Pensamiento político camba

Rolando Schrupp

RolandoSchrupp Durante siglos el andinocentrismo ha trabajado en la construcción de mitos y en la negación de realidades con respecto a su colonia más próspera: Santa Cruz. Uno de los mitos más perversos es mentir que los cambas nunca hemos tenido un pensamiento político. Esta mentira es planteada para poder absorber dentro de la política monopólica andina a cualquier posible cuadro político que pudiese tener Santa Cruz.

Lastimosamente la gran mayoría de los potables cuadros cambas caen inocentemente dentro de una lógica envolvente, creyendo hacerlo bien y sin darse cuenta que los ejes fundamentales de la geopolítica andina en realidad los están embretando hacia el matadero. Parece que creen que “Bolivia es La Paz y La Paz es Bolivia” fue una frase alegremente dicha por el ex alcalde Sin Miedo, cuando en realidad lleva siendo acuñada e implantada como uno de los dogmas fundamentales más desarrollados por la logia TAU (Todos los Andinos Unidos).



Es en el salón Beta Gamma (Bolivia Grande) de esta poderosa organización que se confabula hace ya décadas para el saqueo de los recursos naturales que por derecho le corresponden al pueblo camba. Esto se debe a que su gran miedo es “Un Panamá Boliviano” y la única forma de evitarlo es condenarnos a ser miserables en nuestra propia tierra. Lo paradójico es que mientras más reniegan de nuestro derecho inalienable a la autodeterminación más rebeldes nos tornamos. Y es que nuestra nación tiene muy arraigado en su ser la herencia libertaria de Chiriguania y Chiquitania, potenciada por profundas convicciones republicanas, capitalistas, democráticas, anárquicas y liberales.

No es de sorprender ver que cíclicamente vuelve a nacer el mismo concepto variando únicamente su intensidad. Haciendo un viaje imaginario por nuestra historia podremos encontrar repetirse el Pensamiento Político Camba en la Guerra de la Independencia (como parte de las Provincias Unidas del Río de La Plata y conseguida el 14 de Febrero de 1.825), la Revolución Igualitaria Federal (de fines del Siglo XIX), la Revolución de las Regalías Petroleras (décadas después de la Ley Busch) y la Revolución de las Autonomías (desde la lucha por descentralización hasta nuestros días).

Aún está fresco en nuestra memoria la Rebelión Popular de septiembre de 2008, cuando el pueblo se paró para expulsar del territorio a cuanto representante del Estado Boliviano se pudo encontrar, aunque haya sido inconclusa ante el no ejercicio de la autodeterminación de colocar funcionarios propios. Cómo habrá sido preocupante para los nuevos virreinatos sudamericanos, hoy llamados países, que demandó la creación de UNASUR para sentarle la mano a los cambas revoltosos ya que se constituían en una amenaza, pues el problema de naciones ocupadas y saqueadas por estados inventados es generalizado en este continente inconcluso.

Es muy probable que el centralismo neocolonialista seguirá tratando de promover el mito de que existe una nación boliviana para poder promover la hegemonía de la famosa unidad nacional en búsqueda de aplacar el sentimiento Nacionalista Camba, condenando de “radicales”, “separatistas” o “traidores” a todos aquellos que persigan la consolidación de la Revolución Social Camba y la construcción del Estado Cruceño. Un sueño de que todos somos iguales es posible, pero todos iguales ante la ley bajo la condición de ciudadanía que transfiere el republicanismo.

No es imposible que este sueño sea verdad si podemos replantear los principios donde corresponde: al principio. Es necesario también saber reconocer y tumbar los mitos que se construyen desde el Estado y que son repetidos por tanto servil jala-saco que aparece. Dependerá de la nueva generación conquistar para sí misma el futuro o seguir viviendo la condena a la miseria que tan perversamente se nos aplica.

Semanario Uno – Santa Cruz