Los indígenas decidieron en un cabildo celebrado hoy permanecer en la sede de Gobierno y consolidar alianzas con el objetivo de masificar las medidas de presión para lograr que el Gobierno retroceda en la decisión de llevar adelante una consulta orientada a anular la declaratoria de intangibilidad del TIPNIS. Los marchistas volvieron a la vigilia, cerca al poder político.
Los dirigentes Adolfo Chávez, Fernando Vargas, entre otros, participaron del cabildo realizado en la plaza de San Francisco, como corolario de una marcha en respaldo a los indígenas de maestros y otros sectores que horas antes intentaron romper el cerco policial e ingresar a la plaza Murillo. La Policía los dispersó lanzando gases lacrimógenos y agua desde el carro Neptuno.
Decenas de personas participaron de la concentración en la Plaza Mayor. El vocero de la marcha Rafael Quispe informó que una de las decisiones de la marcha es permanecer en la sede de Gobierno hasta lograr la atención a sus demandas, entre ellas anular la consulta sobre la intangibilidad del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) porque abrirá paso a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos por medio del parque.
Vargas aseguró que también masificarán las movilizaciones a través del “bloqueo de las 1.000 esquinas”, para lo cual demandó el respaldo de la sociedad en la perspectiva de construir un “gran pacto nacional de defensa del TIPNIS y del conjunto de los recursos naturales”.
“Le pedimos al pueblo boliviano y a las organizaciones sociales hacer un paro cívico nacional hasta que se instale el diálogo. Si no hay un paro cívico, que la Central Obrera Boliviana (COB) haga un paro, y si no se instala el diálogo que venga lo último, una huelga general de todo el país, porque es mejor morir antes que esclavos vivir”, sostuvo Vargas en el cabildo.
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Chávez informó que mantendrán la vigilia cerca a Palacio de Gobierno y frente a la Vicepresidencia del Estado. El vicepresidente Álvaro García cuestionó las medidas de presión y reiteró en Cochabamba que el Ejecutivo está dispuesto a reunirse con la marcha siempre y cuando del encuentro participen los 63 corregidores del parque.
Poco antes del cabildo, en uno de los ingresos en la esquina de las calles Ingavi y Yanacocha, a una cuadra de la plaza Murillo, un grupo de marchistas en apoyo a los indígenas logró derribar una primera barrera metálica que protegía a los policías. Esto activó la reacción policial que disperso a la turba disparando gases lacrimógenos y lanzando agua del vehículo antimotines Neptuno.
El viceministro de Gobierno, Jorge Pérez, reportó que resultaron seis policías heridos producto de la violencia. “Quieren victimizarse, pero son los políticos los provocadores, agresivos y violentos que están distorsionando la marcha. Los indígenas de tierras bajas caminaron de forma pacífica desde Trinidad pero aquí se plegaron unos extremistas que quieren muertos y heridos", afirmó
La Razón – La Paz