Volvieron las evadas. El presidente puso en marcha su famosa verborrea y ofendió a medio país, al tratar a los habitantes del oriente boliviano de “flojos” que “hambrean por no trabajar”.Las deplorables expresiones de Evo Morales tuvieron lugar en un acto realizado en Tiawanaco, en presencia del vicepresidente del Banco Mundial.Luego de vituperar a cruceños, benianos y pandinos, el gobernante cocalero le pidió a la Virgen de Urkupiña “paciencia para aguantar las ofensas de sus opositores”.Demostrando una gran confusión en sus concepciones religiosas, agregó: “Como siempre un deseo, esperamos ser escuchados por todos los dioses y la Virgen de Urkupiña”.Las declaraciones presidenciales no sólo pecan de ofensivas sino también de falsas, si nos atenemos a la alta productividad agroindustrial del oriente, lo que denota una profunda incomprensión de Evo hacia las realidades de la economía nacional.El disparate del primer mandatario puede deberse tanto a su célebre descontrol “lingüístico” como a un propósito deliberado de reinstalar la polarización étnica oriente-occidente que le resultó tan útil en años pasados.Pero lo cierto es que el “Jefazo” se ha convertido en firme candidato a ser procesado por la Ley contra el Racismo y la Discriminación que su mismo partido se encargó de aprobar…[email protected]