Riesgo. Policía detecta tres casos en Miami, EEUU. Estas drogas sintéticas inducen a cometer actos de agresión extrema.
Alucinógeno. Estas sales ocasionan severos desórdenes mentales. foto: Internet
La Razón / EFE / Miami
Las autoridades apenas sabían de que en el sur de Florida (EEUU) se consumen drogas sintéticas que inducen a cometer actos de agresión extrema hasta que unos policías observaron lo que hacían decenas de estudiantes en una estación de gasolina.
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En el establecimiento vendían legalmente sobres con incienso de hierbas que es marihuana sintética y que junto con las “sales de baño” son una nueva generación de drogas que se sospecha tuvieron influencia en los casos de “canibalismo” de Miami.
Sweetwater, en Miami-Dade, fue la primera ciudad de este condado en aprobar en mayo una ordenanza que prohíbe la venta de la marihuana sintética conocida como spice, K-2, genio, fuego de Yucatán, krypto del rey, señor buena gente, magia roja, medicina de arándano y súper mofeta.
Miami-Dade y Sunrise también aprobaron ordenanzas similares. “Estoy sumamente preocupado, esto es nuevo. Esta droga es aún más peligrosa que la marihuana, y las “sales de baño” también son más fuertes que la cocaína”, dijo el alcalde de Sweetwater, Manuel Maroño.
En el caso del “caníbal de Miami” Rudy Eugene, que devoró el 75% del rostro del indigente Ronald Poppo en una rampa de una transitada autopista de la ciudad, las autoridades investigan si actuó bajo los efectos de las “sales de baño” que se venden como cloud 9 o ivory wave.
El psicoterapeuta Alfredo Hernández explicó a EFE que esta droga es “como un tipo de cocaína superpoderosa” que altera en el cerebro los mecanismos que ayudan al ser humano a frenar los impulsos. Las autoridades confirmaron que el indigente Brandon de León, que amenazó con devorar a dos policias, había consumido cloud 9. El hombre, tras ser detenido el sábado por conducta desordenada, gruñó a dos policías y trató de morderlos.
“Brandon gruñía, abría y cerraba la boca, y rechinaba los dientes como lo hubiera hecho un animal”, indicaron agentes.
Eugene, de 31 años, también gruñó al policía que intentó detenerle cuando arrancó con sus dientes la nariz, los ojos y parte de la frente de Poppo. Un agente tuvo que dispararle varias veces y “el caníbal” falleció.