Gonzalo Chávez A.El Tesoro General de la Nación (TGN), dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas, ha colocado en el mercado financiero el Bono Tesoro Directo (BTD). Este papel del Gobierno ofrecerá tasas de interés a diferentes plazos y rendimientos. Al plazo de un año rendirán 4%. A dos años, el interés será de 4,50%, a tres años se pagará 4,80%, a cuatro años, el rendimiento será de 5,10%y, finalmente, el que aplique a cinco años obtendrá un retorno de 5,40%. Los pagos de los rendimientos se harán cada seis meses.Estos bonos sólo podrán ser comprados por personas y no por bancos o empresas. El Banco Central de Bolivia (BCB) hace dos años que también vende bonos directos al público y está pagando intereses que están en torno del 4% al año. En varios países del mundo, los gobiernos venden papeles ya sea utilizando sus bancos centrales o tesoros. Los más famosos son los Títulos del Tesoro Norteamericano. En el caso boliviano, es la primera vez que el TGN vende bonos directo a las personas, quienes podrán invertir hasta un máximo de 140.000 bolivianos, un poco más de 20.000 dólares. Estos papeles no son negociables ni en la bolsa ni en un mercado secundario.Según el Gobierno, el objetivo del bono es ofrecer a los pequeños ahorristas una opción financiera con mejores tasas de interés. Los bancos privados están pagando intereses menores al 1%. La persistencia de estas bajas tasas de interés pasivas, junto a menores tasas activas, está promoviendo un boom o burbuja inmobiliaria. No se cuenta con información suficiente para afirmar si en este mercado la demanda se origina en un déficit de vivienda (estamos frente a un boom de la construcción) o es fruto de especulación (estamos frente a una burbuja inmobiliaria).El Ministerio de Economía y Finanzas, a través de un banco estatal, está colocando un piso mínimo para la tasa de interés pasiva; si esta estrategia atrae muchos recursos es una presión, vía mercado, para forzar a la banca comercial a que aumente las tasas de interés que paga a la gente que tiene depositado sus ahorros. Esta estrategia puede beneficiar a los ahorristas. Los bonos directos del Banco Central Bolivia, que pagan 4% al año, atrajeron aproximadamente 40 millones de dólares. No es un cifra significativa considerando que la liquidez en el sistema financiero es superior a los 3.000 millones de verdes. Habrá que analizar por qué los bonos del BCB no atrajeron más dinero y no se constituyeron en una competencia efectiva para la banca comercial. Los bonos del TGN tendrían que correr mejor suerte para obligar a mejorar las tasas de interés pasivas que los bancos comerciales ofrecen en la actualidad.En caso de que los bancos busquen competir con los bonos directos del TGN, es posible que también aumenten sus tasas de interés activas, aquélla que uno paga al banco si se ha prestado dinero de él. Esto perjudicaría a miles de prestatarios de los diferentes sectores, pero en especial a aquellos que se han prestado para comprar departamentos o casas. Para no correr este riesgo, que podría pinchar el boom (¿burbuja?) del sector inmobiliario por ejemplo, debería estar, en el menú opciones del Gobierno, la colocación de un techo para las tasas de interés activas.Desde una perspectiva macroeconómica, los bonos del TGN si son exitosos ayudarían a retirar liquidez y así reducir la presión del exceso de consumo sobre la inflación. En el pasado inmediato, las operaciones de esterilización hechas con la colocación de títulos del Banco Central beneficiaron a los bancos. Parte de los mil millones de dólares que ganó el sistema bancario en los últimos años se explica por la política monetaria neorrevolucionaria del BCB.Volviendo a la perspectiva de los ahorristas, las tasas de interés que ofrecen los bonos del TGN son muy atractivas. Sin embargo, un análisis complementario que se debe hacer es ver qué pasará con la inflación. Si un ciudadano compra un bono que rinde 4% al año, y la inflación a 12 meses es mayor, digamos 5%, la tasa de interés será negativa y el ahorrista sólo habrá preservado el valor de su inversión de manera parcial. Por lo tanto, para que la gente realmente gane algo de la inversión de su dinero en un bono del TGN, la tasa de inflación tiene que ser menor a los rendimientos ofrecidos.No hay duda de que los bonos públicos son una alternativa interesante para los pequeños ahorristas, pero el desafío de fondo para el exceso de liquidez en el sistema financiero es despertar las inversiones productivas que duermen anestesiadas por la incertidumbre jurídica, económica y social, y la falta de políticas industriales efectivas. El mejor destino que se puede dar al ahorro de los bolivianos, en el largo plazo, son las inversiones productivas que generen empleo sostenible. Ésta es la manera de promover una mejor distribución del ingreso.