Un déficit de $us 25.000 colapsa el centro de Parálisis Cerebral.
El establecimiento cerró sus puertas este viernes, después de 24 años.
Obligaciones sociales, laborales y el mantenimiento de la infraestructura ya no pueden ser sostenidos. Un total de 246 familias están desamparadas por el cierre de ésta institución médica, también la ciudadanía en general que se aproxima al establecimiento en busca de fisioterapeutas o de atención psicológica, entre otros servicios, que se brinda.
Por otro lado, 60 personas que realizan un trabajo especializado corren el riesgo de perder su fuente laboral. Marcela Urenda, vocera y fundadora del centro, contó que con el transcurrir del tiempo, el lugar ha quedado pequeño y no abastece para atender la demanda de la población.
Actualmente existen alrededor de 100 familias que se encuentran en lista de espera, a los cuales -por falta de recursos y espacio- no se les puede brindar atención. El Gobierno central cubre 15 ítems de educación y cuatro de salud, el saldo es pagado por la institución.
Por su lado, Carolina Villarreal, directora general de la institución, asegura que los Bs 2 millones que administra anualmente se los consigue a través de la suma de esfuerzos colectivos.
En este sentido, se espera que las autoridades competentes asuman la corresponsabilidad para paliar los gastos que se demandan mensualmente, los cuales ascienden a Bs 170.000. Villarreal aclara que entre el apoyo que brinda la Gobernación, el municipio y el Gobierno nacional no alcanza ni para cubrir el 10% del presupuesto anual.
Fuente: Gigavisión, El Deber
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