Gobierno divide y pacta con sector de la marcha indígena; Cidob denuncia soborno


La Paz. Mosetenes y t’simanes pactan con el Gobierno y agentes del ministro Romero fueron sorprendidos con los enseres de estos indígenas a los que pretendían retirar de la vigilia en forma encubierta. Líderes de la Cidob rechazaron el acuerdo y señalaron que hubo soborno de por medio.

El Gobierno pacta con bloque de la marcha indígena

TIPNIS. Los dirigentes de la Cidob desconocen el pacto suscrito anoche.

La Razón / La Paz



Dirigentes del Consejo Regional T’simane-Mosetene que llegaron con la marcha indígena que rechaza la vía por el TIPNIS, firmaron un acuerdo con el Gobierno y decidieron replegar a sus integrantes. Los dirigentes de la marcha desconocen el pacto.   

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó anoche que los dirigentes de esa organización indígena decidieron instalar de forma voluntaria una mesa de diálogo para presentar su pliego de demandas y recibir propuestas de solución. 

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Tras la reunión, se firmó un acuerdo por el cual el Ejecutivo se compromete a una compensación por la construcción de la carretera Yucumo-Rurrenabaque y encaminar económicamente los proyectos de desarrollo integral productivo del Consejo a través del Fondo Indígena.

Además, el Gobierno llevará una brigada médica de campo a las 23 comunidades mosetenes, t’simanes y tacanas; aparte, elaborará un estudio técnico en éstas para la posterior dotación de ítems educativos. Asimismo, se anuncia el análisis de proyectos turísticos, de transformación del cacao, saneamiento básico y cobertura de telefonía, y la implementación de caminos vecinales.

Tras el pacto, se anunció que más de dos centenares de miembros del Consejo que se plegaron a la marcha en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) retornarán a sus pueblos. Entre los firmantes figuran Romero y el dirigente indígena Germán Nate, como representante del Consejo.

Líderes de la Central de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) que pernoctan en el coliseo de la universidad pública, rechazaron el acuerdo y señalaron que hubo soborno de por medio.

Anoche, la tensión se apoderó del lugar ya que se retuvo a dos presuntos seguidores del oficialismo que querían retirar a los integrantes del Consejo T’simane-Mosetene. La calma retornó con la mediación de la Fiscalía.

Frustran desalojo de un grupo de marchistas

Protesta. Funcionarios del Ministerio de Gobierno fueron sorprendidos con los enseres de indígenas tsimanes mosetenes a los que pretendían retirar de la vigilia en defensa del Tipnis

image Violencia. Los tres hombres fueron golpeados por indígenas que se encuentran en vigilia esperando iniciar un diálogo con el Gobierno. Credencial del exasambleísta

La Paz, El Deber

Todos los hombres de la columna de la novena marcha estaban concentrados en la vigilia de la calle Ayacucho cuando los celulares comenzaron a sonar. Las mujeres que estaban en el campamento de la Universidad Mayor de San Andrés informaban de que los guardias indígenas se estaban peleando con dos personas afuera, que corrieran a ayudarlos. Cuando los dirigentes llegaron, los marchistas tenían reducidas a tres personas, dos de ellas funcionarios del Ministerio de Gobierno, que estaban cargando las bolsas con ropa de unos 30 integrantes del Consejo Regional Tsimane Mosetén, de Pilón Lajas. Eran las 22:00.

El chofer de la camioneta Toyota Tacoma color blanco con placa 2535 APB (de uso particular, matriculada en Santa Cruz, según el RUAT), Édgar Juan Quispe, confesó que era funcionario del Ministerio de Gobierno y pidió que no lo golpearan, que solo cumplía órdenes. Quispe estaba con tufo alcohólico, al igual que Sabino Mendoza Quispe, que aseguraba que solo pasaba por allí y fue capturado y golpeado por los marchistas.

Mendoza fue constituyente bajo la bandera del MAS. Hizo parte de la Comisión de Coca, como representante de Yungas. Después, cuando Carlos Romero fue posesionado como ministro de Autonomías, se fue a trabajar con él. Mendoza no quiso admitir que era funcionario de Gobierno y amenazó a los marchistas con ir hasta la sede de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia y traer un grupo para vengarse de ellos.

Introducido el nombre de Sabino Mendoza Quispe a la base de datos de la Contraloría del Estado, se supo que es funcionario del Ministerio de Gobierno desde el 9 de abril de 2012. Sin embargo, no se pudo determinar si Quispe también lo es, ya que hay muchos homónimos en distintas reparticiones. El tercer detenido aseguró que pasaba por allí y gritó a favor de que se llevaran a los marchistas. No se lo identificó.

Además de la Toyota Tacoma, los funcionarios tenían un bus para subir a los indígenas y efectivos policiales cerraron la calle J.J. Pérez para facilitar el desalojo. “Creo que ya se van los marchistas”, le informó uno de los efectivos a un asesor de la marcha.

Amparo Carvajal, presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de La Paz, llegó cuando estaban capturando a Mendoza. Evitó que lo siguieran golpeando, aún cuando Mendoza insultó a varios dirigentes. Carvajal limpió la sangre que salía de la nariz de Mendoza y trataba de bajarle el moretón de la ceja. Le pedía que admitiera que era funcionario de Gobierno y que llamara al ministro Romero para que lo recogiera.

Ninguno de los marchistas pudo ubicar al presidente del Consejo Regional Tsimane Mosetén. Se conoció extraoficialmente que, por la tarde, había firmado un acuerdo con Romero, pese a que su regional, la Central de Pueblos Indígenas de La Paz, ya tenía uno suscrito con el Gobierno.

