Es la fórmula perfecta para un nuevo fracaso diplomático y Evo Morales parece decidido a aplicarla. En efecto, el presidente cocalero se dispone a asistir a la Cumbre de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Rio+20, que se desarrolla en Rio de Janeiro, pertrechado de un discurso contrario al ecologismo y el ambientalismo, a los que considera un “nuevo colonialismo”, y acompañado por el controvertido gobernante iraní Mahmud Ahmadinejad, acusado de promover un plan nuclear de intenciones bélicas, de proteger al terrorismo y de múltiples violaciones a los derechos humanos.De hecho, Ahmadinejad ya fue objeto de actos de repudio en Rio, organizados por activistas de DDHH e integrantes de la comunidad judía.“La propuesta de Bolivia a Río se puede resumir en una frase que ha dicho el presidente y que la va a defender allá: que el ambientalismo es el nuevo colonialismo y el ecologismo es el nuevo imperialismo”, dijo recientemente la ministra de comunicación y vocera presidencial, Amanda Dávila, adelantando el tipo de discurso anti-verde que Morales llevará al encuentro de la ONU.Por si todo esto fuera poco, el gobierno boliviano ha adoptado una actitud beligerante frente al Brasil, luego de que la administración de Dilma Rousseff decidiera concederle el asilo político al senador opositor Roger Pinto, lo que significa que habrá mala sintonía con el país anfitrión.Esto, sin contar las denuncias contra el régimen que realizarán los indígenas defensores del TIPNIS, precisamente en la temática medioambiental.Todo indica que Rio+20 será una nueva cuenta en el rosario de fracasos y bochornos internacionales de Evo Morales, sumándose a Copenhague, Cancún, Viena y la Asamblea de la OEA en Tiquipaya.Poco importaría esto, de no ser porque la afectada termina siendo la imagen exterior del país, que resulta contaminada por las bufonerías del Jefazo…[email protected]