El presidente debe informar sobre la salida de Lugo. Una misión de la OEA, encabezada por el secretario general José Miguel Insulza arribó a Asunción para verificar in situ la situación política en el país.
Informe. El presidente paraguayo, rodeado por militares y sus ministros cuando llegaba al Congreso Nacional
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Carlos Morales P. Asunción, El Deber
Solo un grupo minúsculo de jóvenes debate acaloradamente las instancias del terremoto político que generó la destitución de Fernando Lugo. Están en la coqueta plaza de Los Héroes de Asunción y en medio de un fuerte operativo de seguridad militar y policial que vigila las principales esquinas del epicentro del poder político paraguayo.
Anoche, una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por el secretario general José Miguel Insulza arribó a la capital paraguaya para verificar in situ desde hoy la situación política desatada a partir de la destitución de Lugo ocurrida el viernes 22 de junio.
Ayer, el presidente Federico Franco ofreció a la OEA “plenas garantías” para realizar su misión e intentó mostrar que tiene a su favor la iniciativa política.
En cumplimiento del artículo 238 de la Constitución paraguaya, el mandatario brindó un informe de gestión ante el Congreso. Como asumió el poder tras la destitución de Lugo hace diez días, Franco aprovechó la palestra para -más bien- señalar lo que es su programa hasta agosto de 2013, cuando vence su mandato.
La primera idea que dejó sentada es que en Paraguay reinan la paz y la tranquilidad, y que de aquí en adelante se ocupará de fortalecer la gestión estatal para entregar el poder a las nuevas autoridades que sean electas en abril del próximo año.
Pese a que ayer se esperaba que el mandatario se pronuncie sobre la expulsión de Paraguay por parte del Mercosur y la Unasur, Franco destacó que su país defenderá su soberanía; sin embargo, no habló de la posibilidad de dejar definitivamente dichos esquemas de integración.
Es que Asunción se encuentra arrinconada por la comunidad internacional, que reclama explicaciones por la destitución sumaria que sufrió el expresidente Lugo, en la que casi no tuvo posibilidad de defenderse.
Justamente, la misión de la OEA se reunirá hoy con Franco, a partir de las 8:00, para escuchar la versión del mandatario respecto del proceso de destitución de Lugo.
Las autoridades de la OEA también se reunirán con Lugo y con distintos sectores políticos y sociales de Paraguay. Insulza deberá elevar un informe especial sobre la crisis paraguaya ante el pleno del Consejo Permanente de la OEA, organismo que -después- evaluará si el país transgredió o no la Carta Democrática hemisférica.
Una preocupación de la gestión de Franco es la posibilidad de que campesinos ‘sin tierra’ puedan tomar la bandera de la destitución para presionar al Ejecutivo por más ocupaciones.
Destacó que una de sus prioridades será la realización de un censo para legalizar el derecho propietario en asentamientos hasta ahora considerados ilegales. También prometió mejoras en seguridad, salud y educación.
Pero el mayor dolor de cabeza para Franco proviene desde el exterior. Tradicionalmente, los embajadores de los países acreditados participan de la inauguración del periodo anual de sesiones. Solo el Vaticano y Taiwán reconocieron al nuevo Gobierno, por lo que los representantes de América y de Europa brillaron por su ausencia.
Fernando Lugo se halla a la espera de un milagro
El expresidente Fernando Lugo se mantenía ayer en su vivienda en el distrito Lambaré (periferia sur de Asunción), donde se reunía con algunos de sus exministros.
Partidarios del exmandatario anunciaron que esta semana impulsarán una serie de movilizaciones en demanda de la restitución de Lugo.
El secretario general del Frente Guasu, Ricardo Canese, adelantó que Lugo viajará a Caazapá, en el sur del país, para iniciar una movilización nacional en defensa de la democracia y en rechazo al “golpe de Estado legislativo que realizaron los partidos tradicionales”.
Los movimientos de izquierda y la Central Nacional de Trabajadores (CNT) también anticiparon que intensificarán sus protestas en defensa del depuesto expresidente Lugo.
Lugo adelantó que participará de las movilizaciones, aunque reconoció la dificultad que enfrenta para revertir la destitución que se produjo el viernes 22 de junio.
Agenda con OEA
– 6:00 a 8:00. El mandatario Federico Franco encabezará una reunión con el gabinete de ministros en el Palacio de los López.
– 8:30. Franco recibe al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
– 10:30. Insulza recibe al expresidente Fernando Lugo en un hotel céntrico de Asunción
– Misión. Está integrada por representantes de México, Haití, Canadá, Estados Unidos y Honduras.