El Gobierno suaviza discurso sobre los intentos de “golpe”


Antes de la IX marcha indígena se denunció de un “plan TIPNIS” en Bolivia. El Vicepresidente dice que los conflictos recientes no interpelaron el orden político vigente, sino buscan la redistribución de riquezas de la bonanza económica.

image Página Siete / La Paz

Durante el motín policial, los uniformados hicieron protesta en la plaza Murillo de La Paz.



Tras la retirada de la IX marcha en defensa del TIPNIS de La Paz, el Gobierno bajó la intensidad del discurso de que acechaba un golpe de Estado contra el presidente Evo Morales.

Hay un proceso de golpe en curso que busca “provocar muertos” para pasar a una etapa de “confrontación golpista”, decía el vicepresidente Álvaro García Linera el 25 de junio, mientras estaba en pie el motín policial en demanda de un alza salarial y otros pedidos.

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También denunció la supuesta existencia de un “plan TIPNIS” que tendría el objetivo de “asesinar a militares, quemar unidades militares, de limpiar (matar) al ministro (de Gobierno) Carlos Romero y hacer golpe a Evo”.

Este discurso fue reproducido por autoridades gubernamentales, entre ellas Morales. El “plan TIPNIS” habría tenido la intención de unir el motín con la IX marcha indígena, que decidió esperar en Urujara (ingreso a La Paz) hasta que acabara el conflicto policial.

La revuelta de los uniformados se levantó el 27 de junio por la madrugada, después de que el Gobierno decidiera incrementar el salario de los policías y revisar el reglamento disciplinario.

El pasado jueves, el Vicepresidente hizo el siguiente comentario de los conflictos que afrontó el Gobierno, entre ellos el motín policial y la IX marcha indígena: “La conflictividad actual no pone en duda, no interpela el orden político económico vigente, (sino) lo que hace es buscar que se usufructúe de otra manera ese orden político económico vigente”.

Un día antes, Romero consideró que “la única movilización que podía provocar una crisis de Estado, y que es la estrategia política de la oposición, era la movilización de la IX marcha indígena, pero esa movilización se fue debilitando y aislando por sí misma”.

El analista Iván Arias Durán comentó que el argumento de golpe está cansando a la gente y más bien el mandatario debería buscar recuperar la confianza de los indígenas, que ha sido traicionada.

Para el presidente de la Subcentral TIPNIS, Fernando Vargas, el mismo Gobierno “está desarmando su discurso de golpe” porque fue un argumento “armado” para contrarrestar la llegada de la IX marcha indígena a La Paz. Recordó que los sectores sociales afines al MAS organizaron una contramarcha “en defensa de la democracia” y rechazando el supuesto intento de golpe.

Después del motín policial, el Vicepresidente ensayó al menos seis evidencias de que se estaba gestando una conspiración: la deliberación de los policías que rompieron la convivencia democrática, la toma de instituciones del Estado, la paralización del funcionamiento de las estructuras de Gobierno, el ataque con explosivos a instituciones como la Asamblea Legislativa Plurinacional y el Palacio, el paralizamiento del sistema financiero porque los guardias de seguridad se replegaron y, finalmente, el atentado dinamitero contra la radio Bolivia en Oruro.

Para la autoridad gubernamental, todos los conflictos tienen una razón de fondo: la redistribución del excedente económico. “Momentos de expansión económica y de querella social por la redistribución del excedente, momento de expansión económica y de intensificación de las luchas por la redistribución de las riquezas, ésa es la explicación macro de todo lo que está pasando en el país”.

Para destacar

Protesta. La protesta policial comenzó con una huelga de hambre de las esposas de los uniformados que reclamaban un incremento salarial y la nivelación de sus salarios al de los militares.

Marcha. La IX marcha indígena demandó al Gobierno la anulación de la ley de consulta “previa” en el TIPNIS porque vulnera la Ley 180 de protección de ese parque y que fue aprobada tras la VIII marcha.

Respuesta. El Gobierno incrementó 100 bolivianos al salario básico de los policías y no atendió la plataforma de demandas de los indígenas.