“Colócate el tubo del respirador, sino vas a morir; le repetí tres veces, pero no me respondió. Parecía que quería morir…”
Aldo Moreno había perdido el ansia de vivir
Su deceso se produjo a las 08.00, por un paro respiratorio súbito.
DESPEDIDA. Una mujer toca la guitarra para acompañar el féretro que es velado en el coliseo de la UMSA, ayer. – Gregory Beltrán La Prensa
La novena marcha indígena concluyó con el saldo de cinco personas fallecidas. En total, 12 murieron en 22 años de caminatas desde 1990.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
“Colócate el tubo del respirador, sino vas a morir; le repetí tres veces, pero no me respondió. Parecía que quería morir, por eso le dije al final que encomiende su vida y se arrepienta de sus pecados”. Así recuerda Óscar Chambi las últimas palabras, que sostuvo con su cuñado, Aldo Moreno, corregidor de Nueva Vida, comunidad del TIPNIS, quien falleció la mañana de ayer debido a un paro respiratorio súbito en el hospital Arco Iris.
No soportó su corazón. Moreno sobrevivió al accidente vehicular del pasado 19 de junio, cuando una camioneta se embarrancó en el tramo Yolosa-Yolosita con 13 indígenas, pero no pudo afrontar el estado cuadripléjico que se le había diagnosticado y que lo habría de dejar postrado, sin mover ninguno de sus miembros, de por vida.
Acongojado por la muerte de su hermano político, Chambi refirió que el fallecido había perdido toda motivación de vida.
Fernando Arispe, subdirector médico del hospital Arco Iris, informó que el deceso se produjo alrededor de las 08.00, luego de sufrir una lesión irreversible en la médula espinal.
El dirigente indígena tenía la intención de irse a su comunidad, pero al conocer que quedaría cuadripléjico, empezó a rechazar el tubo que se le empezó a retirar poco a poco, para que empiece a respirar por su cuenta.
Arispe dijo que si Moreno quería irse a su comunidad, debía hacerlo “entubado”, pero lo rechazó, pese a que se le explicó que necesitaba ayuda para respirar.
El ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, anunció que el Gobierno colaborará el traslado de los restos del fallecido a su comunidad de origen para que reciba sepultura. Dijo que es necesario actuar con rapidez.
CINCO MUERTOS. La novena marcha indígena concluyó con la muerte de cinco personas: Otilia Cunay (36) y Alejandro Cayuba (53), en el accidente vehicular del 19 de junio. Un día después, murió Justo Illanes, paramédico de la Alcaldía paceña, cuando la ambulancia en la que iba a socorrer a los originarios accidentados sufrió un vuelco.
El pasado 28 de junio, cuando la columna de marchistas se encontraba en la sede de Gobierno en vigilia, falleció una niña de seis meses por problemas respiratorios. Se trata de la movilización que registra la mayor cantidad de muertos desde que iniciaron la primera marcha, en 1990.
En total fallecieron 12 personas en 22 años de marchas.
Dirigentes y familiares de Aldo Moreno trasladaron el cadáver al coliseo de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), lugar en el que los pocos indígenas que todavía permanecían ayer en La Paz instalaron un velatorio antes de trasladar el féretro a la ciudad de Santa Cruz, Trinidad y finalmente enterrarlo en su comunidad en el TIPNIS.
UNA HIJA. El corregidor de la comunidad Nueva Vida deja en la orfandad a una joven de 16 años que actualmente vive con su hermana, Adelia, quien tiene cinco hijos de un anterior matrimonio. Desde hace tres años, convive con Óscar Chambi, quien llegó a la ciudad de La Paz al conocer el accidente de su hermano político.
JUGABA FÚTBOL. Antes de incorporarse a la novena marcha, Moreno jugó su último partido de fútbol contra un equipo de los militares de la Armada que llevaron ayuda gubernamental al TIPNIS, para que acepten la consulta.
“Colócate el tubo para respirar, sino vas a morir, le dije tres veces”.
Óscar Chambi / CUÑADO
“Se pierde una vida más, en este caso también se la debe cargar el Gobierno”.
Rafael Quispe / EXCONAMAQ
Fuente: La Prensa – 14/07/2012