Venden cactus para “hablar” con la Pachamama; FELCN alerta de efectos


La Paz. En algunos puestos de productos naturales de las calles del centro de la ciudad se vende cactus Echinopsis pachanoi, considerado una planta medicinal, aunque con propiedades alucinógenas.

En el centro venden cactus para “hablar” con la Pachamama

La FELCN realiza investigaciones sobre el comercio de los productos.

Caso. Un tipo de estas plantas tiene propiedades alucinógenas. Un viceministro resalta el consumo tradicional, aunque la Policía antinarcóticos dice que está prohibido.



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Una comerciante ofrece el producto en un puesto callejero. Edwin Conde/Página Siete

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En algunos puestos de productos naturales de las calles del centro de la ciudad se vende un cactus que permite “hablar con la Pachamama”. Se trata del Echinopsis pachanoi, conocido comúnmente como San Pedro y considerado una planta medicinal, aunque con propiedades alucinógenas.

“Este cactus limpia las malas energías de forma natural y su efecto se puede dividir en varias etapas, cuando uno sabe consumirlo se puede lograr hablar con la Pachamama”, dice Andrea, una naturista que atiende uno de los puestos mientras muestra un trozo de la planta.

Agrega que además se curan “las penas y el ajayu (espíritu)”, pero insiste que sólo es para fines medicinales. El cactus tiene una concentración de mezcalina, un alcaloide con propiedades alucinógenas, por lo cual su comercialización está vetada, explica el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) de El Alto, Beymar Ledezma.

“Casi no tenemos y de esa planta no tuvimos ningún caso. Tampoco tenemos mucho conocimiento de ella”, aclaró.

El jefe antinarcóticos de La Paz, Fernando Frías, dice que se está en alerta por esta situación.

“Se detectó que en esas zonas se vende la planta, pero las vendedoras la ocultan”, declaró el director de la FELCN, Fernando Frías, quien acotó que la Policía antinarcóticos investiga las redes de comercialización.

Defensa

El amauta oriundo de Tiwanaku Rufino Patzi reconoce las propiedades alucinógenas de la planta, sin embargo, resalta el aspecto positivo.

“Permite encontrarse a sí mismo y superar los miedos”. Al ser un alucinógeno, “uno puede experimentar con el subconsciente y cuando terminan los efectos, las dificultades pueden ser superadas”.

Por eso, explica, que su uso se remonta a la época prehispánica en los rituales ceremoniales de diferentes culturas en los que se facilitaba supuestamente la psicoexploración.

“Hay mucha gente que consume alcohol y drogas en exceso y dicen estar alucinando, eso es malo para el organismo porque te afecta y te causa un mal al ajayu”, dijo Patzi.

El viceministro de Medicina Tradicional e Interculturalidad del Ministerio de Salud, Alberto Camaqui, resaltó que “los conocimientos tradicionales se mantienen desde nuestros ancestros que han usado las plantas medicinales de diferentes formas”.

Agregó que las políticas actuales del Gobierno buscan revalorizar la medicina tradicional impulsando las prácticas y saberes de los pueblos de diferentes regiones y respetando sus usos y costumbres.

En el Ministerio de Salud se tienen registradas 64 plantas y aún no existe una clasificación de las propiedades farmacológicas de éstas.

Algunos estudios informan que hay cerca de mil plantas medicinales entre las regiones del altiplano, los valles y las tierras bajas de Bolivia.