Una juerga hasta las 5 de la madrugada con diez chicas, le puede costar muy cara a Lewis Hamilton. El piloto de Fórmula 1 cambió el ‘pit-stop’ por el ‘hip-hop’ en la noche del martes, cuando, junto al rapero J. Cole, reservó, por 3.000 euros, una habitación de un lujoso hotel londinense. Allí les acompañaron diez chicas con las que se montaron un fiestón por todo lo alto.
Dos de las chicas que estuvieron entre las invitadas al hotel de Mayfair, Claudia Martínez y Emily Tudor, declararon al ‘The Sun’ que Lewis se lo pasó tan en grande que incluso acabó rociando las paredes con champán. “La suite era inmensa, había una cocina, dos lavabos, dos habitaciones y un salón grandioso. Mucha gente estaba en la habitación principal, otros fumando en el balcón. Llegó un punto en el que Lewis empezó a rociarlo todo con champán como si hubiese acabado de ganar una carrera”, señaló Emily.
Esta juerga, publicitada por los tabloides, ha estado a punto de llevar a la ruptura al piloto y a su novia Nicole Scherzinger, aunque por el momento parece que Hamilton ha conseguido aplacar la ira de su compañera después de una larga conversación que hoy explican algunos medios ingleses. Una fuente cercana a ellos habría explicado que “no van a romper. Ambos siguen implicados en que la relación funcione”. Eso sí, la misma fuente incidió en que el enfado de Nicole fue monumental. “Estaba molesta porque Lewis la haya puesto en esta posición tan vulnerable, pero acepta que no ocurrió nada en la habitación del hotel”.
Fuente: Elbalonrosa.com
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