Exhuman cuerpos de brasileños quemados en Bolivia; fiscal renuncia y hay malestar en el vecino país

San Matías, Bolivia. Dos días después del linchamiento de dos brasileños, nueve agentes militares del vecino país llegaron para exhumarlos. Esperaron cuatro horas al único fiscal boliviano que abandonó el lugar.

Un enredo se volvió a vivir ayer en San Matías tras la llegada de miembros del Grupo Especial de Frontera (Gefron) de Brasil, que tuvieron que esperar al menos cuatro horas para los trámites de repatriación de los dos brasileños linchados el martes pasado, ya que el fiscal David Veizaga se había marchado de San Matías luego de renunciar a su cargo. El consulado del vecino país pidió investigar los hechos violentos. 

Odisea para recuperar cuerpos en San Matías

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Complicación. Resultó difícil la repatriación de los restos de los dos brasileños que murieron quemados en San Matías. En la foto, el traslado de una de las víctimas

El Deber, San Matías, Santa Cruz

Los cuerpos de Rafael Max Díez (27) y Jefferson Castro de Lima (22), quemados por una multitud la noche del martes en San Matías, fueron repatriados ayer por la tarde por agentes del Grupo Especial de Frontera (Gefron) de Brasil, con la premisa de entregarlos a sus familiares, según fuentes oficiales.

Los cadáveres fueron desenterrados a las 16:00 de las fosas comunes en las que la Policía los sepultó de manera provisional. El levantamiento legal de los restos lo hizo un equipo de la Policía Técnica de Mato Grosso, que los trasladó en un vehículo especial para el transporte de personas fallecidas.

La comitiva de nueve agentes militares ingresó en cuatro motorizados debidamente equipados, pero sin armas. La entrega de los restos se retrasó más de cuatro horas de lo previsto debido a que el fiscal David Veizaga se había marchado de San Matías, puesto que renunció a su cargo hace seis días y consideró que su viaje era impostergable, pese a los problemas que estaba dejando atrás sin resolver como autoridad del Ministerio Público.

Veizaga partió hacia Santa Cruz cerca de las 9:00 en un bus de servicio interdepartamental y con su ausencia paralizó un acto procedimental importante para las investigaciones del linchamiento de los dos ciudadanos brasileños y del triple crimen de los bolivianos. Para salvar la situación el fiscal de Distrito, Isabelino Gómez, convenció por teléfono a Veizaga a que retornara y emitiera los requerimientos correspondientes para que los policías brasileños repatriaran a sus coterráneos.

Con esa instructiva, el fiscal renunciante volvió de medio camino y cumplió con la misión encomendada. El desentierro de los difuntos fue presenciado por el alcalde matieño, Carlos Velarde, el subgobernador Matías Gil, el comandante de la Policía de Frontera, mayor Edwin Rojas, y periodistas bolivianos y brasileños.

El mayor Agilson Azizes Ferreira, subcomandante de Gefron en el sector de Cáceres, dijo que la principal misión en San Matías es recoger los cadáveres para llevarlos a Brasil y entregarlos a sus seres queridos para que los sepulten.

Sobre los brasileños muertos, el oficial manifestó que Jefferson Castro de Lima tenía antecedentes penales, porque hace unos 10 días había salido libre de la cárcel de Tangará de la Sierra, ubicada en el estado de Mato Grosso. Sobre Rafael Max Díez, dijo desconocer sus antecedentes.

Por otro lado, las investigaciones para conocer a los autores y a los instigadores del linchamiento de los dos brasileños, por parte de un grupo de pobladores de San Matías, están en veremos puesto que por el momento esta localidad fronteriza se quedó sin fiscal ante la renuncia de Veizaga.

El hasta ayer representante del Ministerio Público indicó que se va por razones personales, aunque versiones extraoficiales indican que declinó a su cargo por supuestas amenazas a la tranquilidad de su familia.

Entretanto, Rojas y el sargento Gróver Ramos, jefe de la Felcc del lugar, están a cargo de las pesquisas sobre el hecho de sangre, mientras se espera la llegada de un par de fiscales de la capital cruceña que coadyuvarán con este trabajo.

