Fe de erratas

Humberto Vacaflor GanamSe está haciendo cada vez más necesario que después de los discursos del presidente Evo Morales, alguien del gobierno, o cualquier alma caritativa, ofrezca una fe de erratas.En su discurso de Tiquipaya, por ejemplo, dijo 1978 en lugar de 1979 al referirse a la anterior asamblea general de la OEA que se realizó en Bolivia. Y dijo, con mucho orgullo, que durante su gobierno, que cosechó, sin saber leer ni escribir, las ventajas de los precios más altos de las materias primas de la historia, las reservas del BCB pasaron de 1.700 millones de dólares a 3.000.Eso en cuanto a las cifras. Sobre la justicia interamericana dijo, en nombre de los gobiernos que son observados por violaciones a los derechos humanos, que los jueces obedecen al poder político regional.Por favor. Él y sus amigos tendrían que saber que eso es así en todas partes, incluso en sus países. Protestar porque en la región se reproduce lo que ellos hacen dentro de sus países es, por lo menos, contradictorio.Lo que ellos argumentan dentro de sus países es que la justicia es independiente, y que quienes se quejan de ella han violado las leyes. La Comisión Permanente de Derechos Humanos de la OEA podría decir lo mismo, en las mismas palabras, de quienes critican sus fallos.Esa parte había que haber sido corregida en el discurso del presidente. No debía haber aludido a la justicia interamericana teniendo tres gobernadores destituidos por los jueces que él puso, 300 exiliados, entre ellos un gobernador electo, alcaldes y hasta un juez. Cuando Morales hablaba en la OEA, un senador de república estaba esperando ser aceptado como refugiado político en Brasil y un general de la república estaba en la clandestinidad, por miedo a los jueces de la Corte Plurinacional de Evo.Esta vez, la fe de erratas tendría que ser muy larga. Yo podría dar una mano.