Según los indígenas que debían abordar el bus, les habían ofrecido trasladarlos en avión hasta Beni, víveres y Bs 1.000 por dejar la marcha. “Así tratan de comprar a los indígenas. El año pasado han sacado a 400 tsimanes de la marcha en San Borja. Primero les compraron sus flechas y después se los llevaron”, protestó Celso Padilla, presidente del Consejo Continental de la Nación Guaraní.

Cerca de la medianoche, un grupo de indígenas se dirigió hacia la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen para sentar la denuncia, pero no se lo permitieron porque aseguraron que habían secuestrado a las tres personas. Media hora más tarde, con presencia de una fiscal, las tres personas fueron liberadas y les entregaron las llaves de la camioneta.

Vigilia llega hasta la Vicepresidencia

Joselo, Sebastián y Franklin no se cambian por nadie. Los niños del Tipnis están sentados en la acera del frente de la Vicepresidencia y unas personas vestidas de payaso les han traído poleras, juguetes y minutos de diversión.

La novena marcha en defensa del Tipnis ha dejado de ser invisible al salirse del coliseo de la UMSA y apostarse en la calle Ayacucho. Los paceños se organizan para ayudarlos, para mostrarles su respaldo. Ayer fue el turno de PlanPlaneta, un grupo de payasos que hace dos años decidió convertirse en una asociación que lleva alegría a hogares y hospitales. El grupo creó una campaña, Piecitos Tipnis, para recolectar alimentos, juguetes y ropa para repartirlos entre los niños.

En principio debían realizar su actividad en el coliseo de la UMSA, pero ayer la columna de la marcha decidió utilizar ese espacio solo de dormitorio para niños y embarazadas. Con ello, el resto masificó la vigilia y se apostó afuera de la Vicepresidencia, sorprendiendo a los guardias que reaccionaron tarde para impedirlo.

“Aquí nos quedaremos hasta que el Gobierno nos escuche”, dijo la presidenta de la marcha, Bertha Bejarano, que está vetada para reunirse con el Gobierno por haber sido encontrada con cápsulas de cocaína en su estómago en Brasil. Sobre este tema, Fernando Vargas, presidente de la Subcentral Tipnis, consideró que el Gobierno está discriminando, ya que se reúne en Palacio y deja ingresar a la plaza Murillo a los dirigentes del Conisur, una porción colonizada del parque donde el año pasado se hallaron 154 pozas de maceración de coca y 84 fábricas de cocaína.

Mosetenes y t’simanes pactan con Gobierno y vuelven a sus regiones

200 marchistas de ambos pueblos retornan a sus lugares de origen.

DIVISIÓN. Según el ministro Romero, la dirigencia de ambos grupos se acercaron al Ejecutivo ante la imposibilidad de diálogo por parte de la dirigencia de los marchistas.

imagePágina Siete / La Paz – 01/07/2012

Hace falta pañales para los bebés de los hijos.

La dirigencia y familias de los mosetenes y t’simanes dejaran la IX marcha indígena que arribó el miércoles a La Paz. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, suscribió convenios programáticos -al igual que con otros pueblos originarios del TIPNIS- a los que prometió la entrega de equipos y otras atenciones en materia de salud y educación.

Romero explicó que el Consejo T’siman Mosetene se acercó ayer en horas de la tarde a su autoridad para iniciar un diálogo directo con el propósito de lograr atención a sus demandas.

Dijo que la dirigencia de este consejo vio la imposibilidad de un diálogo por parte de la dirigencia de la IX marcha con el Ejecutivo. Romero precisó que 405 son los miembros de la marcha que llegó miércoles a la sede de Gobierno. De ellos 200 son del Consejo T’simane Mosetene con quienes firmó ayer un acuerdo.

Triniti Tayo, corregidor de Pilón Lajas, tras la firma del documento afirmó que está conforme con las atenciones que el Gobierno anunció para su región.

Germán Nate, otros de los corregidores firmantes, también destacó los puntos del acuerdo. Otro dirigente afirmó que se va de La Paz, junto a otros colegas, porque siente que su familia está abandonada en su pueblo.

Entre algunos punto del convenio se destaca la compensación de la construcción de la carretera Yucumo-Rurrenabaque, crédito para el programa de leche. Para este último el Ministerio de Desarrollo Rural destinó 300 mil bolivianos. También se garantiza la dotación de ítems para la contratación de maestros, apoyo económico para la producción de cacao, analizar un proyecto de telefonía para la región, entre algunos de los diez puntos del convenio.

Partida a sus regiones

El ministro Romero pidió a la dirigencia de la IX marcha dejar a los t’simane mosetene volver a sus regiones, pues se enteró que no les permitían salir del coliseo de la UMSA. Incluso anunció que se dispuso que fiscales faciliten la salida de las familias marchistas que arribaron a ese recinto para evitar forcejeos en la puerta de salida.

En el coliseo de la UMSA se informó que personal del Ministerio de Gobierno llegó al coliseo con vehículos para trasladar a las familias que firmaron el documento con el Gobierno.

El dirigente de la marcha, Celso Padilla, aseguró que la gente que firmó el documento es afín al Gobierno y lo que en realidad busca es hacer creer a la opinión pública de que se firma con un gran sector, con la intención de debilitar la marcha.

Denunció que funcionarios del Gobierno ingresaron al coliseo universitario con engaños para que retornen a sus regiones. El dirigente restó importancia a la firma y retorno a sus regiones de 200 personas, ya que sostuvo “aquí estamos todos los que llegamos el miércoles, nadie se fue”. Anunció que mañana llegarán otros indígenas para reforzar la movilización.