¡No me callarán los autoritarios!


Carmen Eva Gonzáles* Desde 2006 en que se instauró el régimen del denominado “socialismo del siglo XXI” en Bolivia, bajo el pseudo liderazgo de Evo Morales y sus huestes cocaleras el abuso a los Derechos Humanos y la sistemática destrucción de las instituciones Democráticas se hizo evidente con la constante persecución de voces disidentes y opositoras al actual régimen.En mi caso, tengo 18 procesos judiciales que me sigue el régimen de Evo Morales por el sólo hecho de cumplir mis obligaciones constitucionales de fiscalizar, denunciar la corrupción y evitar más abusos a los Derechos Humanos tanto en Bolivia como en el departamento Pando, al que represento constitucionalmente en el Senado, en donde se instauró un escenario de terror y de dictadura comunista propiciada y patrocinada por los elementos más descalificados de la ultra izquierda que no sólo han tomado la institucionalidad del departamento amazónico Pando si no que lo han hecho su cuartel general de operaciones para consolidar un proyecto hegemónico de poder en el centro de América Latina, bajo la atenta ayuda y mirada del dictador de Venezuela Hugo Chávez Frías quien tiene sometido al hermano pueblo venezolano desde hace más de una década.Las persecuciones de las que soy objeto son una clara demostración de la judicialización de la política. Al no poder descalificar mis observaciones, críticas y cuestionamientos recurren –cobardemente- a inventarse procedimientos judiciales para mellar mi honor, agotar mi acción ciudadana y defenestrarme de la banca de Senadora de la República titular.Mi posición de mujer, madre y defensora de la Democracia y Derechos Humanos en Bolivia me hacen levantar mi voz de protesta ante el Continente.Oportunamente me dirigí a la presidenta de la la oficina de Mujeres de la Organización de Naciones Unidas, la ex presidenta de Chile señora Michelle Bachelet, apelando a su prestigio, su liderazgo y su condición de mujer, explicándole que no sólo estoy perseguida, sino que quieren impedir mi acción legislativa y anular mi derecho constitucional a la protesta y, de ésta forma, continuar en su camino de callar al pueblo de Bolivia, sometiéndolo a las mismas prácticas que por décadas recurrió la dictadura de los hermanos Castro en Cuba.La reflexión hoy es para que todas las bolivianas y latinoamericanas, como mujeres eje de la familia, nos demos cuenta del engaño del «socialismo del siglo XXI». Las acciones totalitarias de callar opositores, aplastar a defensores de derechos humanos, enjuiciar y amedrentar han funcionado perfectamente para la maquina comunista que se apoderó de Pando, mi departamento, y de Bolivia, y el resultado es que hay cientos de bolivianos exiliados en varios países del Continente.Las mujeres están llamadas a tomar el liderazgo de la reconstrucción democrática, como madres y trabajadoras comprometidas con el renacimiento de la Libertad y de gobiernos democráticos como única vía de lograr escenario de estabilidad para generación del trabajo y la superación. La constante presión psicológica del régimen del socialismo del siglo XXI impide que los hogares y las familias se desarrollen con tranquilidad, hecho que afecta a la economía de una región y de un país, confinándonos consecuentemente al atraso, pobreza y subdesarrollo.El totalitarismo de éste siglo es el neosocialismo y ese esquema es un modelo fracaso en Europa y sólo degenera en violencia, pobreza y postración. Hoy, nuevamente, y con éste documento público invoco al pueblo latinoamericano, al pueblo boliviano y a la Iglesia Católica a tomar seria consciencia de las barbaridades del régimen de Evo Morales, quien en su doble moral desempeña adicionalmente el cargo de presidente de las Federaciones de sembradores de la hoja de coca de Cochabamba, Bolivia.Sin ningún temor, sin ofensas ni odios en contra nadie, con la voluntad de Dios y apegada a la Ley, en mi condición de mujer y madre ruego a los ciudadanos latinoamericanos a interceder ante toda organización de la comunidad internacional denunciando la violación a la democracia y a los derechos humanos que propia el régimen de Evo Morales en Bolivia.*Senadora de Convergencia Nacional