El nombre de Neymar vuelve a sonar con fuerza en el entorno del Barça porque el brasileño cada vez se ve más cerca del Camp Nou. El delantero del Santos sigue en plena lucha por la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres, con un camino muy prometedor hacia la final de Wembley, el próximo 11 de agosto. Ese día, si los pronósticos se cumplen, Brasil ganará el primer oro olímpico de su historia futbolística y será entonces cuando Neymar sea vea plenamente preparado para dejar su país, despedirse por todo los alto del Santos y saltar al fútbol europeo vestido ya de blaugrana. Y aunque sigue centrado en el torneo olímpico, Neymar ya ha hecho saber a los dirigentes del Barça que estaría más que dispuesto a adelantar su llegada al Camp Nou.
La respuesta del club catalán es más que favorable, aunque la opinión del cuerpo técnico será la que determine la postura final del club. El aspecto más positivo es que será el Barça quien decida el ‘timing’ de la operación porque si el guion se cumple, Neymar se convertirá en campeón olímpico y entonces, ya se verá listo para dar el gran salto. Cuadrar las cifras no será un desafío asequible para el Barça. El club blaugrana ya adelantó diez millones de euros en concepto de paga y señal al Santos, una cantidad que se podría implementar a los 26 millones de euros que el club reserva para los fichajes de este verano y que de momento, no tienen ningún destinatario concreto. Lógicamente, 36 millones de euros no serán suficientes para traer al delantero brasileño, pero el club estaría dispuesto a hacer un esfuerzo económico y adelantar las previsiones de futuras temporadas.
A tal cantidad se podrían añadir los ingresos por alguna venta, aunque parece improbable que el Barça se desprenda en las próximas semanas de alguno de sus jugadores. En cualquier caso, el Barça se aseguró con el Santos que Neymar solo saldrá de Brasil para ponerse la camiseta azul y grana: si acaba fichando por otro club, el Santos deberá devolverle al Barça el doble de la paga y señal, es decir, 20 millones de euros, una cantidad que ata de pies y manos al club brasileño.
Sea como fuere, ver a Neymar vestido de blaugrana será cuestión de tiempo. Es el jugador sobre el que descansará el Barça del futuro, según la opinión de una buena parte de la directiva del club, que sueña con ver al ‘crack’ del Santos al lado de Messi, en una asociación futbolística que promete grandes noches de fútbol en el Camp Nou. El año 2014 también está subrayado en la agenda de todas las partes implicadas (Santos, Barça y entorno del jugador) porque es la fecha en la que acaba su contrato con el Santos. Hoy por hoy, fichar a Neymar es fichar a algo más que un futbolista. Se trata del deportista en activo más popular de Brasil, uno de los personajes más queridos de un país en pleno crecimiento y que mira con optimismo al futuro más cercano, con el Mundial 2014 y los Juegos de Río de Janeiro en 2016 a la vuelta de la esquina. Varias encuestas, que le sitúan entre los personajes públicos más admirados y respetados de todo Brasil (es uno de los grandes iconos publicitarios), así lo demuestran.
Por ello, su fichaje sería un golpe de efecto no solo a nivel deportivo, sino también económico, publicitario y de mercadotecnia deportiva, porque el potencial de sus derechos de imagen en Brasil es de un enorme valor, entre otras variables de mercado que el club ya ha empezado a estudiar. Incluso Neymar cuenta con el beneplácito de otra de las referencias deportivas del país, el ex blaugrana Romario, diputado nacional y comentarista para la televisión ‘Record’, la que retransmite los Juegos de Londres para todo Brasil. Con fama de ácido y de ser especialmente duro en sus análisis, Romario, en cambio, está entregado a la figura de Neymar, a quien considera el crack indiscutible del fútbol brasileño actual. Cuando Neymar aterrice en Barcelona, lo hará sin duda con el beneplácito de uno de los delanteros más recordados por el barcelonismo, Romario.
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Fuente: Sport