Las metas de la Agenda Patriótica del Bicentenario, a cumplirse hasta el 6 de agosto de 2025 según recientes previsiones del Gobierno, son irrealizables, pues requieren más tiempo y, en caso de darse las condiciones, deben contar con la participación de todos los bolivianos, según expresaron ayer el analista económico Julio Alvarado y el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Cochabamba (FEPC), Jaime Ponce.Erradicar la pobreza extrema y alcanzar seguridad alimentaria hasta el año 2025 son temas que forman parte de los Objetivos del Milenio, aprobados por los países del mundo en las Naciones Unidas. En el caso boliviano, deberían cumplirse hasta el 2015, observó Alvarado.“Ante una falta de gestión gubernamental, lo que está haciendo el presidente Morales es postergar por 10 años más, es decir hasta el 2025, el cumplimiento de estas metas”, sostuvo.Refirió que con tasas de crecimiento económico promedio de 4,7 por ciento al año, el Gobierno no podrá erradicar la pobreza extrema hasta el 2025, como plantea Morales, sino dentro de 40 ó 50 años, ya que se requieren tasas de crecimiento económico del 9 al 10 por ciento anual.Según Ponce, la Agenda del Bicentenario debe ser trabajada y consensuada desde la visión de todos los actores sociales y económicos del país, en particular del sector productivo nacional “que está dispuesto a participar”.Dijo que el Gobierno debe asumir el reto de alcanzar un crecimiento económico sostenido del 10 al 12 por ciento anual, en los próximos 12 años, para cumplir las metas de erradicar la pobreza, universalizar el acceso a los servicios básicos, industrializar los recursos naturales y alcanzar seguridad alimentaria.Refirió que, para alcanzar esa tasa de crecimiento, resulta imprescindible consensuar una Ley de Inversiones que garantice seguridad jurídica y un ambiente social adecuado, libre de bloqueos y avasallamientos para desarrollar las inversiones.“Las metas propuestas por el Gobierno pueden alcanzarse, siempre y cuando todos los bolivianos estemos apuntando al mismo objetivo, sin exclusiones de ninguna naturaleza”, sostuvo.Respecto a la seguridad alimentaria, Alvarado dijo que Bolivia marcha en contra ruta a lo que propone el Presidente, debido a que importa cada vez más alimentos, por valor de 200 millones de dólares en 2000 y por más de 600 millones en 2011.“Si a estos datos oficiales sumamos el contrabando, en estos momentos Bolivia estaría importando más de 1.000 millones de dólares en alimentos. Así no se puede obtener seguridad, mucho menos soberanía alimentaria”, afirmó.Los Tiempos – Cochabamba