólogo Evo Morales.
Correa comparó ese caso con la rebelión policial que enfrentó el 30 de septiembre de 2010, también por reivindicaciones laborales. Según el mandatario ecuatoriano, esa sublevación que dejó 10 muertos fue instigada por opositores y algunos medios para sacarlo del poder.
“Ojalá allá no haya sucedido lo mismo, y si no ha sido así, ojalá no se trate de utilizar esta revuelta como aquí se la quiso utilizar: se indujo la revuelta y se trató de utilizarla para dar un golpe de Estado”, sostuvo.
Correa también hizo votos por que sean “protestas honestas”, aunque llamó a no engañarse, pues “los gobiernos de Bolivia, Ecuador y Venezuela están bajo constante asedio por el pecado de ser progresistas, que quieren eliminar la injusticia y no agachar la cabeza ante los poderes de siempre”.
“No podemos excluir que sean acciones inducidas, y si no lo son, que traten de ser utilizadas para desestabilizar al gobierno”, afirmó Correa, quien sin embargo subrayó que las condiciones de América Latina “son bastante distintas de las de décadas atrás”, ya que existe la “conciencia de no permitir rupturas constitucionales”.
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Cientos de policías sindicalizados de bajo rango se amotinaron en Bolivia por demandas salariales con la toma de comandos departamentales en ocho de las 10 ciudades más importantes del país, lo que obligó a poner el palacio presidencial en La Paz bajo vigilancia militar.
Fuente: AFP