Suman diez policías más a la frontera

La comandante de la Policía en Santa Cruz, Lily Cortez, ordenó que diez efectivos fueran enviados hasta San Matías, como una primera medida de apoyo para el control de esta población fronteriza. Con estos uniformados, suman 28 el número de agentes que trabajarán en las siguientes semanas.

Se espera la refacción del puesto policial por parte de las autoridades y la dotación de un nuevo vehículo, ya que uno de los motorizados fue quemado durante los enfrentamientos del lunes pasado.

La presencia de los agentes del Gefron mostró las grandes diferencias que hay frente a nuestros investigadores en cuanto a equipos y a logística con la que cuentan los uniformados brasileños.

La brigada del país vecino tiene un laboratorio criminalístico móvil, medios de comunicación de punta y motorizados en buen estado.

Exhuman cuerpos de brasileños y un fiscal renuncia

San Matías aún respira miedo y tensión. Peritos brasileños abren investigación sobre las muertes de sus compatriotas. Una comisión de peritos y militares se llevó los cadáveres a su territorio.

EL DÍA, 17 de Agosto, 2012

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Ref. Fotografia: Efectivos. La Fuerza Táctica de la división del Pantanal estuvo presente, junto a la Gefron y otras unidades de policías militarizadas de Brasil, exhumaron los cuerpos. EL DÍA/Juan Carlos Torrejón.

Una comisión de ocho militares del Grupo Especial de Seguridad Fronteriza (Gefron) y dos peritos en medicina legal técnica de Brasil, exhumaron ayer los cadáveres de los brasileños Yefferson Castro de Lima y Rafael Max Díez, linchados y quemados el pasado martes en la puerta del comando policial de San Matías.

Los extranjeros fueron ejecutados por una turba de al menos 300 pobladores que, tras conocer la detención de Max Díez, sindicado de matar a sangre fría a los bolivianos Pablo Parabá Ramos, Banderley Costas Parabá, Edgar Suárez y dejar malherido a Samuel Carvajal Salvatierra, mientras consumían cerveza en el domicilio de este último, se trasladaron hasta la repartición policial donde sacaron por la fuerza a los brasileños, les rociaron con gasolina y prendieron fuego ante un malestar generalizado de los matieños.

El retiro de los cadáveres de una fosa común del cementerio Pedro Flores de San Matías se concretó recién a las 16:00, con la exhumación del cadáver de Max Díez enterrado en el interior de una bolsa de plástico, seguidamente se procedió a desenterrar el cuerpo de su hijastro Yefferson Castro Lima que se encontraba a escasos metros.

El subcomandante del Gefron, mayor Agilson Azizes, dijo que en su país las autoridades están conmocionadas por lo acontecido y la forma cruel cómo mataron a sus compatriotas. El militar brasileño recalcó que, a requerimiento de las autoridades de su país, se hizo presente en Bolivia para gestionar el traslado de los cuerpos que serán entregados en Cuiabá a sus familiares para que sean velados de manera cristiana. Además, reconoció que Castro Lima contaba con antecedentes policiales en su país por tráfico de sustancias controladas, y que tiene su familia en el estado de Mato Grosso.

Inicialmente, en horas de la mañana no se pudo exhumar los cadáveres porque no se contaba con la presencia del fiscal para dar legalidad a la repatriación de ambos cuerpos.

El comandante de la Policía de San Matías, mayor Edwin Rojas Méndez, confirmó que se dio curso al pedido de la repatriación de ambos cadáveres que serán devueltos a sus familiares.

Renuncia irrevocable. El fiscal de San Matías, Luis David Veizaga, concretó su alejamiento definitivo del Ministerio Público argumentando motivos personales y negó un posible amedrentamiento por lo acontecido hace dos días.

"Debo aclarar que me voy orgulloso de haber pertenecido a esta institución (Fiscalía). No me sentí nunca amenazado, solo que, tanto el Ministerio Público como en la Policía, uno no tienen las condiciones para ejercer su trabajo", declaró.

