Macabro crimen en Santa Cruz. La pequeña fue raptada el jueves. Hay identikit del autor.
Semidesnudo y dentro de un bolso de nailon fue abandonado ayer el cuerpo sin vida de la niña Mayerling Gira Mamani (6) raptada el jueves por un desconocido en el Plan Tres Mil. La pequeña murió asfixiada y brutalmente violada, según fuentes oficiales.
Levantamiento. Los restos de la menor fueron dejados en un bolso debajo de un motoyoé, al lado de una vieja pared.
Los despojos de la menor fueron dejados al pie de una vieja construcción cubierta por un frondoso árbol de motoyoé en la esquina de un lote alambrado, ubicado en el barrio Unión Campeche, cerca del noveno anillo y la avenida Tres Pasos al Frente.
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Según testigos, a las 6:00, una niña vio que un sujeto bajó de un vehículo blanco, cruzó el alambre y dejó el bolso apegado a la pared y las chinelitas rojas de Mayerling a un lado. Luego se marchó.
Los vecinos llamaron a la Policía, que trasladó el cuerpo a la morgue, donde el médico forense Celso Cuéllar certificó que la causa del deceso fue asfixia por sofocación seguida de violación, con importante daño en las partes íntimas de la víctima.
Miguel Gonzales, director de la Felcc, dijo que se elaboró un identikit del sospechoso con datos de personas que lo vieron llevarse a la chica en una mototaxi. “Esto no quedará impune, lo vamos a atrapar”, sentenció Gonzales.
La niña desapareció del mercado Pantanal del barrio Guapurú I, donde su madre vende caldos. Mayerling salió del puesto a comprar un vaso de arroz con leche y no volvió. El caso derivó en un bloqueo de los vecinos que reclamaban la falta de reacción de la Policía, que el sábado rastreó la zona sin éxito.
La familia confiaba en hallar viva a la menor. Durante la búsqueda, los padres recibieron llamadas y mensajes falsos sobre el paradero de la chica. Los interlocutores apócrifos preguntaban cuánto de dinero había por el rescate. Incluso hicieron ir en vano a los padres a la rotonda del Plan, donde supuestamente iban a entregar a la pequeña por $us 1.000.
“¿Qué voy a hacer? Cómo le han hecho eso a mi hijita. Que se haga justicia, que lo encuentren al asesino, que lo metan a la cárcel”, clamaba y lloraba Roberta Mamani, madre de la víctima.
El Deber