El dúo dinámico

Karen ArauzLa Organización de los Estados Americanos OEA, sospechaba que la Asamblea de Tiquipaya sería todo menos un paseo por el parque. Pero la arremetida del dúo Morales-Correa, es probable que haya superado el desasosiego que se adivinaba en el rumor hostil de previos tambores. Toda la artillería que sobró luego de dirigirla al imperio y su satélite Canadá, fue dirigida hacia la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Relatoría de libertad de expresión de la OEA.Como cualquiera que observa algo de los acontecimientos que emanan de la actividad de estas organizaciones, confieso no ser una convencida de la eficacia y valor de corporaciones burocráticas internacionales frecuentemente muy cerca de los cocteles y algo alejadas de las necesidades que no sean las de sus propias vanidades. Por otra parte, con frecuencia denotan marcada bipolaridad en el tratamiento de los temas de acuerdo a la ocasión y a los protagonistas, limitándose a ser una en sociedad de socorros mutuos. Sin embargo, no sería hidalgo desconocer, que ante la diversidad de pensamientos y realidades -tantas como países miembros forman parte- esta torre de Babel con sus luces y sus sombras, es necesaria que como mecanismo unifique algún tipo de lenguaje para la convivencia e intente ser articulador de diálogos.La posición de Morales Ayma en la inauguración de la 42 Asamblea de la OEA, ha sido -por decir lo menos- de diplomacia, elegancia y sutileza paquidérmica. Un saludo de bienvenida con volapié. La firmeza no es sinónimo de rudeza. Acostumbrados como están a secundarse mutuamente y ante la ausencia de Chávez Frías, se ha propiciado la presencia de Correa para darle la razón a Montesquieu quien sentenció “cuando los hombres están reunidos, pierden el sentido de su debilidad”. Ese espíritu de cuerpo entre Bolivia-Venezuela-Ecuador-Nicaragua con su fantasma Cuba y la coqueta Argentina, tienen como denominador común la hipersensibilidad ante la crítica mediática de lo que no pueden controlar. Los niveles de omnipotencia derivados de una acumulación antidemocrática de poder, hace que el umbral de tolerancia a la opinión discordante sea cada vez más bajo. Y todos sabemos que el que pierde los nervios, pierde el rumbo. Amenazar a la OEA con destruirla vía ALBA es introducir en las charlas de sobremesa, qué tanto habrá de cierto de la Escuela Militar del ALBA bajo la asesoría de Irán. Vale decir que lejos de provocar un espíritu reflexivo o que les sea otorgado el beneficio de la duda, provocan que sus tiros salgan por las culatas. Y la desconfianza en el discurso socialista de clara tendencia totalitaria, avanza en progresión geométrica gracias, de verdad gracias, a la resonancia de los medios de comunicación de todo el continente. En actuación cada vez más sintomática de trastorno límite de personalidad, Correa calificó a los “otros” de democracias de plastilina. Frase de una soberbia extremadamente cáustica viniendo de donde viene. En una sociedad en la que la recuperación de la democracia ha significado mucha sangre, sudor y lágrimas, ésta no ha pasado desapercibida. Todo esto en el marco surrealista de una ingente cantidad de movimientos sociales del MAS que le dan a todo un marco de asamblea folklórica plurinacional bastante alejada del protocolo de una reunión que desde el punto de vista de algunos atónitos bolivianos, era la coyuntura ideal después de más de treinta años de la Resolución del 79 para que el tema marítimo sea encarado con la mayor seriedad. El convertir esta oportunidad en una exposición por necesitados de cortina de humo de gran espectacularidad, es desaprensivo hacia los demás miembros de la organización que no asisten, precisamente, para avalar los denodados esfuerzos de caudillos dispuestos a robarse el show levantando sus depauperadas imágenes internas. Sintomática la ausencia de los cancilleres de EEUU y Brasil que denota que el semáforo que abandonó el verde hace rato, está muy cerca de cambiar del amarillo al rojo. La incomodidad del Secretario Insulza, demuestra que considera saldada la deuda de interesado apoyo que en su momento el presidente de Venezuela le proporcionó haciendo lobby por su candidatura. En posición institucional, ha defendido el papel que la OEA juega propiciando diálogos entre partes. Correa, cuyo odio visceral hacia la prensa libre pues no le da a él toda la libertad de acción que cree merecer en su condición de rey chico, exige excelencia en la información. Por ahora y hasta que vuelvan al llano, nadie podrá convencerlos que la excelencia de información la logran los gobiernos que demuestran transparencia en el manejo de los asuntos del Estado y cuya correcta administración dejaría a la prensa y a la opinión pública, sin argumentos para enfrentarlos. Para culebrones color de rosa, que se conformen con los medios de comunicación oficialistas que son sólo apéndices de su administración y que los pueblos generosa y tontamente mantienen con sus impuestos.Para la prensa libre en ciertos lugares fácilmente identificables, Voltaire les dedica una sentencia «es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado».