Gobernador masista admite que organizó la contramarcha en apoyo a Evo


El vicepresidente García negó que el Gobierno haya organizado la violenta contramarcha de grupos afines al oficialismo, el gobernador de La Paz, César Cocarico, lo desmintió. La oposición rechazó los hechos violentos que protagonizaron miembros de las organizaciones afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) en contra de ciudadanos que criticaban dicha movilización.

Cocarico admite que organizó la contramarcha de los campesinos

Conflicto. El vicepresidente García Linera negó que el Gobierno estuviera por detrás de la movilización proficialista. Aseguró que los ‘compañeros’ son libres de asumir decisiones.

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Los “Ponchos rojos” que participaron en la movilización progobierno, agreden a chicotazos a un grupo de ciudadanos que aplaudía a la IX marcha indígena en La Paz, ayer. Foto Apg Agencia

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Marco Chuquimia. La Paz, El Deber

Aunque el vicepresidente Álvaro García Linera negó que el Gobierno haya organizado la violenta contramarcha de grupos afines al oficialismo, el gobernador de La Paz, César Cocarico, lo desmintió. Aseguró que su despacho y el Ejecutivo nacional promovieron la movilización que tomó la plaza Villarroel para mostrar el respaldo al presidente Evo Morales.

García Linera dijo que la movilización fue espontánea y que los grupos sociales son estructuras conscientes, que definen por cuenta y riesgo propio sus acciones. “Los compañeros si se movilizan o no se movilizan es su problema, ellos deliberan”.

Pero en su discurso oficial Cocarico aseveró: “Esta no es una contramarcha, esta marcha la organizamos con el Gobierno para defender la democracia y el proceso de cambio”, refirió a los campesinos paceños, las organizaciones alteñas, sindicatos cocaleros y funcionarios de distintas carteras de Estado que ‘apoyaron’, al Gobierno gritando consignas contra la oposición.

La marcha se tornó violenta desde su partida, en La Ceja de El Alto, con fuertes y constantes detonaciones de los mineros de Colquiri, cuyo centro fue recientemente nacionalizado por el Gobierno.

Los transeúntes que vieron el desfile lo repudiaban con silbidos e insultos; entonces los mineros colocaban cuatro o cinco cachorros de dinamita en un solo sitio y ocasionaban la huida de los ‘críticos’.

La plaza San Francisco fue el primer ‘termómetro’ para los masistas, porque unos aplaudían y otros silbaban. Los marchistas llegaron hasta el batallón de Tránsito y obligaron a los policías a cerrar las puertas, mientras proferían ‘los golpistas no pasarán’.

El ‘guía’ de la movilización era el exdiputado del MAS Hilario Callizaya, que organizaba las columnas de los campesinos. Uno de los más entusiastas organizadores era el exviceministro de Tierras y también exdiputado del oficialismo Édgar Valeriano.

En inmediaciones de la avenida Camacho se produjeron los principales amagos de choques y los masistas arremetieron contra todos los que silbaban y los abucheaban. Los campesinos utilizaban los látigos que portan en bandolera y descargaban su furia en los ocasionales críticos. La presidenta del Senado, Gabriela Montaño, que también participó de la marcha, dijo que la ciudadanía ‘provocó’ las reacción de los ‘compañeros’.

El secretario general de la Gobernación de La Paz, Yonni Bautista, era el encargado de la logística y a él acudían los campesinos que requerían de cooperación para los distintos grupos.

En la jornada

– Apoyo. Alcaldes y concejales de diferentes provincias de Santa Cruz lideraron ayer una movilización en defensa del Gobierno. El acto central se realizó en la rotonda de El Cristo, donde la ministra Nemecia Achacollo acusó al ‘imperio’ de estar detrás de las movilizaciones en contra del Ejecutivo.

– Críticas. La presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, Yolanda Herrera, cuestionó al Gobierno por incitar a magnificar los problemas de los diferentes sectores movilizados en el país, en lugar de coadyuvar en la solución de los conflictos.

– Ausencia. Ni el presidente Evo Morales ni el vicepresidente García Linera fueron al acto, aunque estaban anunciados.

