Precisamente cuando los esfuerzos estatales deberían estar concentrados en el diseño de una estrategia realista y creativa en torno a la política marítima, que aproveche la oportunidad que representa la Cumbre de la OEA que tendrá lugar en Cochabamba, el gobierno prefiere poner el énfasis en la defensa de los intereses del sector cocalero.Esto se desprende del anuncio del viceministro César Navarro, quien adelantó que se prepara una cumbre paralela para promover la despenalización internacional de la hoja de coca.Para evitar alocuciones incómodas de voces críticas, se tiene “previsto acreditar cerca de dos mil representantes para este evento, no es una participación abierta, es una participación con representación debidamente acreditada”. Navarro dixit.Es decir, que ante el fracaso de las gestiones realizadas por el régimen cocalero en la Cumbre de Viena, ahora se va por la revancha y en condición de locales.No le auguramos mucho éxito al evismo en este propósito, ya que las delegaciones internacionales se enterarán, a pesar de todos los intentos de mordaza a la prensa y a los parlamentarios de oposición, de la creciente expansión del circuito coca-cocaína en el Estado Plurinacional.La Cumbre de la Coca quedará como otra de las tantas iniciativas erráticas de un gobierno construido por y para el interés cocalero, sector que en el feudo presidencial del Chapare –no nos cansaremos de repetirlo- destina el 95% de su producción al abastecimiento del narcotráfico, según cifras oficiales de la ONU.Mientras tanto, quienes se atreven a denunciar esta situación se ven forzados a seguir el camino del exilio…[email protected]