Carlos Pablo Klinsky*A seis años del Referéndum Nacional Vinculante y a más de cuatro de aquella otra consulta sobre nuestro Estatuto cruceño, que nadie se llame a engaño creyendo que la autonomía es hoy una realidad.Ganó como idea, pero el nuevo centralismo se encargó de falsearla en la práctica, con una serie de cortapisas que van desde la concentración constitucional de competencias en el nivel nacional hasta mecanismos discrecionales para la suspensión de autoridades municipales y departamentales.Veamos la situación de los cuatro departamentos que en el 2006 le dijeron SÍ a la autonomía. En Pando, el gobernador Leopoldo Fernández fue derrocado por la fuerza. En Beni y Tarija, Ernesto Suárez y Mario Cossío fueron separados de sus cargos a simple acusación de un fiscal. En Santa Cruz, el gobernador Rubén Costas congeló la aplicación del Estatuto y se dejó arrebatar hasta el edificio del Seduca.La autonomía es una asignatura pendiente. Es necesario ver de frente esta realidad, con valentía, y no seguir negándola cobardemente.A partir de ahí, debemos preguntarnos qué ruta seguir para relanzar el proceso autonómico. Anoto algunas propuestas:1) No aceptar sin más el recorte de competencias departamentales que supone la “adecuación” del Estatuto a la Constitución de La Calancha. Hay que abrir el debate sobre la necesidad de una reforma parcial de la CPE en materia de régimen autonómico. Para esto habrá que buscar alianzas en todo el país. Es un camino largo pero se estará sembrando futuro. 2) Desplegar la capacidad legislativa de la Asamblea Departamental, hasta ahora aletargada.3) Exigirle a la Gobernación que al menos defienda sus actuales espacios de acción y no se deje quitar más instituciones. 4) Preparar la elección directa de subgobernadores para los próximos comicios departamentales.Lo fundamental es abrir la discusión y convocarnos a proyectar la Santa Cruz que queremos, a soñar de nuevo.*Ex presidente de la Asamblea Provisional AutonómicaEl Día – Santa Cruz