Lugares turísticos de La Paz en la mira de avasalladores de tierras


Movimientos sin tierra tienen en la mira a lugares turísticos como Jupapina, Valle de la Luna, Palca y el Parque Nacional de Mallasa de La Paz.

El Diario, La Paz

Medio centenar de personas se dedicaron a derrumbar los predios de un terreno de 24.000 metros en El Alto; los loteadores le han puesto el ojo a sectores turísticos de la zona Sur.



Lugares turísticos de la ciudad de La Paz, como Jupapina, Valle de la Luna, Palca y el Parque Nacional de Mallasa, se encuentran en peligro de ser loteados por grupos de personas que bajo el argumento de no contar con una propiedad privada, exigen un derecho que no se refrenda con documentos.

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“Queremos seguridad para nuestras tierras”, demandó el presidente de la Junta de Vecinos de la Sede de Gobierno, Arturo Quispe. De acuerdo con la explicación de este dirigente, al momento existe una insuficiencia jurídica, por lo que no hay una entidad o institución que pueda normar y prohibir la toma de terrenos que se encuentran desprotegidos.

Para frenar estos abusos que sufre la ciudadanía paceña, el representante de la Federación de Juntas Vecinales de la Ciudad de La Paz (Fejuve) acordó una reunión, en los próximos días, con las unidades territoriales de los diferentes sectores de la urbe, con la finalidad de convocar a las autoridades municipales y de Gobierno, para que se ponga un alto a los avasallamientos.

Una de las primeras afectadas fue la Empresa Abendroth Internacional Comercial e Industrial S.A., que vio ocupados sus terrenos destinados a la construcción de un centro industrial en El Alto, luego que un grupo de personas a la cabeza de Jaime Abdón Pérez Mamani, tomó esa propiedad y derrumbaron los predios del terreno de aproximadamente 24.000 metros cuadrados de propiedad de dicha empresa.

Movimientos sin tierra tienen en la mira a lugares turísticos de La Paz

Los vecinos de la zona Sur se declaran estado de emergencia ante la amenaza de nuevos avasallamientos. Anuncian una reunión de urgencia para determinar acciones, en rechazo a la toma ilegal de tierras y en demanda de la intervención inmediata del Gobierno.

image Nuevamente la ciudad de La Paz, especialmente la zona Sur, se enfrenta a una agresión de loteadores, que pretenden dar fin a sus pocas áreas verdes y forestales.

Varios sectores reconocidos como lugares turísticos de la ciudad de La Paz, como Jupapina, Valle de la Luna, Palca y el Parque Nacional de Mallasa, se encuentran en peligro de ser avasallados por un grupo de personas que se denominan “movimiento sin techo”, según el Presidente de la Junta de Vecinos de la sede de gobierno Arturo Quispe.

De acuerdo a la explicación del dirigente al momento existe una insuficiencia jurídica, por lo que no hay una entidad o institución, que pueda normar y prohibir la toma de terrenos que se encuentran vacios.

Quispe denunció que la policía tampoco actúa para proteger dichos sectores, que están a merced de gente inescrupulosa, que a razón de no tener un lugar donde vivir creen que tienen todo el derecho de tomar terrenos, que son de personas particulares o pertenecen al Municipio, como es el caso del Parque Nacional de Mallasa.

NO HAY LEY

Para la protección de estos sectores especialmente de esparcimiento y lugares turísticos, como el Valle de la Luna, no se cuenta con una ley, situación que es aprovechada por gente inescrupulosa, que luego de tomar las tierras se dedican a venderlas, lo que se convierte en un negocio ilegal que afecta a toda una población.

Producto de estos abusos que sufre la ciudadanía paceña, el representante de la Federación de Juntas Vecinales de la Ciudad de La Paz (Fejuve) acordó una reunión, en los próximos días, con las Unidades Territoriales de los diferentes sectores de la urbe, con la finalidad de convocar a las autoridades municipales y de gobierno, para que se ponga un alto a los avasallamientos de terrenos que son parte del patrimonio de esta ciudad.

Además, este tema será incluido en la agenda de discusión de cada distrito paceño, con la finalidad de que se declaren en un estado de alerta, de manera que se pueda tomar decisiones orgánicas, en caso de que se siga cometiendo la toma ilegal de terrenos.

POSTERGACIÓN DE LA LEY

La postergación de la Ley de Unidades Territoriales causó enfrentamientos entre departamentos y municipios de Bolivia durante el 2011.

En La Paz, el efecto más grande y preocupante derivado de esta carencia de normativa fueron los avasallamientos a la propiedad privada, principalmente en la zona Sur.

Desde la anterior década el conflicto comenzó a madurar con constantes enfrentamientos entre la jurisdicción del macrodistrito Sur y municipios de Palca y Achocalla por la sobre posición de límites.

Uno de los primeros casos de avasallamiento sin intervención de autoridades gubernamentales ni de la fuerza pública ocurrió en el Parque Nacional de Mallasa donde más de 40 hectáreas fueron cercadas por comunarios los cuales procedieron a la tala de árboles, rellenado de las grietas con escombros y repartición de los terrenos a decenas de familias para su posterior loteamiento.

La problemática se acrecentó con un fallo emitido por el Tribunal Agrario mediante el cual se revirtió al Estado 700 hectáreas de terreno en Mallasilla. Lugar urbanizado por ciudadanos de La Paz.

El dictamen implicó que unas dos mil familias que tienen propiedades en esa zona queden con sus derechos propietarios en duda, al ordenarse judicialmente la cancelación de sus partidas.

Después se generó una seguidilla de problemas similares en el Valle de las Ánimas, el Valle de la Luna, Auquisamaña y Cota Cota.

DATOS

– La zona sur es una de la más afectada por la depredación del patrimonio municipal, afectando a áreas verdes, forestales, equipamiento y otras que son objeto de apropiación ilegal basada en tráfico de influencias.

– Los barrios de Achumani, Irpavi, Alto Irpavi, Achumani Meseta, Calacoto, La Florida, Següencoma, Cota Cota, Bolognia, Chasquipampa y otros están a punto de ver desaparecer sus áreas de dominio público.

– El intento de urbanizar esta área es un problema de larga data; no existe una norma que ampare a las áreas verdes y de equipamiento, lo que favorece el despojo de estas zonas de forestación.