Guadalupe Cárdenas: “La protesta es por hambre, no por la política”


Motín policial en Bolivia. Guadalupe asegura que su vida de dirigente se inició en 2000, durante una huelga en contra del presidente Banzer. Tiene tres hijos y dos nietas. Afirma que la amenazan de muerte y dice que su hijo, cadete de la Anapol, será llevado hasta un lugar seguro.

image Líder. Su pareja, el sargento Ramiro Gálvez Lazo, fue asesinado hace ocho años



Ruy D’Alencar Delgado, El Deber

– Cuénteme sobre usted. ¿Cómo es que se involucra en la dirigencia de las esposas de los policías?

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– Soy viuda del sargento Ramiro Gálvez Lazo. Tengo tres hijos y dos nietas. Empecé como dirigenta el año 2000, con una huelga celebrada en abril contra el Gobierno de Banzer. Entonces, me eligieron a nivel nacional como dirigente. De pronto logramos un 50% de aumento de beneficios para los policías.

– ¿Qué pasó con el sargento Gálvez, su esposo?

– Él fue asesinado el año 2004 en cumplimiento de su deber. Desde que fui posesionada como dirigente observé que había cosas malas dentro del Comando General de la Policía y en el Ministerio de Gobierno. Fui ubicando casos de corrupción. Los oficiales se benefician de su relación con distintos gobiernos, mientras que la tropa trabaja sacrificada por sueldos muy bajos. Al denunciar eso en 2003 soy golpeada y pierdo a mi bebé. Me rompen dos costillas. Luego mi esposo fue asesinado y desde entonces me quedé sola con mis tres hijos.

– El Gobierno asegura que los que se oponen al acuerdo firmado tienen interés político y objetivos golpistas…

– ¿Mis movimientos son políticos? Mi política es amar a mis policías, quererlos, porque de una u otra manera son mis iguales. Los policías son trabajadores, son de mi misma clase social. Si eso es ser político entonces yo soy política. Yo amo a la institución por la que mi esposo murió.

– Pero dicen que usted tiene vínculos con partidos de oposición, con Unidad Nacional (UN) y con el Movimiento Sin Miedo (MSM)…

– El Gobierno quiere salir de esto a como dé lugar. Hay que empezar a darse cuenta de que esta no es la primera vez que una organización o un movimiento social es tildado de ‘político’ por el Gobierno, por el hecho de que no está arrodillado a sus pies. Algún movimiento disidente que aparece… es político, es conspirador. Tenemos hambre, nada más.

– ¿Por qué ha resuelto no moverse de la UTOP?

– Tengo miedo por mi vida, pero más que todo por la de mi hijo que está en la Academia Nacional de Policía (Anapol). Está en primer año. A mí me han amenazado muchas veces de matar a mis hijos y al resto de mi familia por los problemas en los que me he metido. Por eso he pedido ayuda a Derechos Humanos internacionales. Ellos van a sacar a mi hijo de la Anapol y se lo van llevar a un lugar seguro.