Ponchos rojos chicotearon a quienes expresaron su rechazo

IX marcha cambió su ruta para evitar enfrentarse a afines al Gobierno.

DATO. Una primera agresión se registró ayer cuando los leales al MAS golpearon a dos jóvenes que sacaban fotografías. También hubo fuertes explosiones de dinamita.

imagePágina Siete / La Paz – 28/06/2012

Los marchistas, molestos con algunos ciudadanos. Ximena Paredes / Página Siete

La contramarcha en defensa del llamado proceso de cambio realizada por organizaciones afines al Gobierno agredió ayer a su paso por el centro de la ciudad a algunas personas que expresaron su rechazo a la movilización, que se caracterizó por la explosión de dinamitas.

Esta columna que rechazó el supuesto intento de golpe de Estado avanzó en sentido contrario a la ruta trazada para la llegada de la IX marcha, esto obligó a los indígenas a modificar su trayecto para evitar enfrentamientos.

Campesinos de las 20 provincias del departamento de La Paz y representantes de organizaciones de El Alto, bastión del MAS, iniciaron la marcha en defensa del proceso de cambio desde la Ceja para terminar en un cabildo en la plaza Villarroel.

Los marchistas que rechazan la construcción de una carretera por el medio del TIPNIS retomaron su caminata desde la tranca de Urujara con el objetivo de llegar hasta la plaza Murillo, movilización que se caracterizó por el apoyo ciudadano, excepto en algunas zonas como Villa Fátima, donde cocaleros expresaron su rechazo.

Integrantes de los ponchos rojos y mujeres campesinas chicotearon a varios transeúntes que expresaron su rechazo a dicha movilización y al Gobierno del presidente Morales.

Según ANF, en la calle Colombia se produjo la primera agresión a dos jóvenes, que por sacar fotografías fueron chicoteados. De igual manera se registraron otras agresiones en la plaza Uyuni y posteriormente en inmediaciones de la plaza del estadio Hernando Siles, donde atacaron incluso a trabajadores de la prensa.

Un camarógrafo de la red televisiva PAT denunció que los ponchos rojos intentaron quitarle la cámara.

Llegando a su punto de concentración en la plaza Villarroel, los sectores que apoyan al Gobierno también increpaban a los vecinos de la avenida Busch, quienes protestaban por la movilización considerada como una contramarcha a la que realizaban los indígenas del TIPNIS, que arribaron a la sede de Gobierno.

La marcha se caracterizó por ser multitudinaria y se realizó en respuesta al motín policial que dejó al Gobierno sin institución del orden durante seis días.

No faltaron algunos marchistas que diseñaron un muñeco vestido de policía al que llevaron arrastrando y azotando.

Ante esta situación, la marcha indígena por el TIPNIS que pretendía -como el año pasado- ingresar por la plaza Villarroel en Villa Fátima, se vio obligada a cambiar su ruta al advertir que su paso por esa zona donde se encontraban las organizaciones que apoyan al Gobierno podría generar un escenario de confrontación.

Los opositores repudian las acciones violentas

La oposición rechazó ayer los hechos violentos que protagonizaron algunos miembros de las organizaciones afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) en contra de ciudadanos que rechazaron dicha movilización.

Los movimientos sociales marcharon en defensa del Gobierno y en contra de un supuesto apresto de “golpe de Estado, sin embargo, en su trayecto hasta la plaza Villarroel propiciaron más de un chicotazo a ciudadanos que mostraron su malestar por la medida”.

El alcalde del Movimiento Sin Miedo, Luis Revilla, rechazó la provocación de organizaciones sociales afines al Gobierno que se movilizaron precisamente el mismo día de la llegada al centro paceño de la IX marcha indígena del TIPNIS.

“No caigamos en esta provocación tan lamentable y tan irresponsable que están llevando adelante algunos sectores afines al Gobierno para tratar de generar un enfrentamiento”, señaló el burgomaestre.

Entre tanto, el jefe de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, repudió que las autoridades gubernamentales llamen a sus movimientos sociales a asumir medidas de presión. “Y el Gobierno convoca a otros sectores, esperemos que no haya enfrentamientos”, dijo.