Ismael Schabib Montero*Para ir cortando paulatinamente las mentiras convertidas en verdad por quienes promovieron el ascenso al poder del Sr. Evo Morales y reinstalar la democracia en Bolivia; para que no se repita la misma historia del Censo Nacional del 2001; habría que ponerse en guardia, en vista que estamos en las puertas de que se lo vuelva a realizar después más de 10 años.Como se recordará, en esa oportunidad, se eliminó la categoría de “mestizo”; algunos infiltrados en las ONGs que colaboraron con el censo, fueron los autores para que el boliviano elija entre dos opciones: indígena y blanco. Como era de suponer, más del 60% de la población se identifico con su etnia de origen y aparecimos reflejando una mentira, resultado de la manipulación de las preguntas para inducir al error, con el objeto de crear la autopista para el advenimiento del proyecto racista que nos gobierna, para hacernos creer a los bolivianos y a la comunidad internacional que en un país donde la mayoría es indígena, es un contrasentido que gobierne un “blancoide”.La mentira se puso al descubierto cuando el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Fundación Unir, hicieron una encuesta donde se incluyó la categoría de “mestizo”; casi el 70% de la población optó por esa denominación, mientras que la categoría de “indígena” se redujo al 19%, el resto se repartió entre las categorías blanco y otras.De esa manera se logró desinformar sobre la verdadera estructura social y demográfica de nuestro país. El Sr. Vicepresidente, cuando es entrevistado en medios de comunicación del exterior, se luce mencionando este error como la gran verdad que nos hará libres.Sin embargo, este antecedente sirve para que en retrospectiva, quede claro que aquí nada fue fruto de la casualidad; el “proyecto” se impuso en base a falsear la verdad, donde el Censo Nacional del 2001 es uno de los ejemplos más emblemáticos. Se impone entonces, evitar a toda costa que se repita la manipulación.Si sembrar el temor en la población mediante el accionar de los “movimientos sociales” pagados por los “padrinos” de este gobierno, fue otro pilar de la estrategia racista y dictatorial que se quiere eternizar en el poder, sacudámonos de él, pongamos la verdad en su lugar y reinstalemos la democracia en Bolivia, para que nuevamente tengamos certidumbre en nuestro futuro.El problema de la inequidad social no lo vamos a solucionar fomentando el racismo, poniéndonos mamparos que nos dividan, sino con solidaridad y fraternidad.¿Desde cuándo la Integración de nuestro país dejó de ser un Objetivo Nacional? *Vicealmirante de la República de Bolivia