Con relación a la muerte de los ciudadanos brasileños, puntualizó que se debe abrir una investigación oficial y citar a todas las personas que participaron  de la muerte de los extranjeros para aclarar estos asesinatos.

El fiscal de Distrito, Isabelino Gómez, confirmó el alejamiento de Veizaga y advirtió que las muertes de los brasileños no quedarán impunes por lo que anunció el destino de dos fiscales con experiencia en la zona. "Hemos solicitado al comando departamental la dotación de más uniformados en San Matías y de ser necesario la presencia militar en las calles", comunicó.

Autoridades reunidas. La comandante departamental, coronel Lily Cortez, se reunió con el cónsul del vecino país, Colbert Soares Pinto, y se comprometió en que el hecho se esclarecerá.

Cortez anunció que enviaron agentes de Inteligencia para que se investigue e identifiquen a los posibles instigadores del asesinato de ambos extranjeros.

"Ya se hicieron los memorándums de destino para dotar al comando policial de San Matías de un mayor número de uniformados y al mismo tiempo se refaccione esa unidad policial.

De su lado, el diplomático brasileño se mostró conforme con la reunión sostenida con la autoridad policial y afirmó que el hecho criminal no va afectar las relaciones bilaterales con Bolivia. “Es un hecho criminal no político y no tiene por qué afectar las relaciones. El único interés que tiene Brasil es que se abra investigación para dar con los responsables de los crímenes”, explico a la salida de su reunión.

Piden sus cambios. Ante el temor de represalias, algunos policías de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) en San Matías, comentaron su preocupación y manifestaron que tramitarán sus cambios de destinos porque el comando policial no reúne las garantías mínimas de seguridad y temen que ocurra lo mismo que hace cuatro años cuando cuatro efectivos policiales fueron ejecutados a tiros en su comando y nunca se dio con los responsables. Además, muchos de ellos tienen su familia en Santa Cruz y el sueldo no les alcanza para correr con su alimentación y enviar dinero a sus esposas e hijos.

Los uniformados reconocieron que San Matías es azotada por el narcotráfico, el robo de vehículos de dos y cuatro ruedas, donde muchos pobladores han hecho de estos delitos su medio de vida.

Heridos aprehendidos. Informes no oficiales dieron cuenta que el sobreviviente a la balacera en el cual murieron tres bolivianos, Samuel Carvajal Salvatierra (30), quedó aprehendido por la Policía Federal brasileña luego que la Fiscalía de ese país abriera investigación en sentido de que el herido que se encuentra internado en el hospital de Cáceres tendría supuesto vínculo con los brasileños ajusticiados que eran buscados por robar motocicletas e ingresarlas a territorio boliviano, donde eran comercializadas.

Lo que se vio…

• En la fosa común de los brasileños sorprendió a los periodistas que amanecieran con dos flores, un vaso de agua y otro de cerveza en cada extremo, además de tres cigarros encima de las tumbas. Un poblador comentó que se trata de costumbres brasileñas.

• Un comentario corrió ayer en el cementerio de San Pedro de San Matías, en sentido de que los ciudadanos de Cáceres estaban molestos por el atroz crimen de sus compatriotas brasileños en Bolivia. Incluso un diario impreso (La Gazeta) abrió sus páginas con los brasileños quemados con vida en San Matías.

• Un periodista de San Matías hizo notar que los familiares de los tres bolivianos enterraron a sus seres queridos atados con soga de los pies, una creencia lugareña para que el o los asesinos no huyan lejos de la zona del crimen; y casualmente al día siguiente la Policía detuvo al autor principal.

• En la exhumación el mal olor no fue penetrante a comparación de otros desentierros porque los cadáveres de los extranjeros estaban completamente chamuscados. Ambos cuerpos fueron llevados a su país en una camioneta especial para trasladar cadáveres.

• Algunos pobladores revelaron que el día de los disturbios en el comando policial la mayoría de las personas que elevaron su protesta se encontraba armada. El uso de armas allí es habitual.